“No siempre lo que sucede después significa progreso”
(Alessandro Manzini)
Finalmente, la UNESCO declaró el DÍA MUNDIAL DE LA RADIO en su 36 Conferencia General celebrada el 3 de noviembre de 2011 y, que sepamos, sólo la Administración Postal de las Naciones Unidas le ha dedicado los primeros sellos que, indirectamente, son el homenaje a la propia emisora de la ONU.
En efecto, el 13 de febrero de 1946 surcaba el éter la primera de las emisiones radiales de la organización mundial desde la sede central de las Naciones Unidas en Lake Success (Nueva York), cuando se identificó “AQUÍ LAS NACIONES UNIDAS. NOSOTROS LLAMAMOS A TODAS LAS PERSONAS DEL MUNDO”.
Durante décadas su señal fue puesta en el aire a través de transmisores de la VOA o de la desaparecida Radio Suiza Internacional [uno de los primeros países europeos en abandonar la onda corta y también de los que más tiene que gastar para que hablen de él para tratar de atraer turismo]. Hubo otros emplazamientos, pero esos eran los dos más habituales en mi QTH en aquella época en donde casi un centenar de países colocaban emisiones de radio en onda corta en idioma español.
La radio ha sido, para la ONU, un medio de acercar a los pueblos y de llevar la esperanza a regiones azotadas por las guerras o los desastres naturales. En la práctica siempre adoleció de un cierto regusto por lo “políticamente correcto” y no nos traía absolutamente nada nuevo a los “diexistas” ya que la información transmitida era la oficialmente gestionada por el departamento de comunicación de la ONU que, generalmente, entregaba las copias a todos los medios acreditados y prácticamente de manera inmediata era radiada o publicada en todo el mundo. Sólo tenía el valor de saber que eran informes generados en la ONU y por lo tanto de cierta credibilidad, pero no eran de una radiante inmediatez. Su servicio de atención a la correspondencia tampoco era ejemplar (en 2012 también comprobaría que los “gorilas” que vigilan la sede neoyorquina son cualquier cosa menos educados. ¡Qué diferencia con la sede de Ginebra en donde te dejaban deambular prácticamente por todo el edificio!).
La designación del 13 de febrero como “día de la radio” es un claro reconocimiento a uno de los medios de comunicación más universales y democráticos de cuantos inventó el ser humano. Hasta que nos llegó el XXI y nos dio el peor coscorrón de la “historia radial universal”, la radiodifusión pública europea gozaba de una envidiable salud y varios países eran los “paladines” de la programación bien hecha y totalmente actual en las ondas internacionales. El resto de continentes, salvo el asiático, prácticamente eran convidados de piedra en el panorama radial internacional y sólo alguna que otra emisora descollaba como generadora de buenos programas y excelentes profesionales de la imparcialidad. Además teníamos centenares de emisoras tropicales africanas y americanas que hacían las delicias de los “lechuceros” de medio mundo.
Hoy en día, con apenas una década en el nuevo siglo, parece que la radio está sufriendo su peor Apocalipsis. Centenares de emisoras han dejado la onda corta, miles dejaron la onda media y, sin embargo, nacieron varios miles de emisoras de FM que tratan de hacernos creer que es la panacea en el mundo de la comunicación. El gran impulso que los socialistas dieron a las emisoras comunitarias o libres en Francia fue un sueño de libertad que a finales del XX parecía llevarnos por buen camino; hoy en pleno XXI aquellos sueños se esfumaron y apenas si quedan una cincuentena de ellas en el hexágono. En el resto del país “malviven” y las privadas se cambian los cromos con una facilidad atroz. De mayor libertad y pluralidad, sólo fue eso: UN SUEÑO.
La FM acabó degenerando y la radio de proximidad está acabando con la libertad de expresión [si eres de los míos, si dices lo que políticamente me interesa si, en definitiva, te sometes: entonces tienes recuerdos]. Yo diría que la embrutecen, que la humillan. Muchísimas de ellas ya ni tan solo tienen incidencia sobre la población más inmediata. Sólo las grandes corporaciones están colonizando [y manipulando] el espectro que el poder político ha puesto en sus manos (muchas veces en procesos poco claros y en donde los contrarios, políticamente hablando, han sido barridos. Como muestra el caso de las autonomías españolas en donde según qué cadenas les es imposible transmitir y si, saltándose la barrera, lo consiguen rápidamente son calladas por las huestes del Gobierno de turno que, eso sí, inyecta miles de euros del presupuesto para hacernos creer que disponemos de unos medios “imparciales”). La libertad de expresión que tanto cacarea también el servicio de las Naciones Unidas es totalmente superlativa por no decir brutal y bochornosamente penosa. Parece increíble como en un par de décadas los medios hablados han caído en el abismo, pero volvamos a los sellos.
Se trata de seis valores (dos para cada despacho de la ONU ), bastante asépticos (algo habitual en sus signos postales en donde de vez en cuando nos encontramos con signos hispánicos) pero que nos muestran el medio radial bastante fielmente reflejado, desde el origen al final (emisor al receptor).
FACIAL | SEDE | MOTIVO | TIRADA |
46c | Nueva York | Antenas | 135.000 |
1.10$ | Nueva York | Locutora y micrófono UN RADIO | 135.000 |
1.40FS | Ginebra | Corresponsal enviando su crónica desde un campamento a la central en Nueva York. | 105.700 |
1.90FS | Ginebra | Técnicos en el estudio. | 105.700 |
0.70€ | Viena | Micrófono y guiones de la radio. | 126.700 |
1.70€ | Viena | Oyente africano escuchando la radio en su portátil (curiosamente, la misma imagen está en la www.worldradioday.org). | 126.700 |
Fueron diseñados por Rotie Katz y se basó en las fotografías de Jos, UN Photo y Verhoogen. El tamaño de los sellos es de 30×40 mm, se imprimieron en litografía offset en hojas de 20 ejemplares en la canadiense Lowe Martin Group, dentado 13×13.5. La tirada de pliegos fue 6760-5285-6325 (de cada valor y despacho respectivamente) e iniciaron su poder liberatario para el franqueo el 13 de febrero de 2013.
Los sellos presentan un elemento interactivo especial que permite, a los poseedores de iPhone, tabletas o teléfonos inteligentes, descargar las aplicaciones de la radio de las Naciones Unidas, para observar otras particularidades de los sellos no visibles al ojo humano y enlazar con la emisora. Todo ello permitirá conocer más de cerca la organización, la elaboración de contenidos de la emisora que hoy forma ya parte de la historia universal y ha hecho posible ese DÍA MUNDIAL DE LA RADIO. Ahora sólo nos resta conseguir que sea declarada también PATRIMONIO INMATERIAL DE LA HUMANIDAD.
Bienvenidos estos nuevos efectos que acrecientan los varios centenares de estampillas de todo el mundo que de una u otra forma honran al invento de Popov o Marconi, pero que en realidad ha sido posible gracias a decenas de científicos y aficionados que muchas veces quedan a la sombra.
UNPA PHILATELIC BUREAUPALAIS DES NATIONSCH – 1211 GINEBRA 10 (SUIZA) | |
ONU NUEVA YORKUNPA PHILATELIC BUREAUP O BOX 5900 NEW YORK NY 10017 (USA) | |
UNPA PHILATELIC BUREAUPOSTFACH 900WAGRAMER STRASSE 5 A-1400 VIENA VN (AUSTRIA) |
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