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Salud
NEUROCIENCIAS: LA CIENCIA DEL CEREBRO
Mensajeros químicos - 1ª parte
Fuente: Asociación Británica de Neurociencias
Introducción
os potenciales de acción se transmiten y transportan a lo largo del axón hacia unas regiones denominadas sinapsis, en donde los axones contactan con las dendritas de otras neuronas. Las sinapsis están constituidas por un terminal nervioso presináptico, separado por un pequeño espacio del componente postsináptico, que normalmente se encuentra situado en las espinas dendríticas.
Las corrientes eléctricas responsables del potencial de acción no son capaces de superar este espacio. La transmisión a través de este espacio se produce gracias a la acción de los mensajeros químicos, también conocidos como neurotransmisores.
Almacenamiento y Liberación
Los neurotransmisores se almacenan en pequeñas bolsas esféricas llamada vesículas sinápticas en los terminales de los axones. Existen vesículas dedicadas al almacenamiento y otras situadas mas cerca de los terminales axónicos, que están preparadas para su liberación. La llegada del potencial de acción induce la apertura de los canales iónicos que permiten la entrada de Calcio (Ca2+). Esta entrada de Ca2+ activa una serie de enzimas que actúan en una gran variedad de proteínas presinápticas, que reciben nombres exóticos tales como “snare”“tagmina” y “brevina” (realmente nombres muy buenos para los personajes de una historia de aventuras científicas).
Los neurocientíficos acaban de descubrir que estas proteínas se asocian a otras, produciendo que las vesículas sinápticas encargadas de liberar los neurotransmisores, se fusionen con la membrana, abriéndose y liberando el mensajero químico al exterior de los axones.
Este mensajero se difunde a través de los 20 nanómetros que constituyen el espacio sináptico. Las vesículas sinápticas se vuelven a formar cuando sus membranas son recicladas hacia el interior del terminal axónico y se vuelven a rellenar de nuevo con el neurotransmisor, para su subsiguiente liberación, constituyendo un proceso de reciclaje continuo. Una vez que el neurotransmisor llega al otro lado, proceso que ocurre sorprendentemente rápido (menos de un milisegundo), interacciona con estructuras moleculares especializadas, llamadas receptores, en la membrana de la siguiente neurona. Las células gliales también se encuentran presentes alrededor del espacio sináptico.
Alguna de ellas tienen como pequeños aspiradores en miniatura, llamados transportadores, cuya función es la de eliminar del espacio sináptico el exceso de neurotransmisor. Este proceso libera el espacio de los mensajeros químicos antes de que llegue el siguiente potencial de acción. Pero nada se desperdicia: estas células gliales procesan el neurotransmisor y lo envían de vuelta para que sea almacenado de nuevo, dentro de las vesículas sinápticas de los terminales axónicos para su uso en el futuro. Este trabajo de las células gliales no es el único mecanismo por el cual los neurotransmisores son eliminados de la sinapsis.
Algunas veces las células nerviosas recapturan el neurotransmisor ellas mismas y lo mandan de vuelta a los terminales axónicos. En otros casos, el transmisor es eliminado del espacio sináptico por otros productos químicos.
Mensajeros que abren canales iónicos
La interacción de los neurotransmisores con los receptores se parece al funcionamiento de una llave y una cerradura. La unión del neurotransmisor (la llave) con los receptores (la cerradura) generalmente causa la apertura de los canales iónicos; estos receptores se llaman receptores ionotrópicos (ver Figura en la página siguiente).
Si el canal iónico permite la entrada de iones positivos (Na+ o Ca2+), produciendo una corriente positiva que conduce a una excitación, esto produce un cambio en el potencial de membrana llamado potencial postsináptico excitatorio (ppse).