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Historia

zerbaiyán, junto con el área limítrofe del NO de Irán, forma parte de una amplia región histórica habitada originariamente por los caspios, cuyo primer estado independiente fue establecido en el siglo IV a C por un vasallo de Alejandro III de Macedonia llamado Atropates, de quien proviene el nombre de Azerbaiján. Posteriormente, en el s. III de nuestra era, la región pasó a ser una conocida satrapía de la dinastía persa de los sasánidas, permaneciendo dentro del Imperio persa durante largo tiempo.

En el s. VII la expansión de los árabes llegó hasta la zona, lo que significó la islamización de sus habitantes. Más tarde, los indígenas de lengua iraní comenzaron a ser asimilados por los colonos turcos que emigraban en número cada vez mayor a la región desde el este. A fines del s. XIV la región sufrió la ocupación de las hordas de Tamerlán y dos centurias más tarde pasó nuevamente bajo control del Imperio persa, que acabó por apoderarse de todo el territorio. Bajo el reinado de Pedro el Grande, el Imperio ruso avanzó hasta el corazón de Asia y terminó por conquistar el Cáucaso.

En 1806 las huestes del zar se apoderaron de Bakú y en 1828 Rusia firmó el tratado de Turkmenchai, por el cual el territorio azerbaijano fue repartido con Persia, con el río Araxes como frontera. A esta última le correspondió el sur del territorio, y el Imperio ruso quedó dueño del norte (la actual república de Azerbaiján). En la segunda mitad del s. XIX fue descubierta una enorme riqueza petrolífera en la península de Apsheron, y ya en 1900 la región se convirtió en uno de los primeros productores mundiales de petróleo. Con la Revolución Rusa de 1917, hubo un corto período de gobierno pro-bolchevique en Bakú, pero pronto los nacionalistas azeríes se hicieron con el poder y declararon el estado independiente de Azerbaiján con Gandzha como capital.

El nuevo estado fue escenario de duros combates en estos dos años de vida soberana, hasta que finalmente el gobierno se derrumbó y el país fue invadido por el Ejército Rojo en abril de 1920. Pocos días más tarde era establecida la República Socialista Soviética de Azerbaiján, que en 1922 pasaría a integrar la Federación Transcaucásica. Por decisión de Stalin, en 1923 la disputada región del Nagorno-Karabakh fue declarada un oblast autónomo dentro de la república azerbaijana. Después de la caída del régimen nacionalista, muchos líderes independentistas fueron perseguidos y asesinados, al tiempo que la religión era prohibida y muchas mezquitas caían derribadas.

En 1930-31, durante los años de colectivización forzosa impuesta por el régimen de Stalin, tuvieron lugar en la república numerosos levantamientos campesinos, que no tardaron en ser sofocados por las tropas soviéticas. En la misma época fue disuelta la Federación Transcaucásica, y en 1936 Azerbaiján pasó a formar parte de lleno de la Unión Soviética. Muchos miembros del Partido Comunista Azerbaijano (PCA) fueron encarcelados durante las purgas de 1937-38, bajo la acusación de nacionalistas.

En la posguerra, el dirigente más importante que tuvo el país fue Geidar Aliyev, que llegó a la secretaría del partido comunista local en 1969. Decidido a incrementar los vínculos económicos con la Unión Soviética aun a costa de la industria local, Aliyev gozaba de gran popularidad, pero la fue perdiendo debido a su actitud tolerante hacia la corrupción local. Justamente fue la corrupción del PCA el primer blanco de ataque del dirigiente soviético Mijail Gorbachov cuando alcanzó el poder. Aliyev fue cesado de su cargo en 1987, pero la insatisfacción azerí ante la pésima situación económica y el peso ya inaguantable de la burocracia siguió en aumento, hasta desembocar en las manifestaciones de noviembre de 1988. En esa fecha, la plaza de Bakú fue ocupada por los manifestantes, que resistieron durante diez días hasta ser dispersados por el ejército y arrestados los principales líderes del movimiento. Entre las causas principales de descontento figuraba el debate por la situación de Nagorno-Karabakh y del Naki1evan, dos territorios reclamados por Armenia sobre bases históricas. El conflicto hizo saltar una de las primeras chispas de los movimientos nacionalistas que, junto con la caída del comunismo en Moscú, acabarían provocando la desintegración de la Unión Soviética.

La exigencia del soviet local de Nagorno-Karabakh de reunificarse con la República Socialista Soviética de Armenia fue rechazada tanto por las autoridades de Moscú como por las de Bakú, lo que dio lugar a que se convocasen amplias manifestaciones armenias, no sólo en Nagorno-Karabakh, sino en la capital armenia, Ereván. La violencia interétnica no tardó en desatarse: los azeríes comenzaron a abandonar los territorios armenios y en Azerbaiján hubo una violenta reacción contra la minoría armenia, que se cobró las primeras víctimas en la masacre de Sumgait en 1988. A partir de entonces la tensión siguió en aumento y derivó en una rebelión contra el poder central de Moscú.

Ya en 1989 fue creado el Frente Popular Azerí, de tendencia islámica y orientación nacionalista, el cual se puso al frente del alzamiento contra los soviéticos. Días después del frustrado golpe de estado de Moscú, el 30 agosto de 1991, Azerbaiján se declaró independiente y seis meses más tarde, un referéndum ratificaba esa decisión por una amplia mayoría de votos afirmativos.

Pero el contencioso por el Nagorno-Karabakh, que a su vez declaró su propia independencia en diciembre de 1991, siguió pendiente. Sin embargo, el poder en Bakú continuó en manos de los antiguos comunistas encabezados por el presidente Ayaz Mutalibov. La situación entró en crisis ante el recrudecimiento del conflicto armenio-azerí y los sucesivos fracasos militares azeríes, lo que obligó al presidente Mutalibov, en marzo de 1992, a presentar la dimisión. Ésta abrió el camino al poder para los nacionalistas: en las elecciones celebradas tres meses más tarde, el 7 de junio de 1992, resultó vencedor el Frente Popular, con el candidato islamita Abdulfaz Elchibei a la cabeza. Las sucesivas derrotas militares azeríes debilitaron el gobierno de Elchibei desautorizado tras el referéndum de agosto de 1993. Suret Guseinov había sido nombrado primer ministro en julio de 1993 y las elecciones presidenciales de septiembre dieron el poder al ex-comunista Geidar Aliyev.

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