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Historia y Arte
PREHISTORIA
La Edad de los Metales - 1ª parte
Introducción
uando aparece la metalurgia algunos pueblos han desarrollado ya la escritura.
Este hecho pone de manifiesto que, a finales del Neolítico, se produjo un
notable distanciamiento cultural entre unos pueblos y otros.
Mientras en los valles de los ríos Tigris y Éufrates, en Mesopotamia, y del Nilo, en Egipto, surgen poderosas civilizaciones, en el resto del mundo habitado los niveles de desarrollo eran muy diferentes. Algunos pueblos comenzaban a dominar los metales, pero otros apenas habían comenzado la revolución neolítica y aún buena parte de la humanidad seguía en el Paleolítico.
Por todo esto, resulta difícil determinar si las épocas de los metales son épocas prehistóricas, o deben considerarse ya plenamente dentro de la Historia.
La evolución de la metalurgia
Los primeros metales que usó el hombre debieron ser el cobre, el oro y la plata, que, a veces, se encontraban en la naturaleza en estado puro. Este uso no implicaba el conocimiento de las técnicas de metalurgia. Los primeros metales fundidos aparecen en el cuarto milenio a. de C. y se localizaron en Oriente Próximo, desde donde se fueron difundiendo hacia Asia y Europa.
Espadas de de la Edad de Bronce (Museo
Arqueológico de Orense)
Se desconoce cómo se llegó al descubrimiento de la metalurgia. La obtención de metales fundidos exige una técnica compleja que resulta difícil explicar cómo se llegó a conocer y dominar. En cualquier caso, el primer metal que sufre un proceso metalúrgico es el cobre. La facilidad con la que se podía trabajar (es un metal muy maleable) hizo que pronto se adoptara para sustituir armas y útiles de piedra.
El cobre dejó paso al bronce en el momento en que se descubrió que esta aleación de cobre y estaño ofrecía unas cualidades superiores a las del cobre. También se desconoce cómo llegó a realizarse el descubrimiento de la técnica de aleación, aunque parece que pudo ser un descubrimiento casual producido por la circunstancia de que los minerales de cobre y estaño se parecen entre sí. Alguien pudo, de ese modo, desear fundir sólo cobre y descubrir el bronce al utilizar los dos tipos de mineral. La importancia de este nuevo metal hace que se hable de la Edad del Bronce.
La mayor calidad del bronce, así como las dificultades de la metalurgia del hierro (necesita temperaturas mucho más altas que el bronce) hizo que esta aleación tuviera una larga etapa de predominio de más de dos mil años. Cuando aparece el hierro, hacia fines del segundo milenio a. de C., la mayor parte de las culturas disponen de su propia escritura y, por lo tanto, han entrado ya en los tiempos históricos.