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Tecnología
INDUSTRIA
La industria textil - 2ª parte
Procesos y tratamientos textiles
a industria textil comprende multitud de procesos y/o tratamientos específicos destinado a dar a los hilos y a los tejidos propiedades y características concretas.
Dependiendo del tipo de fibra, o del efecto de acabado que se desea dar, se utilizan variados métodos físicos y químicos.
Entre los procedimientos habituales destacan los siguientes:
Acabado
Es el conjunto de operaciones que
se llevan a cabo sobre un tejido crudo para adecuarlo a su uso final. Las
principales son: repasado, lavado, cepillado, enrasado, chamuscado y apresto. El
acabado castor es un acabado especial que se confiere a la lana para conseguir
una superficie cubierta de pelo aplastado. El acabado denominado "Sajonia" es un
tipo de acabado que proporciona suavidad a un tejido.
Agramado
Es una operación
consistente en machacar y espadillar el lino, cáñamo, yute, etc.,
después de su maceración, para conseguir las fibras limpias.
Alisado
Es una operación
consistente en tratar los hilos de lana a cierta tensión, sometidos a
temperatura y humedad adecuadas, para evitar su posterior rizado.
Azufrado
Es un proceso de
blanqueado al cual se someten las lanas mediante emanaciones de azufre.
La hilatura
La hilatura comprende el conjunto de procesos al que son sometidas las fibras textiles, tanto las naturales como las sintéticas, para ser transformadas en hilados homogéneos y resistentes.
El proceso de hilatura varía en función de las características de las fibras, tales como la longitud, limpieza o finura, así como el origen animal, vegetal, químico, etc. Así, se diferencia la hilatura de fibras largas, como la lana, de las fibras cortas, como el algodón. Las operaciones fundamentales que tienen lugar en el proceso de la hilatura comienzan con la limpieza y apertura de las fibras, de tal modo que queden sueltas, homogéneas y libres de impurezas, ya que éstas perjudican la calidad del hilo. Esto se consigue con máquinas que combinan acciones mecánicas y aerodinámicas.
Dado que las fibras textiles son heterogéneas, hay que llevar a cabo una mezcla de las que tienen características parecidas, a fin de que las propiedades del hilo permanezcan lo más constante posible en un mismo proceso de fabricación. Mediante el cardado se separa cada una de las fibras, las cuales se hallan todavía desordenadas formando una masa más o menos voluminosa después de la depuración, con objeto de reunirlas después en una cinta en la que se disponen con regularidad y parcialmente orientadas en dirección axial. Seguidamente se procede a regularizar y homogeneizar las cintas procedentes de la carda, normalmente irregulares, para lo cual se realizan sucesivos estirados y doblados de las mismas. El estirado se lleva a cabo pasando las cintas entre dos pares de cilindros de velocidades periféricas diferentes. En las mecheras, las cintas son estiradas de nuevo y se transforman en mechas, de menor masa lineal. Mediante una ligera torsión se obtiene una cohesión natural de las fibras.
El hilado, propiamente dicho, consiste en realizar un último afinado de la mecha para transformarla en un hilo, el cual se somete al mismo tiempo a una torsión, que le dará la tenacidad deseada. Finalmente, el hilo es enrollado sobre un soporte. Suplementariamente, se realiza el peinado, en cuya operación se elimina la totalidad o buena parte de las fibras más cortas, con objeto de obtener hilos muy finos y especialmente regulares. Con frecuencia se realizan también otras operaciones complementarias posteriores, como el devanado en grandes bobinas, el retorcido, el flameado, etc. Las fibras sintéticas o químicas, ampliamente utilizadas en la industria textil, han de tener, para poder ser hiladas, una longitud y un grosor similares a los de las fibras naturales.
El tintado
Una vez confeccionados tanto los hilos como los tejidos, se someten a operaciones de tintado para conferirles el color deseado. Para ello, se recurre a productos químicos si las fibras no incorporan ya el color pretendido antes de la hilatura.
Debido a que los materiales textiles sometidos al teñido o tintado son de naturaleza química muy diversa, los colorantes actúan de muy distintas maneras. Antes de efectuar esta operación, por lo general se blanquea el producto textil y, si es necesario, se trata con un mordiente. Las materias textiles pueden teñirse en diferentes fases de su manufactura: en estado de fibra, de cinta cardada, de hilado o de tejido. Para que se pueda producir el fenómeno de absorción, capilaridad y adherencia, las materias a teñir deben ser necesariamente porosas.
Área de tintado de una planta textil
Químicamente se asume que el colorante se combina con las moléculas de la sustancia a teñir. En la teoría electrocoloidal, los colorantes se unen a otras materias gracias a que en estado coloidal poseen una carga eléctrica positiva o negativa, lo cual origina una fuerza de atracción sobre las cargas de signo contrario de dichas materias (eléctricamente, las cargas de signo contrario se atraen, al contrario que las cargas de igual signo, que se repelen).
La merceración
La merceración es un proceso textil que consiste en el tratamiento de las fibras de algodón o hilo (normalmente bajo tensión) con hidróxido de sodio concentrado. Mediante este proceso, el algodón adquiere cierto brillo sedoso, se hace más resistente a la tracción, presenta mayor afinidad por el tinte y aumenta su reactividad química frente a diversos procesos de acabado.