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Antártida
EXPLORACIÓN - EXPEDICIONES
James Weddell 1823
n 1819 el marino Inglés James Weddell pasó a ostentar el mando de un navío mercante de 160 toneladas, propiedad de una casa armadora inglesa dedicada a las pieles de focas. Weddell, que tenía un espíritu aventurero, persuadió a su patrón para que organizara una expedición a las recién descubiertas Islas Shetland del sur a la búsqueda de nuevos cargamentos.
Aunque Weddell no tenía experiencia en este tipo de misiones, se tuvo en cuenta su anterior formación militar y se le encomendó la campaña. Sobre este primer viaje se tiene poco conocimiento, pero sí se sabe que llegó hasta las islas Orcadas que poco tiempo atrás habían descubierto Powell y Palmer. Weddell regresó a aquellas tierras en 1821, pero la aventura (siempre de carácter comercial) resultaba improductiva debido a la insuficiente carga. Al año siguiente se planeó un segundo viaje, pero esta vez se acordó que Weddell intentaría dedicar todos los esfuerzos en explorar más allá de las tierras conocidas.
James Weddell
El 17 de septiembre de 1822 zarpa Weddell de Inglaterra al mando de dos naves, embarcado en el Jane con una tripulación de 22 hombres, el otro buque con una tripulación de 13 hombres lo comandaba Matthew Brisbane. El tamaño inadecuado de las embarcaciones y la pobreza de las provisiones, hacían de la expedición una tarea verdaderamente formidable. Entre 1820 y 1822 no menos de seis barcos habían naufragado en las islas Shetland del Sur. El Jane, en particular, recibió daños de consideración en el casco y la arboladura debido a los severos temporales. La marinería disponía de suficiente ron pero la comida era insuficiente teniendo que ser racionadas. El escorbuto era una amenaza constante, aunque sólo un marino falleció.
Weddell en el fondo era un explorador. A pesar de los escasos medios que le prestaron, la exactitud de sus observaciones y los mapas que preparó durante la expedición a las Islas Orcadas, prueban que era un hombre que apreciaba la perfección y eficacia, despreciando la ambigüedad de los estudios que otros exploradores hicieran con anterioridad. Aunque la expedición tuvo que afrontar graves problemas, Weddell era sumamente apreciado y ostentaba una gran capacidad de mando. Los hombres estaban alegres y deseosos de trabajar a pesar de todas las penalidades que sufrían.
Jane
Después de detenerse en Madeira y Buena Vista, Weddell cruzó el ecuador el 7 de noviembre de 1822 y navegó en demanda de las Islas Falkland para proceder a realizar reparaciones, a donde llegó el 19 de diciembre. El 30 de diciembre ambas naves navegaron hacia el sur alcanzando la zona oriental de las Islas Orcadas el 13 de enero de 1823.
Ante el hallazgo de escasas focas Weddell decidió investigar más hacia el sur. Navegaron ambos buques muy lentamente al experimentar dificultades por nieblas e icebergs a lo largo de su ruta. El 27 de enero se puso rumbo norte, toda vez que, después de todo, su misión era cazar focas y a pesar de las millas navegadas su bodega continuaba vacía. Navegó entre las Islas Orcadas y Shetland del Sur y 100 millas adentro de la Islas Sandwich sin conseguir resultados. El 4 de febrero Weddell de acuerdo con Brisbane que estaba al mando del otro navío, decidió encabezar de nuevo la expedición hacia el sur, y con un tiempo oscuro y brumoso las dos embarcaciones iniciaron aquí una jornada histórica.
Ambas tripulaciones padecieron fuertes catarros en medio de una alta humedad y nieblas. Weddell hacía lo que podía por ellos, pero las pequeñas naves se batían constantemente entre ventarrones que las mantenían en un estado perpetuo de humedad. Tras consultar sus mapas aseguró que la barrera de hielo que se indicaba en en latitud 63º 21º era alguno de los errores cometidos por varios marinos. Tras muchas peripecias entre fuertes vientos e icebergs, logró traspasar los 70º de latitud sur el 16 de febrero de 1823, viéndose sorprendido por un mar abierto, un tiempo realmente hermoso, y una ligera brisa del NE que le empujaba hacia el sur con seguridad y rapidez, navegando por un mar totalmente libre de hielos hasta los 74º 15'.
A mediodía del 20 de febrero Weddell determinó que su posición era 214 millas más al sur del que había alcanzado el Capitán Cook, lugar a donde ningún ser humano había llegado antes. En este punto tuvieron que retroceder por las dificultades de avanzar al cambiar el viento, y la decepción por no avistar tierra alguna capaz de proveerles de cargamento. La tripulación estaba defraudada pero Weddell pronunció un discurso a la tripulación alabando sus esfuerzos, y felicitándolos por que nadie antes que ellos había llegado tan lejos. Izado el pabellón se disparó un cañonazo y se bautizó el nuevo mar recién descubierto (antes considerado como inaccesible) con el nombre de Jorge IV, en honor del soberano que reinaba entonces en Inglaterra. Tras continuar otras campañas de pesca hacia el Norte en las cuales no les faltaron dificultades, regresaron ambas naves a Inglaterra en julio de 1824. Nadie consiguió navegar con éxito la misma ruta que Weddell hasta casi 100 años más tarde.