Frases célebres
Honoré de Balzac - 2ª parte
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- La mediocridad no se imita.
- La ignorancia es la madre de todos los crímenes.
- El arte nace en el cerebro y no en el corazón.
- Es necesario ser casi un genio para ser un buen
marido.
- No existe el hombre que haya podido descubrir el
medio de dar un consejo de amigo a una mujer, ni
siquiera a la suya.
- Existen en nosotros varias memorias. El cuerpo y
el espíritu tienen cada uno la suya.
- Instruida, la virtud calcula tan bien como el
vicio.
- La gente termina siempre por condenar a los que
acusa.
- El glotón es el sujeto menos estimable de la
gastronomía, porque ignora su principio elemental:
¡El arte sublime de masticar!
- Un efecto esencial de la elegancia es ocultar
sus medios.
- ¿De cuántas infamias se compone un éxito?
- El amor aborrece todo lo que no es amor.
- Todo poder es una conspiración permanente.
- La gloria es un veneno que hay que tomar en
pequeñas dosis.
- El pudor es una virtud relativa, según se tengan
veinte, treinta o cuarenta y cinco años.
- Es más fácil quedar bien como amante que como
marido; porque es más fácil ser oportuno e ingenioso
de vez en cuando que todos los días.
- Puede uno amar sin ser feliz; puede uno ser
feliz sin amar; pero amar y ser feliz es algo
prodigioso.
- El matrimonio debe combatir sin tregua un
monstruo que todo lo devora: la costumbre.
- Lo que hace indisoluble a las amistades y dobla
su encanto, es un sentimiento que le falta al amor,
la certeza.
- No se es amigo de una mujer cuando se puede ser
su amante.
- Jamás en la vida encontraréis ternura mejor y
más desinteresada que la de vuestra madre.
- Hay que dejar la vanidad a los que no tienen
otra cosa que exhibir.
- ¿Es que se acaba de amar alguna vez? Hay gente
que ha muerto y que yo siento que aún ama.
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