El hábito convierte los placeres suntuosos en
necesidades cotidianas.
En la mayoría de los casos la ignorancia es algo
superable. No sabemos porque no queremos saber.
Los hechos no dejan de existir aunque se los
ignore.
Las personas debemos el progreso a los
insatisfechos.
El secreto de la genialidad es el de conservar
el espíritu del niño hasta la vejez, lo cual quiere
decir nunca perder el entusiasmo.
El progreso tecnológico sólo nos ha provisto de
medios más eficientes para ir hacia atrás.
¿Cómo sabes si la Tierra no es más que el
infierno de otro planeta?
La investigación de las enfermedades ha avanzado
tanto que cada vez es más difícil encontrar a
alguien que esté completamente sano.
El agnosticismo simplemente significa que una
persona no dirá que sabe o cree aquello para lo que
no tiene bases para sostener que cree.
Existe al menos un rincón del universo que con
toda seguridad puedes mejorar, y eres tú mismo.
Quiero saber lo que es la pasión -oyó Lenina, de
sus labios-. Quiero sentir algo con fuerza.
Una verdad sin interés puede ser eclipsada por
una falsedad emocionante.
Existen tres clases de inteligencia: la
inteligencia humana, la inteligencia animal y la
inteligencia militar.
El burgués es el perfecto animal humano
domesticado.
Una orgía real nunca excita tanto como un libro
pornográfico.
La magnitud de las cantidades de dinero parece
variar en modo notable según hayan de ser pagadas o
cobradas.
Las palabras están ahí para explicar el
significado de las cosas, de manera que el que las
escucha, entienda dicho significado.
La totalidad esta presente incluso en las piezas
rotas.
Los vecinos que uno nunca ve de cerca son los
vecinos ideales y perfectos.
El hombre silencioso no presta testimonio contra
sí mismo.
La civilización es, entre otras cosas, el
proceso por el que las primitivas manadas se
transforman en una analogía, tosca y mecánica, de
las comunidades orgánicas de los insectos sociales.