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Geografía
PAÍSES
Afganistán - 2ª parte
ebido a su situación geográfica, Afganistán fue, desde muy antiguo, una tierra donde confluyeron culturas y políticas diversas. Cruzado por importantes rutas internacionales (entre ellas, la ruta de la seda) recibió gran número de influencias y participó de manera muy activa en su difusión. Su tradicional dependencia, principalmente del mundo iraní, le impidió constituirse en Estado hasta una fecha reciente. Conquistado por Ciro y luego por Darío (siglos VI-IV a C) participó en el esplendor de Irán, para entrar a continuación en la órbita del mundo helenístico de la mano de Alejandro Magno (331 a C). En los siglos posteriores el territorio fue sucesivamente conquistado por indios, arios, sasánidas (Irán) y turcomongoles.
En el siglo VII el régimen iraní fue derrotado por el expansionismo árabe. La resistencia a la islamización motivó que ésta no se completara hasta fines del s. IX. Bajo las dinastías de los Gaznawaei (ss. X y XI) y los Khwarizm Shah (s. XII) el territorio afgano conoció una etapa de esplendor que se vio truncada con la llegada al poder de Gengis Kan (1221-1222). La devastación producida por los mongoles fue completada por Taeimur Lang (Tamerlán) que arruinó el importante sistema de riego y con ello el país, que ya no se volvería a recuperar. En el s. XVI, el turco Baber se asentó en Kabul y conquistó la India, con lo cual el Afganistán oriental pasaba a formar parte de la dinastía de los grandes mongoles. Al mismo tiempo los safawaei de Irán dominaban la parte occidental. La decadencia de unos y otros, a principios del s. XVIII, fue aprovechada por las tribus afganas, que recuperaron la independencia y formaron el Afganistán moderno.La primera dinastía afgana independiente fue la de los durraníes, fundada por Ahmand kan en 1747. Sus intentos de expansión a costa de la India motivaron la intervención de rusos e ingleses, que convirtieron el país en un Estado tapón. Los esfuerzos por contrarrestar la influencia inglesa, que desde los primeros decenios del s. XIX pretendía reforzar el aislamiento del país, desembocaron en las tres guerras anglo-afganas. La tercera, llamada Guerra de Independencia dio lugar al reconocimiento de la plena soberanía de Afganistán (Tratado de Kabul, 22 noviembre de 1921). De la mano de Aman Allah se comenzó la modernización del país, dotándolo de una Constitución (1922 y 1928) y de un código administrativo (1923). En 1928, tras una reacción conservadora, se inició una sangrienta dictadura con Habaeib Allah Kan, que meses después fue derrocado por un pariente suyo, Nadir sha, que se proclamó rey (1929). Asesinado en 1933, inició un proceso de reformas que continuó su hijo Muhammad Zahir sha. Éste adhirió el país a la SDN (1934) y lo fue abriendo paulatinamente al exterior, al tiempo que mantenía una estricta neutralidad puesta de manifiesto durante la Segunda Guerra Mundial.
Con la división de la India se planteó el problema de los afganos residentes en el nuevo Estado de Pakistán; ello conduciría a una crisis que no se resolvería hasta 1963. Al año siguiente, Zahir hizo aprobar por la Asamblea Constituyente una nueva Constitución, de carácter netamente reformador. Asimismo, se estimuló la escolarización de las mujeres. Pero el país no estaba aún preparado para afrontar una crisis de modernización y, tras diversas convulsiones, en julio de 1973 se produjo un golpe de Estado de la mano de Sardar Muhammad Daud, pariente del rey. Éste salió hacia el exilio mientras era proclamada la república. El autoritarismo del nuevo presidente y su intento de llevar a cabo una reforma agraria impopular provocaron su caída en 1978. Tomó el relevo el socialista Nur Muhammad Taraki.
El régimen soviético aumentó progresivamente su influencia. En diciembre de 1978 Kabul y Moscú firmaban un tratado en el que se estipulaba que la U.R.S.S. podía intervenir militarmente en Afganistán en caso necesario. La anarquía reinante en el país, el asesinato de Taraki y su sustitución por Hafizullah Amin, que adoptó medidas favorables al islam, provocaron la intervención soviética de diciembre de 1979. Tal acción instaló en el poder a Babrak Karmal y produjo una intensificación de la guerrilla interior (apoyada por Pakistán, China y E.U.A.), además de enérgicas protestas del mundo occidental y del mundo islámico. Además se originó un éxodo masivo de población hacia Irán y Pakistán. En 1986 Karmal fue sustituido por Mohammed Najibullah.Favorecido por el proceso de perestroika abierto en la U.R.S.S., se iniciaron las conversaciones para la retirada del ejército ocupante, que culminaron en el acuerdo de Ginebra de 1988. En febrero de 1989 se completó la retirada soviética y la oposición formó un gobierno provisional emanado del Shura (Consejo de tribus) y dirigido por Sibghatullah Mojaddidi, representante de la facción moderada. A lo largo de 1990 el conflicto conoció un cierto estancamiento, a pesar de algunos avances militares de los grupos islámicos, dentro de los cuales se ha venido acrecentando el enfrentamiento entre los moderados de Mojaddidi y los radicales de G. Hekmatyar, que han aumentado su influencia gracias al apoyo de Pakistán y Arabia Saudí, mientras los primeros perdían el de E.U.A.
En mayo de 1991 la ONU propuso un plan de paz que fue aceptado por el gobierno pero rechazado por los líderes islámicos. El 30 de diciembre de 1992 Burhanuddin Rabbani fue elegido presidente para un periodo de dos años, por una asamblea de jefes tribales. En enero de 1994 se reprodujeron los combates provocados por la oposición uzbeca y nacionalista, mandada esta última por el radical Hekmatyar.En 1994 surgieron con fuerza los grupos integristas talibanes que, procedentes del sur del país, comenzaron a avanzar en dirección a Kabul aprovechando la caótica situación política existente entre las diferentes facciones. A finales de 1996 habían tomado Kabul, avanzaron hacia el norte y se establecieron, imponiendo las normas más restrictivas del islam, especialmente a las mujeres. En 1999, previamente Estados Unidos, y más tarde el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, establecieron sanciones contra el régimen talibán de Afganistán por su negativa a entregar a Bin Laden.
Con el comienzo del nuevo milenio, y los atentados del 11 de Septiembre contra las torres gemelas de Nueva York, cambió radicalmente la situación política de Afganistán. Estados Unidos dio un ultimátum al régimen talibán para la entrega de Bin Laden, el cual, tras un corto periodo de posiciones políticas, intercambio de comunicados y alianzas militares, se produjo el ataque al país por aliados occidentales liderados por Estados Unidos, concluyendo con la caída del régimen talibán. De las dos lenguas predominantes en Afganistán, el dari (persa afgano) es el que posee una literatura poética más antigua, floreciente ya en el s. IX. Son célebres sus escritos místicos de los siglos XI y XV, así como las composiciones de influencia india de los siglos XVI y XVII. Entre los escritores de los siglos XIX y XX cabe destacar las figuras de Y 'amal al-Daein al-Afganaei (1838-1897), Tarzi (1868-1935), Nur Muhammad Taraki (1917-1979) y Süleyman Layeq.El origen de la literatura en lengua pashto data del siglo XVII, de la mano de Kan Katak JusÄhal (1613-1694). En el s. XX se abandonaron los temas poéticos para dar paso a los políticos y sociales, en los que destacan Shpoon, Benawa, Betab y Ghani Kan. Los primeros asentamientos se produjeron a fines del IV milenio (Mundigak), mientras el urbanismo se desarrollaría durante el III. El arte, inicialmente marcado por el helenismo, recibió posteriormente la influencia del Imperio parto (escultura kushana). El arte religioso budista (siglo I) evolucionó de acuerdo con la influencia sasánida (siglo III) e india (siglo IV). De la arquitectura islámica sólo quedan ruinas, a consecuencia de las incursiones mongolas del s. XIII, aunque los restos arrojan importantes respuestas sobre las técnicas desarrolladas y su influencia en el entorno. Desde el siglo XVI, la parte oriental del territorio conoció la influencia del arte mongol indio, si bien el conjunto del país siguió formando parte de la órbita artística de Irán.