Con frecuencia el hombre busca una diversión y
encuentra una compañera.
¿Qué hace falta para ser feliz? Un poco de cielo
azul encima de nuestras cabezas, un vientecillo
tibio, la paz del espíritu.
El horizonte es negro, la tempestad amenaza;
trabajemos. Este es el único remedio para el mal del
siglo.
El primer deber del hombre es desarrollar todo
lo que posee, todo aquello en que él mismo pueda
convertirse.
Si no quieres ser desgraciado trata a las
catástrofes como a molestias, pero de ninguna manera
a las molestias como a catástrofes.
Una ilusión eterna, o por lo menos que renace a
menudo en el alma humana, está muy cerca de ser una
realidad.
Las leyes no son crueles ni suaves; son
inmutables, y, como tales, previsibles, cuadros
fijos en cuyo interior incumbe al hombre diseñar lo
mejor que sepa su destino.
Nada nos puede impedir sentir esta maravillosa
felicidad de ser preferidos a otros.
Sería necesario imponer esta regla: no repetir
jamás una afirmación malévola sin verificar su
contenido. Aunque es cierto que así nunca se
hablaría de nada.
Las huellas del hombre sobre el hombre son
eternas y ningún destino se ha cruzado impunemente
con el nuestro.
Al demostrar a los fanáticos que se equivocan no
hay que olvidar que se equivocan aposta.
Una vida grande nace del encuentro de un gran
carácter y una gran casualidad.
En muchos casos encontramos móviles nobles y
heroicos para actos que hemos cometido sin saber o
sin querer.
Su divisa era ésta: todo lo que merece ser
hecho, merece también ser bien hecho.
Sin una familia, el hombre, solo en el mundo,
tiembla de frío.
El arte de envejecer es el arte de conservar
alguna esperanza.
Casi todos los hombres ganan al ser conocidos.
Sólo la incertidumbre mata los celos.
No siempre es la multitud la poseedora de la
verdad absoluta.
Nada resiste tanto como lo provisional.
Todo deseo estancado es un veneno.
Es fácil hacerse admirar cuando se permanece
inaccesible.
El que puede prescindir del ser amado puede
prescindir de todo.
Para la diplomacia una cuestión aplazada ya está
resuelta.