ANATOMÍA HUMANA - FUNCIONES NUTRICIÓN: La sangre - 3ª parte

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Anatomía humana

FUNCIONES DE LA NUTRICIÓN

La sangre - 3ª parte


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Características y constitución (continuación)

Plaquetas

as plaquetas o trombocitos, son cada uno de los pequeños fragmentos existentes en la sangre de los mamíferos, que corresponden a células de gran tamaño de la médula roja de los huesos, los megacariocitos. Tienen un tamaño de entre 2 y 3 micas, y sobreviven un máximo de 10 días antes de ser destruidas por el sistema reticuloendotelial. En condiciones normales, se encuentran en la sangre en un número de entre 150.000 y 350.000 por milímetro cúbico.


Las plaquetas o trombocitos intervienen en la coagulación sanguínea, y es de gran importancia en la taponación de los vasos sanguíneos cuando se producen roturas o heridas

Las plaquetas o trombocitos intervienen en la coagulación sanguínea. Es de gran importancia para taponar los vasos sanguíneos cuando se produce su rotura, sea por una herida o traumatismo, formando un coágulo e impidiendo la pérdida masiva de la sangre. Este proceso está inhibido en la sangre circulante gracias a la presencia en el plasma de antitrombinas, como la heparina, que inactivan una enzima denominada trombina, la cual interviene en la coagulación de la sangre transformando el fibrinógeno que contienen en fibrina. Sin las antitrombinas la sangre podría coagularse en el interior de los vasos y provocar la muerte.

Grupos sanguíneos

Los grupos sanguíneos son cada una de las cuatro divisiones (AB, B, A y 0) en las que se clasifica la sangre humana, de acuerdo con su contenido en dos antígenos (aglutinógenos) A y B. Los antígenos son sustancias de elevado peso molecular que se encuentran en la superficie de los eritrocitos y los anticuerpos (aglutininas anti-A y anti-B) existentes en el plasma. Son capaces de estimular la formación de anticuerpos y reaccionar específicamente con ellos; se utilizan como fundamento en la vacunoterapia y la sueroterapia.

Los antígenos A y B están directamente relaciones con factores hereditarios.. Estos factores son dominantes, pero existe un tercero que indica la carencia de los dos. Así, se pueden dar cuatro casos en los diferentes individuos:

  • 1. Que posea eritrocitos con antígenos A y B, y plasma sin anticuerpos. Esta persona será del grupo AB.
  • 2. Que posea eritrocitos con antígeno A, y plasma con anticuerpos anti-B. En este caso los anticuerpos anti-B aglutinarían los eritrocitos del grupo B. Esta persona será por tanto del grupo A.
  • 3. Que posea eritrocitos con antígeno B, y plasma con anticuerpos anti-A. En este caso los anticuerpos anti-A aglutinarían los eritrocitos del grupo A. Esta persona será por tanto del grupo B.
  • 4. Que posea eritrocitos sin ningún antígeno, y plasma con anticuerpos de ambos tipos (anti-A y anti-B), Esta persona será por tanto del grupo 0.
La clasificación de un individuo según su grupo sanguíneo tiene una significativa utilidad. Al tener la herencia un papel determinante, es de gran ayuda para determinar las paternidades dudosas. En las intervenciones que se requieran transfusiones de sangre resulta fundamental, puesto que el plasma de una persona receptora debe pertenecer a un grupo que no aglutine los eritrocitos del donante, es decir, para que exista compatibilidad sólo puede recibir antígenos A o B que ya contenga su sangre, en otro caso serían rechazados por su organismo. Así, un individuo de grupo AB puede recibir de todos los demás (es un receptor universal), pero sólo puede dar a los de su mismo grupo; en cambio, los individuos del grupo 0 pueden dar sangre a cualquier persona (es un donante universal), pero sólo pueden recibir la de su grupo. Por su parte, los individuos de los grupos A o B pueden recibir los de su mismo grupo y también del 0, y dar a los de su mismo grupo y también a los AB.

Otro sistema de grupos sanguíneos es el llamado factor Rh, o factor rhesus. Se trata de un antígeno descubierto en 1940 que se halla en los glóbulos rojos (eritrocitos) del 85% de los humanos. Los que lo poseen pertenecen al grupo Rh+ y los que no al grupo Rh-. La sangre Rh- puede ser transfundida sin ningún inconveniente a las personas del grupo Rh+, pero el proceso inverso de un grupo Rh+ a otro grupo Rh- sólo puede realizarse una vez, ya que la segunda vez la persona del grupo Rh- se sensibiliza frente a los eritrocitos Rh+, fabricando anticuerpos anti-Rh y destruyéndolos.

El factor Rh es pues un carácter hereditario dominante. Un ejemplo de ello sucede cuando una mujer embarazada que pertenece al grupo Rh- tenga en su seno un hijo cuyo padre sea Rh+ (el hijo también será Rh+ por la dominancia del padre); en este caso la sangre de la madre produce anticuerpos anti-Rh, que podrían destruir los eritrocitos del feto y conducirlo a la muerte si no fueran sustituidos, ya que el sistema eritropoyético del feto, o del recién nacido, es inmaduro e incapaz de responder a una destrucción masiva de hematíes. No suele ser peligroso el primer embarazo, pero sí el segundo. Para evitar la muerte del feto o del recién nacido se procede a la llamada exsanguinotransfusión, que consiste en transfundir sangre, generalmente a través de la vena umbilical si está recién nacido. Se utiliza sangre concentrada en dosis fraccionadas, al mismo tiempo que se va extrayendo la sangre nociva para el feto. Es la medida más eficaz en casos de incompatibilidad sanguínea entre el recién nacido y la madre con distintos grupos Rh.

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