Poco me imaginaba que en menos de dos primaveras (los Xiquets de Valls viajaron a Shanghai en 2010) China demostraría que incluso en este acto, que tiene más de doscientos años en estas tierras, nos acabaría desbordando, construyendo (la bicentenaria tradición había sido declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad a finales de ese año) en un coser y cantar por parte de los trabajadores de la empresa textil ANTEX de Deqing-Hangzhou (a unos 200 kilómetros de Shanghai) buenos castillos que se codearon, sin complejos, con la veterana Colla Vella en la ciudad origen de los “Castells” (torres humanas iniciadas a comienzos de 1800).
Ya llevaban por la zona varios días, conviviendo y confraternizando, derrochando humanidad, alegría a raudales y metiéndose al público en el bolsillo en una de esas jornadas para la historia viva de la pasión castellera en estas tierras de Cataluña.
A partir de sus actuaciones, estoy seguro, nada será igual, ni para ellos ni para nosotros. Ese encuentro, esa humanidad desbordada, esas risas contagiosas, esa cena multitudinaria y armoniosa (con más de quinientos comensales y en la que yo mismo participé), al final todos saltaban, bailaban y reían.
Los disciplinados alumnos de la ANTEX (repito “trabajadores”) sorprendían a sus anfitriones con castillos bien montados, bien equilibrados y, sorprendentemente, atractivos. Actuaron ante un público expectante y extasiado que no salía de su asombro. Abrieron su presentación con una torre de seis pisos (2×6) y cerraron con un 3×7 (siete pisos o siete personas una encima de la otra, pies en los hombros del Xiquet inferior). Finalmente se levantó un castillo conjunto de 4×7 donde cada piso iba, de manera alternativa, para quedar cara a cara, dos participantes de Valls y dos de los visitantes chinos.
El día no finalizó aquí, ese mismo domingo 30 de septiembre, tras la exhibición castellera se celebraba el FESTIVAL MUSICAL CHINO a cargo de esos mismos trabajadores (en total se desplazaron a España cerca de 200 personas), casi un millar de personas presenciaron, en el Centro de Cultura de Valls, el Festival preparado para sus anfitriones y la capital del Alt Camp. Todos nos quedamos maravillados de la actuación en donde al mismo tiempo se proyectaba un audiovisual con material sobre la empresa, la ciudad y el milenario pueblo chino. Para sorpresa de los presente también se había incluido la cena de la noche anterior en la sede de la Colla Vella de los Xiquets de Valls.
El programa folklórico-musical sorprendió y alegró durante casi dos horas a los vallenses que se interesaron por el acto, que se había anunciado mediante carteles enganchados por toda la ciudad, protagonizado por la delegación China a España y en donde también hubo presencia empresarial y diplomática.
El concierto fue bautizado FESTIVAL CULTURAL CHINO DE PRIMAVERA y las diferentes piezas eran autoría de Anhua Qin. Se repartió en cuatro actos simbolizando las cuatro estaciones. Inició el festival una pieza en honor de la ciudad anfitriona titulada VALLS y que hacía referencia directa al “CASTELL”. Inmediatamente La primavera con las piezas Recordando a Qin, La mariposa de jade, La poesía de palíndromo, El lago del Oeste. El verano se ejecutó con las piezas De Ping, Jin Chao Dao, La bella Yu, Jian Cheng Zi y Gong Fu Chino. El otoño con Medios de otoño, La locura salvaje, La poesía de las tres palabras y Ta Sha Xing. El invierno con El cambio climático, El cruce, He Ze y La nieve.
Analizando detalladamente, se ofreció al público, extasiado, boquiabierto, una panorámica musical y folclórica en donde la música instrumental, el baile folclórico (sumamente aplaudido un pasodoble con una coreografía simplemente insuperable y una puesta en escena maravillosa), los bailes de calle, bailes nacionales, artes marciales y como colofón La Rumba que rendía, en cierta medida, homenaje a una de las zonas en donde más se dio este género musical: Cataluña. En fin toda una serie de detalles que hacía más mágica la noche y encandilaba a mucha más gente. No me extraña que al final las personas asistentes al acto les dedicasen varios minutos de aplausos a tan magnífica ejecución (es obvio decir que ANTEX obsequió a todos -al entrar- con un pastelito centrado en la Luna como homenaje a la Luna llena de tanta significación para el pueblo chino).
La delegación de los Xiquets de Hangzhou dejó la península Ibérica tras la celebración del concurso de castillos en la vieja plaza de toros de Tarragona (ARENA TARRAGONA en la actualidad) que, tras una remodelación, acoge la bianual celebración castellera por excelencia, el domingo 8 de octubre fue su despedida y acompañó a la colla anfitriona –de la que lucían la célebre camiseta castellera de la entidad ya decana y bicentenaria de Valls- que quedó en segunda posición, empatando en puntuación con la otra agrupación Vallense [La Colla Joves], un resultado que quiero recordar sólo se ha dado una vez en el ya célebre concurso que va por su XXIV edición. La delegación china fue toda una sorpresa y una revelación que, si hubiese actuado en solitario, estoy seguro se habría clasificado entre las diez primeras agrupaciones de la treintena que participaron en la edición del Concurso del 2012. La afición de Cataluña que ese día se desplaza a la Vieja e Imperial Tarraco (fue la ciudad capital del Imperio Romano hace más de dos mil años) quedó gratamente impresionada por tan exóticos castellers y era tal su desconocimiento que algunos medios poco informados los confundieron como integrantes de la decana agrupación castellera de la comarca del Alt Camp.
Durante la estancia en Valls han sido recibidos por las autoridades, en actos extraordinarios, han visitado los escasos monumentos de una ciudad tan pequeña en comparación a la de ellos en China. Levantaron sus torres no sólo en Valls, sino en Tarragona, Salou, Barcelona, etc. Seguramente se han llevado gratas experiencias (o a lo mejor no) pero sería interesante conocer en los medios audiovisuales chinos la impresión de este extraordinario viaje a España.
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JUAN FRANCO CRESPO
lacandon999@yahoo.es
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P.D.
En el presente texto encontrarán palabras genuinamente catalanas y que no tienen traducción directa fuera del contexto. Por ello las traduzco para un conocimiento aproximado para los que no dominan la lengua de Espriu:
Canalla = Criaturas, los más jóvenes que coronan el castillo, raramente sobrepasan los 10 años de edad, se buscan niños ágiles y decididos para llegar a la cima con la mayor rapidez posible para lograr coronar el castillo y descender. En el argot casteller se denomina cargar y descargar; los intentos que no se alzan sin que se derrumben puntúan parcialmente o no tienen valoración a la hora de la clasificación final.
Castellers, Castellera, etc. = Castillos o Personas que levantan castillos humanos.
Colla = Agrupación o Grupo.
Enxaneta = El niño o niña que se encarga de levantar la mano una vez coronado el castillo humano.
Joves = Jóvenes –aquí sería equivalente a la Agrupación Nueva-.
Pinya = La base de todos los castillos, la que en cierta medida da seguridad al castillo y que “apiña” a todo el grupo en torno a la construcción que se levanta, a mayor dificultad aumenta el número de personas que se juntan alrededor de la torre principal y sobre la que se van colocando los diferentes pisos. El castillo más grande fue de diez pisos y hace décadas que no se logra construir. ¿Será la colla de Hangzhou la que demuestre que ese mítico castillo es realizable con mayor frecuencia?
Valls = Topónimo de la ciudad que los vio nacer, según las crónicas, fue en 1801 cuando quedaron oficialmente registrados en documentos escritos estas celebraciones que en su origen tendrían un sentido religioso o que se levantaban tras el oficio religioso católico de su tiempo en determinados domingos del año.
Vella = Vieja
Xiquets = Chicos o Jóvenes.
Por extensión, en todas las collas hay personas de todas las edades, desde la “canalla” donde el Enxaneta que hace la paloma apenas tiene 4-6 años a los que están en la pinya que tienen hasta 80 años. Una colla es como una gran familia y es también una forma de sentirse partícipe dentro del grupo.