---

1 2 3

Infancia de Zeus

omo ya hemos leído en las introducciones de la cosmogonía greco-latina, Rea consiguió salvar a su hijo Zeus del intento de ser devorado por su esposo Cronos, entregando a éste una piedra envuelta en pañales. Mientras, Zeus se encontraba a salvo en una gruta del monte Ida, donde fue criado por las ninfas.

Para que Cronos no pudiese escuchar los llantos del bebé, los Curetes⁽¹⁾ gritaban y danzaban golpeando sus lanzas contra los cascos y escudos. Este es el origen de la danza guerrera llamada pírrica.

Los Curetes bailando en torno al bebé Zeus. Ilustración de Jane Ellen Harrison

En tanto Cronos permanecía confiado, las ninfas del monte Ida alimentaban al niño Zeus con miel de las abejas y leche de la cabra Amaltea, la más bella de las cabras y honra de los rebaños de Creta. Pero un día ella rompió uno de sus cuernos contra un árbol (también se dice que lo rompió el niño Zeus mientras jugaba); una ninfa, pegando el cuerno partido, lo envolvió en unas hierbas recién recogidas y lo presentó cargado de frutos en los labios de Zeus.

Cuando Zeus se tornó en señor de los cielos, sentándose en el trono de su padre, nada vio en el Universo que superase su invencible poder, y colocó entonces a la cabra que le alimentara entre las constelaciones del firmamento dándole el nombre de Capricornio. Al cuerno de Amaltea le otorgó el poder de que quien lo poseyera pudiera obtener cuanto deseara (leyenda de la Cornucopia). Con la piel de Amaltea Zeus mandaría fabricar una armadura, la Égida, que sería forjado por Hefesto, dios del fuego. Zeus donaría la Égida a Apolo y luego a su hija Atenea, dios de la guerra.

⁽¹⁾Los Curetes eran unos seres místicos, bailarines admiradores de Rea, cuyo origen se presta a confusión (Virgilio los confundió con los Coribantes). También se tiende a nombrar sin diferenciar a los "Curetes o Cunetes"; así lo expresa en un resumen de su obra el historiador Fernando Gascó:

"Hay una cierta confusión con respecto a los Curetes, mencionados por Justina como habitantes de Tartesos. Unos estudiosos prefirieron y prefieren sustituirlos por Cunetes, otros mantenerlas y, por fin, hay quien, cuando se refiere a este pasaje, habla de «Curetes o Cunetes», como si la elección entre unos u otros fuera indiferente. En mi opinión se debe mantener la lectura de los mejores manuscritos: Curetes. La presencia de estos Curetes se justificaría a través de una falsa etimología inducida por un topónimo de la zona tartésica (¡¡tus Curense). Surge también a medida que se desarrolla esta cuestión el tema de los orígenes griegos o indígenas de las leyendas asociadas a estos Curetes. Frente a quienes afirman un origen exclusivamente griego o un origen exclusivamente indígena de la leyenda de Gárgoris y Habis, sostengo que se trata de un producto mixto."

(Extraído de la obra de Fernando Gascó, Revista de Historia Antigua, UCM)

Fuentes: Robert Graves, Los Mitos Griegos; Isaac Asimov, Las palabras y los mitos; René Ménard, Mitología Greco-latina.

1 2 3

© ASOCAE ONGD, Asociación Española para la Cultura, el Arte y la Educación - www.asocae.org - RNA 592727 - CIF.: G70195805 ¦ Contacto  ¦  Bibliografía ¦  Política de privacidad ¦ Esta web NO utiliza cookies, ni guarda datos personales de los usuarios