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on el comienzo y generalización de la Segunda Guerra Mundial se materializó el fin de la Sociedad de Naciones, al ser incapaz de evitar o prevenir el conflicto. Sin embargo, el propio conflicto fue el catalizador de un sentimiento generalizado de impulsar la creación de un organismo que superara la inoperatividad de la Sociedad de Naciones, y que se asentara en bases más sólidas que las de aquélla.

Fue así como comenzó a forjarse la posibilidad de una unión de países de carácter permanente, que más tarde concluiría con la que hoy conocemos como la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Los primeros pasos de la ONU

El primer paso para la consecución de una unión permanente de países fue la Carta del Atlántico, consistente en una declaración conjunta realizada en agosto de 1941 por Roosevelt y Churchill, en donde se planteaba el objetivo de "establecer un sistema más amplio y permanente de seguridad general". El término Naciones Unidas fue utilizado por primera vez en enero de 1942 por todas las naciones que luchaban contra las fuerzas del Eje.

Los inicios ya tangibles de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tuvieron lugar en la conferencia de Dumbarton Oaks (Georgetown, Washington), celebrada desde el 21 de agosto al 7 de octubre de 1944, entre los representantes de las naciones aliadas en la Segunda Guerra Mundial frente al las del Eje: Estados Unidos de América (Stettinius), antigua Unión Soviética -U.R.S.S- (Gromyko), Gran Bretaña (Cadogan) y la República Popular de China (Kung), para establecer las bases de una organización internacional encargada de mantener la paz en la posguerra. Las conclusiones de esta conferencia fueron posteriormente ampliadas en la Conferencia de Yalta (Ucrania, península de Crimea) en febrero de 1945, y en la primera asamblea de San Francisco en abril de 1945, constituyendo el origen de la ONU y asumiendo los postulados de la antigua Sociedad de Naciones.

Conferencia de Yalta

La Conferencia de Yalta sirvió para acordar la reestructuración de Europa tras la Segunda Guerra Mundial (que se acercaba a su fin), eliminación del poder militar alemán, división de las zonas ocupadas y juicio de los criminales de guerra, pero también para la constitución de la Organización de las Naciones Unidas.

Se celebró en la ciudad ucraniana de Yalta (Sur de la península de Crimea) entre el 4 y 11 de febrero de 1945, entre Roosevelt (Estados Unidos de América), Churchill (Gran Bretaña) y Stalin (antigua Unión Soviética). La posición de la antigua URSS se vio reforzada en esta conferencia, ya que los aliados aceptaron que se establecieran otros regímenes favorables al soviético en la Europa oriental, además de otros reconocimientos y promesas, como el restablecimiento de las antiguas posiciones rusas en Manchuria una vez fueran expulsados los japoneses.

Se acordó celebrar para el siguiente 25 de abrill, en San Francisco, una conferencia para dar vida a una nueva Sociedad de Naciones; en ella se aprobaría la carta fundacional de la Organización de las Naciones Unidas.

Conferencia de San Francisco

Entre el 25 de abril y el 26 de junio de 1945, como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial y tras su acuerdo previo en la Conferencia de Yalta, se celebró la primera conferencia de San Francisco. Acudieron delegados de 50 países, que redactaron y aprobaron la Carta fundacional de la Organización de las Naciones Unidas. En la misma conferencia también se aprobó el Estatuto del Tribunal Internacional de Justicia.

En la primera Conferencia de San Francisco se redactó y aprobó la carta fundacional de la Organización de las Naciones Unidas

La segunda conferencia tuvo lugar entre el 4 y 8 de septiembre de 1951. Se elaboró un tratado de paz entre Japón y la gran mayoría de los que fueron adversarios en la guerra.

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