Natureduca - Portal educativo de ciencia y cultura |
Cosmos
PLANETAS
Neptuno
eptuno es, junto con Urano, uno de los planetas llamados gigantes. Su diámetro, de 49.500 Km., es unas cuatro veces mayor que el de la Tierra, presentado un escaso achatamiento. Igualmente, con respecto a nuestro planeta, posee una masa de 17,2, que le imprime una densidad de 1,7 g/cm3; el volumen es de unas 72 veces.
Es el octavo planeta del Sistema Solar por orden de proximidad al Sol, del cual dista unos 4.496 millones de Km. de media (30.142 u.a.), y el cuarto planeta en cuanto a tamaño. Su órbita es casi circular, y tarda 164,8 años en dar una vuelta alrededor del Sol, a lo largo de un plano que forma 1,8º con el de la eclíptica. Un día de Neptuno dura exactamente16 horas y tres minutos terrestres.
Neptuno, uno de los planetas gigantes, junto con Urano
La Sonda Voyager 2 realizó en agosto de 1989 unos de los descubrimientos más sorprendentes sobre este planeta, consistente en un sistema compuesto por cuatro anillos. Éstos parecen estar formados por polvo, resultado de los detritos que despiden al espacio los diminutos meteoritos que se estrellan contra sus lunas. Aunque las lunas de Neptuno Tritón y Nereida ya eran conocidas, la sonda Voyager 2 descubrió otros seis satélites más, consistentes en trozos de materia de forma irregular, cuyo diámetro varía entre los 50 y 200 Km.
Anillos de Neptuno descubiertos por la Voyager2
Tritón, única luna del Sistema Solar con órbita
retrógrada
Neptuno fue descubierto en el siglo XIX, cuando los astrónomos especulaban sobre la existencia de un planeta que creaba anomalías en la órbita de Urano. La única explicación era que un octavo planeta ejercía sobre Urano una atracción gravitatoria. En 1846, el astrónomo francés Urbain Le Verrier consiguió calcular la posición del supuesto planeta, el cual fue descubierto en el mismo año por el astrónomo alemán Johann Gottfried Galle, localizándolo a sólo 1º de diferencia de la posición que había calculado Urbain Le Verrier. El matemático británico John Couch Adams, también había calculado y situado el planeta, pero no fue anunciado por los británicos con la suficiente celeridad para atribuirse el descubrimiento.