AGRICULTURA - REPRODUCCIÓN: Las semillas - 2ª parte

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Las semillas - 2ª parte


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Periodo de descanso

letra capitular El periodo de descanso de una semilla, como ya se dijo, es una fase que muchas semillas precisan superar después de desprenderse de la planta parental antes de que se encuentren en condiciones de germinar. En ocasiones se confunde este término con la falta de viabilidad, pues mientras la semilla no supere el periodo de descanso será obviamente inviable. En las orquídeas, por ejemplo, las semillas no germinan mientras no completen su maduración.

En algunas semillas, debido a la dureza de su cáscara, el periodo de descanso cubre lo que tarda en pudrirse o ablandarse ésta y penetrar el oxígeno y el agua en su interior. Los periodos de descanso en estas semillas que poseen embrión bien desarrollado se pueden acortar artificialmente, sea sumergiendo las semillas en agua previo a la siembra para que se ablande, introduciéndola en el congelador durante unas horas, o sometiéndolas a algún ácido abrasivo.

Siembra

La siembra es el proceso de esparcir y enterrar las semillas en determinados recipientes (semilleros) o el lugar de cultivo definitivo en el que se pretende obtener nuevas plantas. Previo a la siembra se deben seleccionar las semillas más adecuadas, y preparar la tierra mediante los procedimientos de acondicionamiento y fertilización (véase el artículo sobre acondicionamiento de los suelos).

La época de siembra depende de las condiciones meteorológicas del lugar, especialmente las relativas a temperatura y humedad, y las características biológicas de la especie que deseamos producir. Las estaciones típicas de siembra son primavera y otoño, pero deberán seguirse las instrucciones que acompañan a las semillas para determinar los meses más adecuados a las zonas correspondientes.

Los procedimientos de siembra más habituales son a voleo, esparciendo las semillas con la mano de forma regular sobre una superficie; a chorrillo, enterrándolas a lo largo de una línea sin solución de continuidad.; y a golpes, situando cada semilla (o grupo de semillas) a la distancia de su marco de plantación, es decir, enterrándolas en cada uno de los vértices creados por líneas entrecruzadas formando cuadrados. La distancia del marco de plantación se dispone con objeto de que la planta, durante su desarrollo, no invada el marco de otra planta adyacente limitándose mutuamente en el crecimiento normal. En determinadas especies se aconseja enterrar hasta 3 o 4 semillas por cada golpe, ejemplo de las leguminosas, asegurándose así la germinación de al menos una plántula; posteriormente se realiza un aclareo para dejar sólo una planta por marco.

En la siembra a golpes se disponen las semillas a la distancia de su marco de plantación
En la siembra a golpes se disponen las semillas a la distancia de su marco de plantación

Todas las operaciones de siembra en el lugar en que crecerán definitivamente las plantas se denominan de siembra directa; si la zona de cultivo es de gran extensión se suelen utilizar métodos mecánicos, mediante sembradoras que van soltando la semilla a distancias regulares, para posteriormente ser tapadas por un apero unido a su extremo posterior.

Las semillas que se siembran en semillero suelen disponerse muy juntas sin atender a un estricto marco de plantación, pues nunca alcanzarán su total desarrollo en ese mismo lugar, sino que se trasplantarán posteriormente al terreno de asiento. En los recipientes dispuestos como semilleros la siembra se realiza a mano, enterrando las semillas a una profundidad máxima del doble de su longitud.

Las semillas que se siembran en semillero no precisan mantener un marco de plantación estricto, ya que su normal desarrollo se realizará en otro lugar mediante trasplante
Las semillas que se siembran en semillero no precisan mantener un marco de plantación estricto, ya que su normal desarrollo se realizará en otro lugar mediante trasplante

Antes de la germinación se debe cuidar la humedad y temperatura; en ocasiones será útil colocar un cristal sobre el semillero para que el efecto invernadero favorezca el proceso; el encharcado siempre es perjudicial. Aunque depende de la especie, en general ya se puede realizar el trasplante cuando la plántula tenga entre 7 y 10 cm. de tallo.

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