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El período colonial, 1701-1821

omo la vida colonial se iba estabilizando gradualmente, más mujeres españolas emigraron a Nueva España, acompañando a sus padres y hermanos, y alterando considerablemente la composición de la sociedad colonial. Las mujeres españolas, especialmente las que podían llevar una dote respetable al matrimonio, fueron buscadas en gran medida. Aunque la sociedad española, al igual que otras sociedades europeas, eran patriarcales en su relegación de las mujeres, las esposas e hijas podían heredar bienes. En el período colonial tardío varias mujeres gestionaban negocios en las ciudades o administraban la propiedad rural en la Nueva España.

Un cambio fundamental en el gobierno de la Nueva España se produjo como consecuencia de la Guerra de Sucesión española (1701-1713), cuando la casa de Borbón sustituye a los Habsburgo en el trono español. Los reyes Borbones eran déspotas ilustrados cuyos intereses principales eran el aumento de la rentabilidad económica, y se introdujeron muchas ideas y prácticas francesas en la administración de ultramar del imperio español.

Entre las reformas administrativas notables emprendidas por Carlos III en 1784 fue la creación de 18 intendencias en el que también se reorganizaron los gobiernos locales. Encabezada por la intendencia de México, cada intendencia fue presidida por un intendente que se le dio una autonomía considerable en el aumento de la producción económica dentro de su esfera, el desarrollo de las artes y las ciencias útiles, y mejorar la educación y las condiciones sociales, estas últimas más por razones económicas que altruistas.

La reales ordenanzas de la intendencia eran de carácter obligatorio en su observancia; su aplicación fue decisiva para la organización de la vida económica de la Nueva España, y de hecho vino a ser como una especie de constitución en su época, aunque no estaba libre de problemas para su ejecución efectiva.

Reales ordenanzas de Carlos III para el gobierno de la minería en Nueva España

Alimentada por las corrientes del racionalismo de Inglaterra y Europa, la Ilustración en España y México impulsó la difusión de nuevos conocimientos científicos y, sobre todo, su aplicación a la minería y la agricultura. México también fue influenciado por el liberalismo político cuando las revoluciones americana y francesa pusieron en tela de juicio el derecho divino de los reyes, y por el creciente militarismo cuando los británicos y los rusos invadieron fronteras coloniales de la Nueva España.

Después de haber encadenado una serie de misiones y fuertes en el norte de México, las autoridades de Madrid y México aumentaron las pocas tropas españolas regulares mediante el fomento de una milicia local con exenciones especiales (fueros) concedida a criollos (nacidos en México). Por lo tanto, una combinación explosiva resultó de la aparición casi simultánea de nuevas ideas, armas, y la confusión administrativa de las nuevas burocracias entre la era de los Habsburgo y los Borbones.

Las turbulencias de la Europa napoleónica fue el antecedente inmediato del movimiento por la independencia de México. Napoleón I ocupó España en 1808, encarcelando el rey Fernando VII, y puso su propio hermano, José Bonaparte, en el trono español. Rebelado, el español resucitó sus desaparecidas Cortes (asamblea representativa) para gobernar en ausencia del rey legítimo y, con representación de los reinos de ultramar, las Cortes en 1812 promulgaron una constitución liberal en nombre del rey. El documento preveía un monarca constitucional, el sufragio popular, un gobierno representativo, y otras características tomadas de las constituciones francesas y estadounidenses.

Pero, a medida que España enviaba órdenes contradictorias a México, se estimulaban rivalidades y revueltas. El establecimiento del virreinato dejó rebeliones esporádicas por aquellos que profesaban lealtad al rey preso, pero que a la vez exigían alguna forma de autogobierno.

Retablo de la Independencia (Juan O'Gorman), Castillo de Chapultepec, representando al sacerdote Miguel Hidalgo y Costilla llamando a la revuelta

La más importante revuelta local fue provocada por Miguel Hidalgo y Costilla, sacerdote de la parroquia de Dolores. El 16 de septiembre de 1810 (en la actualidad se  celebra como Día de la Independencia de México) Hidalgo emitió el "Grito de Dolores", pidiendo el fin del régimen por españoles, por la igualdad de las razas, y para la redistribución de tierra.

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