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Explotación internacional de otros recursos vivos

uizá igualmente tan serio como el comercio ilegal de especies animales salvajes, es la explotación internacional de otros recursos vivos, particularmente de bosques tropicales del mundo. Algunos de ellos aun se encuentran a salvo a pesar de disponer de árboles de diversas clases, mientras se encuentren en zonas inaccesibles, o la tecnología actual impida alcanzarlos de momento.

Los bosques más ansiados han sido aquellos que producían maderas nobles, y de alto valor económico, como teca, ébano, sándalo, caoba y otras especies. Otros bosques que poseían cientos de especies de bajo valor han sido desechados; sin embargo, esta situación ha cambiado y ahora una gran cantidad de bosques que previamente eran considerados de escaso valor, son ahora utilizados para producir celulosas con que fabricar nuevos productos, tales como tableros de chapa o fibra, entre otros. Con modernas maquinarias es ahora rentable cortar árboles de menor calidad, y aprovechar troncos, ramas, astillas, serrín, etc.

Los bosques tropicales del mundo, que albergan maderas nobles, son ansiados en los países desarrollados que establecen fuertes demandas sobre sus recursos

Las altas demandas actuales de los productos del bosque, ha llevado a muchos países desarrollados a conseguir derechos sobre la explotación de la madera con compañías extranjeras; desgraciadamente, la mayor parte de estos contratos contienen pocas o ninguna previsión de conservación de los recursos que se van a extraer. Muchas industrias que tienen excelente control sobre los recursos dentro de sus países de origen, no lo llevan así a cabo cuando realizan sus actividades en países terceros. Estas actividades contradictorias ha llevado a la desnudez de grandes áreas de bosque, erosión de la tierra y destrucción de la fauna que ocupaban esas extensiones.

El establecimiento de acuerdos generales internacionales para la conservación de recursos vivos proveería una respuesta a este problema, pero es improbable que previniese a tiempo la devastación de grandes áreas de bosque tropical. Igualmente, no menos desafortunados han sido los efectos de algunos bien intencionados proyectos de desarrollo internacional. Se patrocinaron estos proyectos a veces por agencias internacionales que tenían intereses en los mismos, y otras veces por secciones de ayuda extranjera de los países donantes.

Fracaso de los proyectos de desarrollo internacional

Usualmente se piensa en beneficiar un segmento de la economía de un país destinatario de un proyecto de desarrollo internacional, pero es igual de habitual no buscar el consejo ecológico, y los efectos que el desarrollo inadecuado de esos proyectos puedan generar en el ambiente total. No se estiman, conscientemente, porque los beneficios de una intervención ecológica suele evidenciarse a largo plazo.

Un ejemplo lo podemos hallar en el Dique de Aswan, en Egipto, donde se necesitaba aumentar el suministro de agua para riego y generación de energía eléctrica. Los efectos medioambientales han sido enormes, entre ellos la pérdida de tierras por erosión en el delta del Nilo. Otros proyectos de desarrollo de aguas en tierras semiáridas de África, patrocinadas por agencias internacionales y consolidadas por organismos de países donantes, han tenido frecuentemente efectos más destructivos que constructivos.

El fracaso en considerar y adoptar decisiones ecológicas y sociales, ha resultado repetidamente contraproducente. La responsabilidad de las agencias para el desarrollo internacional en buscar el consejo medioambiental, es ahora generalmente ejercido y entendido, pero la implementación de estas responsabilidades ha sido lento.

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