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El Hombre y la Tierra
Las relaciones vitales Hombre-Tierra analizadas desde un punto de vista crítico
RECURSOS NATURALES
Los recursos energéticos
l uso de la energía, cada vez más creciente, es algo inherente a todas las sociedades desarrolladas, y uno de los índices críticos de productividad.
Desde las dos toneladas de carbón per capita en 1940, hasta las siete toneladas en la década de 1980, no ha dejado de crecer en este nuevo siglo.Las energías provenientes del petróleo han ido en aumento año tras año, y la eléctrica es una de las formas que crecen más rápidamente. Como ejemplo de la progresión, en las últimas dos décadas del siglo XX Estados Unidos de América generó una demanda del 300% al 400%. Si anualmente creciese la demanda un 5%, sería preciso duplicar los abastecimientos cada 15 años aproximadamente.
Las demandas de energía como las provenientes del petróleo han ido en aumento año tras año
Las alternativas a las energías escasas y la problemática de la energía nuclear
Afortunadamente, existen muchas clases de energía que tienen usos intercambiables en función de su escasez. Si una energía no puede suministrarse de acuerdo a la demanda del mercado, ésta comienza a subir de precio; por su parte, las tecnologías reciben impulsos para abaratarlas o desviar la demanda hacia otras fuentes alternativas. Solo en el caso de que todas las fuentes de energía fueran tan precarias que corrieran el riesgo de agotarse, y las demandas mundiales llegasen a un punto álgido, se nos presentaría un problema real de escasez.Alguna fuente de energía como la producida mediante fisión nuclear, es de alto rendimiento y pareció en sus inicios que sería la salvación de la humanidad, en cuanto a su búsqueda de energías poderosas que mantuviera sin traumas los índices de crecimiento de las demandas; pero desafortunadamente resultó ser también altamente contaminante.
Los desechos nucleares mantienen su poder radiactivo durante cientos de años y generan no pocos problemas para su eliminación. Además, existe cada vez un mayor rechazo social. En muchos países existen moratorias nucleares, y es previsible que su futuro esté enfocado mas bien a la medicina y al laboratorio que a la producción de energía.
Las reservas energéticas y el impulso a las energías sostenibles
Pero la situación no deja de ser preocupante. Mientras que el hombre disponga de capitales de energía no renovables a su disposición, y no se enfrente a la necesidad de sustituirlos, no habrá impulso eficaz al estudio y desarrollo de otras fuentes de energías sostenibles.Nuestro planeta almacena un capital de energía en forma de combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas natural...) que se formaron en los últimos mil millones de años. El carbón tuvo su protagonismo durante la revolución industrial, proporcionando al menos el 80% de la energía mundial; hoy día fue relevado en gran parte por el petróleo, y en menor medida por el gas natural, que comienza a ser popular por la ausencia de contaminantes.
Mientras el hombre disponga de capitales de energía no renovables, como los combustibles fósiles, no se enfrentará a la necesidad de impulsar las energías alternativas, como la del Sol
Es probable que se recupere de nuevo el carbón a índices de consumo no recordados, cuyas reservas mundiales se estiman en cinco billones de toneladas, pero este siglo XXI será sin duda el de la innovación tecnológica en cuanto a sistemas que trabajen con energías alternativas y no contaminantes.
Las fuentes de energía menos contaminantes
La fuerza animal ha sido una de las fuentes de energía más antiguas y menos contaminantes, como también los molinos de viento y los de agua, a los que alguna vez probablemente haya que volver, pues la existencia de viento y agua en cantidades extraordinarias será aliciente para que el hombre estudie su mejor aprovechamiento.
La fuerza animal ha sido una de las fuentes de energía más antiguas y menos contaminantes
El Sol arroja sobre nuestro planeta incalculables cantidades de
energía
El Sol es otra fuente, totalmente limpia y casi inagotable, que arroja sobre nuestro planeta incalculables cantidades de energía; no obstante todavía se requiere invertir en investigación para hacerla rentable, pues actualmente se precisan grandes superficies de terreno para que la luz concentrada produzca energía utilizable. Además, los puntos de la tierra donde la energía es más necesaria (como en las regiones frías y nubosas) es inviable; en su defecto se pueden paliar mediante centrales eólicas, cada vez más en auge, y que gracias al estudio continuo mejoran progresivamente su rendimiento; esta forma de energía será sin duda muy utilizada en las próximas décadas.