Inventos e inventores
HISTORIA DE LOS INVENTOS
Fuente: Revista "Sucesos"
La epopeya del confort - 3ª parte
La bicicleta (continuación)
n testigo de la época, John Kests, escribió a sus hermanos en 1819: "La novedad del día es una máquina llamada velocípedo; es un vehículo de ruedas que hay que montar como un caballito, sentándose encima de él, y se hace caminar empujando con los pies y manteniendo en las manos una rueda como timón. Puede hacer hasta siete millas por hora y cuesta ocho guineas; pero pronto se encontrarán a precio más barato, a menos que el ejército se los acapare".
Por fin en 1867 Madison construye un merco de tubos de acero con ruedas de rayos también de acero, y en 1869 la transmisión de cadena de Trefz, perfeccionada por Lawson en 1876, da vida definitiva a la bicicleta actual. Le producción industrial del modelo Rover, similar al de hoy, fue iniciada por Starley en 1885. Un elemento de gran importancia en el desarrollo de la bicicleta y de casi todos los vehículos fue el cojinete de bolitas, que patentó en 1802 el francés Cardinet.
VELOCIPEDO: En 1867, Michaux creó este modelo de
velocípedo, uno de los primeros que utilizaron el
sistema de pedal.
Modificaciones que lo mejoraron fueron aplicadas por Lechner en 1898 y el modelo actual fue proyectado por Wingquist en 1907. Otras variedades de cojinetes o rodamientos son los de rodillos, cilíndricos, cónicos y de empuje.
Aportes a la medicina
El genio creador del hombre se ha volcado en la medicina con mayor fuerza en los últimos cien años, una vez que se rompieron numerosas barreras morales y religiosas que impedían aplicar al ser humano un tratamiento que no fuera el que le tradición y la costumbre autorizaban.
Uno de los más audaces y cuya obra tuvo importancia para el mundo entero fue Eduardo Jenner, inventor y realizador de la vacunación contra la viruela. Se he dicho que atacar el organismo con la misma enfermedad de la que se quiere defenderlo para estimular su capacidad de reacción constituye un acto inventivo de genialidad indiscutible.
Otro aporte de valor extraordinario fue el de Luis Pasteur, fundador de la microbiología y de la sueroterapia, con le aplicación ¢e suero de animales inmunes o inmunizados para combatir la afección específica. C. W. Long, en 1842, aplicó éter a un paciente, y W. Z. G. Morton, un dentista de Boston, en 1846, prosiguió esta investigación hasta que nació la anestesia, 1845: Elías Howe inventó este tipo de máquina de coser.
Joseph Lister dio forma a la antisepsia y luego Ignaz Semmelweiss avanzó más con su larga lucha para hacer prevalecer sus principios sobre asepsia, es decir que debían esterilizarse todos los instrumentos y otros medios que se emplean en una intervención quirúrgica si es que se quiere evitar infecciones mortales o graves al paciente.
Carlo Forlanini, en 1882, introduce la técnica del neumotórax terapéutico, una de las primeras y buenas armas para combatir la tuberculosis, que durante el siglo pasado parecía ser una de las enfermedades románticas muy propias de señoritas pálidas y de poetas y bohemios.
Adolf von Bayer inventó la fórmula de la aspirina con el ácido acetilsalicílico base de todos los analgésicos que se usan hoy. A partir de 1900 en adelante el ritmo de producción de nuevos elementos para la medicina no se puede seguir con acuciosidad, porque ceda día surgen aparatos, técnica y antibióticos, hasta llegar a la bomba de cobalto y a los rayos láser, en intervenciones quirúrgicas que si se hubiese deseado hacerlas en el siglo pasado no habrían sido posibles por falta de medios materiales. Subsiste como desafío mayor el cáncer, con su siempre creciente número de víctimas, mientras se continúa investigando con un poderoso despliegue de medios humanos, materiales y económicos.
En la industria
La máquina de coser tuvo una existencia muy agitada, especialmente en sus primeros tiempos, en que era resistida por su capacidad de dar más de doscientos puntos por minuto y también por dejar a decenas de obreros sin trabajo. La máquina de coser llegó con la revolución industrial y los primeros proyectos se hicieron entre los siglos XVIII y XIX por Weisenthal, Seint y Nadersperger.
El francés Barthélemy Thimmonnier construyó en 1830 una máquina de madera accionada a pedal que daba más de 200 puntadas por minuto y la instaló en su taller de sastrería. Este fue presa de las llamas después de la airada reacción de sus operarios, que advertían en la máquina un peligro para su estabilidad en el trabajo.
1845: Elías Howe inventó este tipo de
máquina de coser
En 1845, el norteamericano Elías Howe construyó una máquina con una aguja provista de ojo en la punta y lanzadera independiente, en la que la tela a coserse estaba dispuesta verticalmente y la aguja se movía horizontalmente. Desde 1851, a través de la industria Singer, la máquina de coser comienza a producirse en serie, para convertirse en una herramienta doméstica de primera importancia.