GEOGRAFÍA - PAÍSES: Colombia - 3ª parte

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Geografía

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Colombia - 3ª parte


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Historia

a Colombia precolombina estaba poblada por muy diversos grupos indígenas. Los caribes ocupaban las costas, y las zonas altas y los valles eran habitados por tribus quetchuas, como los quimbayas, con sociedades más organizadas y con una fuerte relación con la tradición incaica. En el altiplano destacaba la cultura chibcha. Las principales características de estos pueblos eran su elevada concentración poblacional, el desarrollo de una agricultura intensiva y una sociedad estructurada en clases.

La llegada de los primeros españoles data de 1499, cuando Alfonso Ojeda alcanzó las costas caribeñas de Colombia. Más tarde, Rodrigo de Bastidas exploró de nuevo la zona y fundó el primer enclave costero, Santa Marta, en 1525, el mismo año en que Pizarro descubrió la costa pacífica. En 1536, Gonzalo Jiménez do Quesada partió de Santa Marta en una expedición hacia el interior que, remontando el Magdalena, le llevó a descubrir los poblados y ricos valles interiores.

La vista que Quesada obtuvo de la riqueza y prosperidad de los altos valles de la cordillera Oriental le llevó a llamar a la zona Nueva Granada. El territorio empezó a ser conquistado y saqueado con facilidad, decidiendo instalar un lugar de dominio y control en el interior. Quesada fundó Santa Fe de Bogotá en 1538. Conocidas ya las dimensiones y rutas posibles, la región empezó a ser repartida entre los conquistadores.

En 1550 se reconoció ya a Bogotá como centro del territorio, y se establecieron allí poderes administrativos y judiciales dependientes aún del virreinato del Perú. La economía colombiana se basó en la destrucción de los sistemas de explotación y prosperidad indígenas; se instauró un sistema seudo-feudal que creó la institución político-territorial de la encomienda, por la que enormes extensiones de tierra y todos sus pobladores pasaban a pertenecer y se sometían a un encomendador o colono español. Los indígenas eran obligados a trabajar en lo que se les ordenaba y a pagar tributos, pero no eran esclavos de compra-venta, ya que seguían residiendo en sus aldeas. Este sistema configuró en la zona una muy importante fragmentación. La creación del virreinato para Nueva Granada a mediados del s. XVIII, así como la reforma borbónica, llevaron una mayor prosperidad a estas tierras. Se especializó la agricultura y la ganadería en el altiplano, se mejoraron las minas más productivas aumentando la extracción, y creció el comercio y la pequeña industria artesanal y de transformación.

A fines del s. XVIII empezaron a surgir movimientos de protesta y enfrentamientos contra la Corona. La rebelión de los comuneros del Socorro en 1781 fue seriamente reprimida ejecutando a sus promotores, pero la lucha hacia la emancipación y contra la soberanía española estaba, ya entrado el s. XIX, fuertemente enraizada entre las numerosas clases criollas de Nueva Granada, encabezadas por las ideas revolucionarias de Antonio Nariño. El momento clave tuvo lugar durante y después de la invasión napoleónica de España, cuando las protestas y alzamientos criollos de las tierras americanas pedían el reconocimiento y trato como provincias de España, y no como colonias de ultramar. Esta reivindicación conllevó un alzamiento el 20 de julio de 1810 (fecha oficial y legendaria de la independencia para los colombianos). Se formó la Junta de Nueva Granada para regir el gobierno, de carácter más bien autonomista, en un momento en que España vivía un vacío de poder. Pero este gobierno autónomo pronto se encontró con serias discrepancias entre independentistas y monárquicos.

La constitución de Cádiz de 1812 no reconocía a los americanos como españoles, y sus provincias no tendrían representantes en las Cortes. Este hecho acentuó el malestar interno en las Juntas de Gobierno de Nueva Granada, que llevó a proclamar la total independencia de las Provincias Unidas de Nueva Granada en julio de 1813, y comenzó la guerra contra los ejércitos españoles de ocupación. Las fuerzas del virrey Boracci fueron derrotadas en 1819 por el venezolano Simón Bolívar (ayudado por los británicos), que entró en Bogotá de manera triunfante y que, desde allí, dirigió a sus ejércitos hacia la liberación de Venezuela (1821) y Ecuador (1822).

En el congreso de Angostura, y siguiendo las ideas panamericanistas de Bolívar, se estableció y proclamó la República de la Gran Colombia (en recuerdo del descubridor, Colón), que agrupaba Nueva Granada, Venezuela, Ecuador y Panamá. Simón Bolívar fue presidente de esta gran República, y Francisco de Paula Santander, vicepresidente. Pero la continuación de la Guerra de Independencia, el malestar de algunas regiones ante el manifiesto centralismo de Bolívar, y las discrepancias de éste con Santander llevaron a la secesión de Venezuela en 1829 y a la de Ecuador en 1830.

Una época de guerra civil y gobierno militar llegó a Nueva Granada después de la muerte de Bolívar en 1830, hasta que, dos años más tarde, Santander pudo tomar de nuevo el control al ser elegido presidente. Con el país aún dividido continuó el estado de guerra civil, aunque no de forma abierta, hasta 1842, cuando tomaron el poder los conservadores. Con la paz se inició la modernización reorientando la economía y empezándose obras de infraestructura, como la red de ferrocarriles. Se sucedieron varios gobiernos, uno de los cuales, formado por liberales, proclamó en 1853 una nueva constitución laica y federal que abolía los sistemas coloniales de organización social y económica.

En 1858, la Confederación Granadina vuelve a estallar en conflicto entre centralistas y federalistas. Se proclama en 1863 una constitución de los Estados Unidos de Colombia, pero en 1886 un gobierno conservador retorna nuevamente al establecimiento de una constitución centralista y presidencialista, que reabre el conflicto. De esta manera, el país estuvo sumido en constantes guerras civiles hasta entrado el s. XX.

En 1903, Panamá, con el auspicio de E.U.A., se independizó de Colombia. Tras la Primera Guerra Mundial se reforzó el carácter exportador colombiano con el buen establecimiento de la producción de café y bananas en la economía nacional, que propició reformas laborales y sociales. Pero las consecuencias de la crisis de 1929 afectaron la situación económica y social, y llevaron al poder en 1930 a los liberales, quienes gobernaron hasta 1946. Estos años representaron un avance en todos los campos sociales, como la sanidad, la educación y las obras públicas. Pero no se llegó a controlar el capital, tanto nacional como extranjero, que estableció enormes monopolios. Por ello, los conflictos internos entre los propios liberales dejaron vía libre a la victoria conservadora de 1946. La tendencia ultraderechista de los gobernantes y su afán de control promovió, desde el gobierno, acciones terroristas contra los líderes de la oposición. Posteriormente, las purgas se extendieron a grandes masas de la población. En el campo se exterminaban o desterraban a pueblos y tribus enteras, según las necesidades o requerimientos de los grandes intereses latifundistas.

En 1949 nace Los Pájaros, un grupo terrorista dirigido por las clases políticas gobernantes, con el objetivo de introducirse en aldeas y pueblos rurales para provocar el pánico y el destierro de sus habitantes. Las represiones costaron la vida a miles de colombianos. A partir de 1950 empezaron a nacer grupos de guerrillas anti-gubernamentales. El gobierno de Laureano Gómez no pudo controlar la situación, y Rojas Pinilla, tras un golpe militar, se hizo con el poder en 1953. Con ello se consiguió acallar momentáneamente a las guerrillas, hasta que un nuevo golpe militar lo derrocó cuatro años después. Fueron convocadas elecciones generales, en las que el partido conservador y el liberal se unieron en el Frente Nacional, creado a partir de los pactos de Sitges y Benidorm de 1957. El pacto aseguraba la alternancia en el poder de las dos formaciones, que, en turnos también alternativos, ocuparon la presidencia.

En 1958, el liberal Lleras Camargo asumió su turno, al que tras cuatro años sucedió el conservador León Valencia. Estas alternancias en el gobierno hicieron resurgir de nuevo los contestatarios movimientos guerrilleros, que no cesaron su actividad hasta que, en 1966, fue elegido presidente Lleras Restrepo, quien levantó el estado de sitio. La paz parecía haber llegado a Colombia, pero en 1970 ganaba las elecciones Pastrana Borrero, el candidato del Frente Nacional, siendo apartado un Rojas Pinilla que no asumió su derrota y empezó una movilización y rebelión popular. El malestar social, la represión y la miseria decantaron el apoyo popular hacia las guerrillas de orientación castrista que operaban en las selvas, conllevando una total inestabilidad y la situación de guerra constante, surgiendo también plataformas opositoras, como la Alianza Nacional Popular.

El nacimiento, a partir de la década de 1970, de los primeros e importantes cárteles de narcotráfico, constituyó otro factor más de desestabilización política y social hasta bien entrada la década de 1980. Bajo la presidencia de Virgilio Barco (1986-1990), se luchó con fuerza contra guerrillas y narcotraficantes, y se consiguió extraditar a E.U.A. al cerebro del principal cártel de narcotráfico, el llamado cártel de Medellín. Pero los atentados y secuestros continuaron salpicando con fuerza a cargos políticos y judiciales: morían asesinados comisarios, diputados, abogados y policías. Finalmente, el principal grupo guerrillero (el M-19) firmó con el gobierno un acuerdo de alto el fuego en marzo de 1990, pero las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) no cesaron sus actividades político-militares. En este mismo año dos candidatos a la presidencia del gobierno fueron asesinados. Por último, César Gaviria ganó las elecciones, y tomó posesión de su cargo el 7 de agosto de 1990.

En 1991 se promulgó una nueva Constitución y se suscribió un pacto con los E.U.A. que confirmaba la no extradición de los narcotraficantes que se rindieran de manera voluntaria, lo que decidió la rendición de algunos de los capitostes de las principales familias de narcotraficantes. La determinación del gobierno colombiano en la lucha contra el narcotráfico quedó patente en diciembre de 1993, con la muerte de Pablo Escobar en un tiroteo, a manos de la policía. Ernesto Samper, candidato liberal, ganó las elecciones de 1994. Después de una serie de detenciones relacionadas con el narcotráfico, en agosto de 1995 Samper decretó el estado de Excepción.

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