La guerra es una invención de la mente humana; y
la mente humana también puede inventar la paz.
Existen tres tipos de personas; aquellas que se
preocupan hasta la muerte, las que trabajan hasta
morir y las que se aburren hasta la muerte.
La cometa se eleva más alto en contra del
viento, no a su favor.
Esfuérzate por mantener las apariencias que el
mundo te abrirá crédito para todo lo demás.
Las citas, cuando quedan esculpidas en nuestra
memoria, nos sugieren pensamientos originales;
además, despiertan en nosotros el deseo de leer a
los autores de los cuales han sido tomadas.
Me gustaría vivir eternamente, por lo menos para
ver cómo en cien años las personas cometen los
mismos errores que yo.
Las palabras antiguas son las mejores, y las
breves, las mejores de todas.
Perón es el único soldado que ha quemado su
bandera y el único católico que ha quemado sus
iglesias.
Aunque personalmente me satisfaga que se hayan
inventado los explosivos, creo que no debemos
mejorarlos.
Evito siempre predecir de antemano, porque es
mucho más fácil hacerlo a posteriori.
Nunca en el campo de los conflictos humanos,
tantos le debieron tanto, a tan pocos.
Quien habla mal de mí a mis espaldas mi culo
contempla.
El éxito es aprender a ir de fracaso en fracaso
sin desesperarse.
Un fanático es alguien que no puede cambiar de
opinión y no quiere cambiar de tema.
El éxito no es definitivo, el fracaso no es
fatídico. Lo que cuenta es el valor para continuar.
El político se convierte en estadista cuando
comienza a pensar en las próximas generaciones y no
en las próximas elecciones.
Si el presente trata de juzgar el pasado,
perderá el futuro.
Una buena conversación debe agotar el tema, no a
los interlocutores.
Soy optimista. No parece muy útil ser otra cosa.
Las críticas no serán agradables, pero son
necesarias.
Un optimista ve una oportunidad en toda
calamidad, un pesimista ve una calamidad en toda
oportunidad.