No creo en una vida más allá, pero, por si
acaso, me he cambiado de ropa interior.
La muerte de Freud, según Ernest Jones, fue el
incidente que causó la ruptura definitiva entre
Hemholtz y Freud, prueba de ello es que en muy
contadas ocasiones volvieron a dirigirse la palabra.
No quiero alcanzar la inmortalidad mediante mi
trabajo, sino simplemente no muriendo.
Una película de éxito es aquella que consigue
llevar a cabo una idea original.
El dinero es mejor que la pobreza, aun cuando
sólo sea por razones financieras.
Sigo preguntándome si hay vida después de la
muerte. Y si la hay, ¿Le cambiarán a uno un billete
de veinte pavos?
Hay dos tipos de personas en este mundo, las
buenas y las malas. Las buenas duermen mejor, pero
las malas parecen disfrutar mucho más las horas en
que están despiertas.
Me interesa el futuro porque es el sitio donde
voy a pasar el resto de mi vida.
El sexo sin amor es una experiencia vacía. Pero
como experiencia vacía es una de las mejores.
Sólo existen dos cosas importantes en la vida.
La primera es el sexo y la segunda no me acuerdo.
La vocación del político de carrera es hacer de
cada solución un problema.
Las cosas no se dicen, se hacen, porque al
hacerlas se dicen solas.
El sexo es lo más divertido que se puede hacer
sin reír.
En realidad, prefiero la ciencia a la religión.
Si me dan a escoger entre Dios y el aire
acondicionado, me quedo con el aire.
El dinero no da la felicidad, pero procura una
sensación tan parecida, que necesita un especialista
muy avanzado para verificar la diferencia.
¿Por qué no dejo de destrozar mi vida buscando
respuestas que jamás voy a encontrar, y me dedico a
disfrutarla mientras dure?
Mi forma de bromear es decir la verdad. Es la
broma más divertida.