Literatura poética
LA POESÍA EN EL SIGLO XIX
Las distintas orientaciones literarias - 2ª parte
Poesía realista
l Realismo fue un movimiento literario que surgió a mediados del siglo XIX, como reacción frente al Romanticismo que se había quedado sujeto a la idealización y el afán en pro de la belleza.
La poesía realista se caracteriza por la descripción objetiva y detallada de las costumbres cotidianas, los sucesos contemporáneos, los ambientes locales, así como la reproducción de la lengua popular, coloquial o familiar, con ausencia absoluta de idealización, y sin recurrir como fuente al pasado histórico. Estas características se dan mayoritariamente en la prosa realista con respecto a la poesía realista, especialmente la novela, que fue el género más cultivado.
Los precedentes de este movimiento ya se encuentran en el siglo XVIII, con la novela picaresca y sentimental, pero fueron los avances en las ciencias naturales y la difusión del positivismo los que hicieron de trampolín. Los autores se vieron así invitados a analizar la realidad y cambiar su actitud frente a ella.Así pues, a partir de 1850 se observa en la orientación poética española intentos de cambio respecto a la expresión romántica. Algunos autores, aún siendo continuadores del Romanticismo, comenzaron a escribir una poesía de tema más cotidiano y próximo a la vida real de la época. Esas tendencias conducirían a la poesía de Ramón de Campoamor, que constituyó el primer intento serio de superar las formas poéticas románticas, encuadrándose su poesía en lo que podría denominarse "Romanticismo realista".
Ramón
de Campoamor (izquierda) como precursor, y Gaspar Núñez de Arce
(derecha), entre otros,
se
encuadran en la línea de la poesía que podría denominarse
"Romanticismo realista"
Los temas y formas de la poesía realista huyen de la exageración y excesiva musicalidad románticas, convirtiéndose habitualmente en una poesía prosaica y vacía, de carácter amable y sin complicaciones, donde los temas suelen ser intrascendentes y banales, o pretendidamente filosóficos. Además de Campoamor, cultivaron exitosamente esta línea Manuel de Palacio y Gaspar Núñez de Arce.