La creación de mil bosques está contenida en una
bellota.
Los buenos modales se consiguen a base de
pequeños sacrificios.
Lo que más necesitamos es una persona que nos
obligue a hacer lo que sabemos.
Nunca haga aquello por lo que no quiere que se
le conozca.
El carácter es como el acróstico o la estrofa
alejandrina: puede leerse desde el principio, desde
el final o en cruz: siempre dice lo mismo.
Toda relación con la tierra, el hábito de
labrarla, de trabajar sus minas o simplemente de
cazar en ella, engendra el sentimiento de
patriotismo.
La sociedad es en todos los sitios una
conspiración contra la personalidad de cada uno de
sus miembros.
El buen lector hace el buen libro.
Todo son adivinanzas y la clave de una
adivinanza es otra adivinanza.
¿Cuál es la tarea más difícil del mundo? Pensar.
Toda violación de la verdad no es solamente una
especie de suicidio del embustero, sino una puñalada
en la salud de la sociedad humana.
Todo poder humano se forma de paciencia y de
tiempo.
Los hombres, tal como son, se inclinan por
naturaleza a ir en pos del dinero o del poder, y del
poder porque vale tanto como el dinero.
La verdad es bella, sin duda, pero las mentiras
también lo son.
Los antiguos llamaron belleza al florecimiento
de la virtud.
A la manera que el río hace sus propias riberas,
así toda idea legítima hace sus propios caminos y
conductos.
La escultura y la pintura tienen el efecto de
enseñarnos modales y suprimir la prisa.
La ciencia rivaliza con la mitología en
milagros.
Seamos tan diferentes con los hombres como con
los cuadros, a los que tratamos siempre de dar una
luz favorable.
En toda obra de genio reconocemos nuestros
pensamientos rechazados.
Al tratar del Estado debemos recordar que sus
instituciones no son aborígenes, aunque existieran
antes de que nosotros naciéramos; que no son
superiores al ciudadano; que cada una de ellas ha
sido el acto de un solo hombre, pues cada ley y cada
costumbre ha sido particular; que todas ellas son
imitables y alterables, y que nosotros las podemos
hacer igualmente buenas o mejores.
El arte del comerciante consiste en llevar una
cosa desde un sitio donde abunda a otro donde se
paga cara.