HISTORIA POSTAL MODERNA: ¿QUO VADIS CORREOS o QUO VADIS HISPANIA? (3)

A raíz de ciertas diferencias con el tratamiento del servicio postal universal -a veces semanas sin recibir correo- estuvimos elaborando estadísticas con información que proporciona datos sobre la realidad del correo. España, a pesar de lo que quieren vendernos los prebostes postales del Parque de las Naciones, no suele salir bien parada en Bruselas. Pero con la que está cayendo en la economía, el servicio postal no creo que sea lo que más preocupe a “los mejores” que nos gobiernan [aquí en Cataluña, ni allí en Madrid].

Uno de esos males endémicos, es la falta de distribución del correo (de acuerdo con la ley actual, se debe repartir la correspondencia [al menos] cinco veces por semana) y la constante pérdida de envíos. Para los certificados dispones de un tiempo para reclamarlos pero ¡Ay!, generalmente, te aplican un “silencio administrativo” que clama al cielo.

Por supuesto, los problemas están ahí y nos seguirán pasando factura. Mientras tanto los prebostes seguirán haciendo creer que todo funciona a las mil maravillas. Entre 2009-2012, este último año es el que menos veces ha venido el cartero a casa. Veamos el tráfico postal que se desprende del período citado:

DIAS DE REPARTO REAL

 

 

Durante el trimestre estival, la sequía se apodera del reparto, suponemos que el sol molesta al motorista y, por la cara, decide repartir cuando le parece bien. Si no reparten tal y como está el contrato-programa ¿por qué se le subvenciona con dinero público?

Nadie, absolutamente nadie, puede retener, interceptar, documentar pieza alguna que se haya confiado al correo si no consta una orden judicial al respecto. ¡Aquí hacemos lo que nos da la gana y conculcamos los principios constitucionales porque nos rota!

Veamos ahora el cuadro general de los envíos recibidos y la comparativa precedente, se observa una ligera mejora en la asiduidad del reparto en 2010, sin duda tras recibirse la queja del Ministerio en la Dirección General que gestiona los asuntos de la POSTA ESPAÑOLA , pero se han vuelto a relajar y el peor dato cae en 2012. Para saber el retraso basta comprobar las fechas reales de las respectivas julianas que colocan las máquinas clasificadoras [un 20% de la correspondencia carece de signos que permitan adivinar la trazabilidad] todavía tenemos un 10-15% de correspondencia que demora mucho más de los legalmente estipulado, algunas misivas superan con creces los tiempos prescritos por la UPU , a veces se tiran varios meses no se sabe dónde [antes las misivas llevaban el matasellos al dorso para documentar cualquier incidencia y, en cierta medida, salvar la cara del operador postal en el tramo final]. La Oficina de Valls se niega a aplicar el matasellado o respaldo [preceptivo en según qué tipo de correspondencia tal y como marca el acuerdo marco de la UPU para el tráfico postal]. Incluso a la correspondencia certificada, al ser retirada de la oficina de recibir la correspondiente marca (matasellos) que da fe de la entrega al destinatario y en aspectos legales, imprescindible para poder hacer valer los derechos de los ciudadanos ante los voraces instrumentos de Hacienda en su acción confiscatoria [casi se parecen a los sistemas feudales] y algunos han padecido la “guillotina” de las oficinas de impuestos que les han recargado los recibos a pesar de recibirlos con retraso por negligencias postales. ¡Claro se aprovechan de que el pobre ciudadano de a pie prefiere pagar “lo que sea” antes de tener que aguantar unos costosísimos procesos en los que, al final, te acaban gravando el porcentaje inicial con suculentos intereses.

 

Números de carácter frío, dicen claramente que el promedio diario de correspondencia recibida era de algo más de seis envíos, difícilmente podemos considerar que haya tres meses,  o lo que es igual: el correo se ha repartido dos o tres veces por semana [las julianas acumuladas demuestran esa terrible realidad que se ve en el volumen de envíos del buzón cuando no se realiza el reparto diario de la correspondencia], es la evidencia de que se ha producido retención arbitraria,  sin que medie, aparentemente, motivo para ello ¿habrá algún cuco tras la maroma?, si lo hay ¿qué busca?

Entraríamos en la contradicción de lo que marca la ley y el reglamento UPU. El correo es una contraprestación, tras el abono de las tasas correspondientes que se multiplicaron de manera exponencial desde que se implantó el euro, lo que nos da otra paradoja, a pesar de los ingentes recursos que se destinan, el resultado final continúa siendo nefasto puesto que falla uno de los pilares: el que representa el final de la cadena, el que mantiene el contacto directo con el público. Matemáticamente es imposible días con 0 envíos para repartir, cuando al siguiente reparto el número de envíos es dos o tres veces mayor que la media estadística: la correspondencia es retenida.

La correspondencia con sellos es aproximadamente la 4ª parte de los envíos o el 25% (estamos hablando de un aficionado a la filatelia, por lo tanto, que no se conforma con el clásico cuño de “franqueo pagado en oficina” y que franquea y recibe su correspondencia con sellos; de ese porcentaje más del 10% de los envíos son cartas franqueadas filatélicamente para obtener marcofilia conmemorativa). Este año 2012, sospechosamente, no han retornado unas 50 peticiones –que representan 150 sobres filatélicamente franqueados y con marcofilia especial- realizadas a los servicios filatélicos de nuestros vecinos galos e italiano. ¿Qué pasó? No deja de ser raro que no retornen, sobre todo si tenemos en cuenta que no son peticiones en bloque si no que se realizan a lo largo del año. ¿Veremos esas piezas en los mercadillos callejeros como ya ocurrió otras veces in que hubieran estado en mis manos?

Dos de cada diez envíos estarían siendo franqueados, mientras que año tras año nuestro correo aumenta el número de sellos y el valor facial sin que éstos estén a la venta o sea muy restrictiva y cuando lo pide expresamente el usuario. Por mucho que ahora financien muestras filatélicas, resulta que no tenemos coleccionistas: lo mismito que pasó en los Estados Unidos donde cada año destinan varios millones de dólares a tratar de fomentar el coleccionismo entre los escolares, si las cartas viajan sin sellos, ya me dirán cómo fomentamos esa afición. Los futuros coleccionistas se forman precisamente en la edad escolar cuando el niño tiene esa pasión innata por guardar “cromos” y los sellos, en ese momento, lo son para él. Necesita verlos en las cartas que llegan a casa y las que le despertarán esa pasión por el papel dentado.

Un porcentaje significativo (20%) de los envíos llega sin marca postal (ni matasellos ni indexado) con lo que nunca se sabe qué vía siguió hasta llegar a destino. En muchos casos la juliana del centro de tratamiento de Madrid difiere –a veces más de cinco días- respecto a la entrega al destinatario, teóricamente ha de realizarse en 24 horas. Sin marcas del paso por Correos, supongo [deben pensar los prebostes postales] “salvan la cara” y repartimos cuando nos parece bien, no lo que marca la ley.

Algunas misivas llegan muy retrasadas de acuerdo a lo teóricamente deseable desde que se cancelan hasta que aparece en casa del destinatario. ¿Dónde está el “cuco” que provoca el “desajuste”? ¿Por qué cuando hay incidencias no se le aplican a los pliegos correspondientes el cuño que certifica tal acontecimiento? ¿Por qué la correspondencia filatélica tiene que padecer la pandemia de unos empleados indeseables?  ¡Fácil: los sellos exóticos llaman la atención y de ahí a su pérdida! ¿No es robo y falta de celo en la prestación del servicio? Como mucho, los puristas dirán que es un hurto y, como tal, indemostrable y así nos va en este país de pandereta donde tratar de defender tus derechos es un acto de quijotes y todos los cargos y organismos interpuestos o fiscalizadores una simple pantomima o si puede te machacan por “impertinente”. Pero no nos quejemos que ahora ha “somos europeos y ciudadanos”. ¡Menuda caterva de chorizos que nos han estado mareando estas últimas cuatro décadas.

En definitiva el mismo correo nos está diciendo que no tenemos derecho a emplear [nuestro tiempo en lo que nos cultiva y nos forma]. El exotismo llama la atención y, si llamamos la atención, estamos provocando al “granuja” de turno que aprovechará el momento. Ergo: nosotros somos los culpables y no CORREOS, como el responsable de atención al cliente quiere hacer creer al usuario, al Defensor del Pueblo y al mismísimo Ministerio de Fomento.

Y ahora algunas piezas que ilustran el constante deterioro del servicio, no sólo en España. Supongo que aquí tendría que colocar los 150 sobres que nunca regresaron a casa, pero no tenemos ninguna prueba para saber qué pasó. ¿Decidieron eliminarlos para evitar las diferencias entre el día de partida y el de llegada? ¿Eran demasiado bonitos para dejarlos en el buzón de destino? ¿Hay aficionados que se nutren de los materiales que se confían al servicio postal “por la cara”? ¿Se quedó en algún rincón ese material precisamente porque era filatélico y exótico como varias veces me han señalado los “sesudos prebostes postales” ¡Saber!, dirían nuestros amigos ticos (costarricenses). Me permití recuperar unas QSL de colegas chilenos -disponibles como centenares de ellas en la red- en donde aparecen respaldadas. Entonces ¿por qué Madrid decide unilateralmente saltarse a la torera la norma? ¿O es un capricho de los “curritos” del correo de Valls?

1. Pieza polar que parte de Kerguelen en junio y llega al destinatario en 2013. Medio año en realizar el viaje. OK. Estamos de acuerdo, la rotación naval es la correcta y, para desgracia, este año el navío Marion Dufresne sufrió serios desperfectos que le obligaron a regresar a Sudáfrica. Posiblemente ese sea el motivo de ese “misterioso” retraso de unas piezas que ya se daban por perdidas pues se solicitaron en el mes de Abril de 2013. Así que, después de todo, debemos de considerarnos afortunados de haberla recibido tan pulcramente en nuestro buzón. A pesar de ello se observan cuatro señales de trazabilidad postal; ello nos indica que algo sucedió dentro del servicio postal una vez que el navío regresa a Base. Lamentablemente el código numérico ha sido varias veces machacado y se hace difícil establecer por dónde anduvo. Hubiera sido una preciosa pieza si, además, se le hubiesen aplicado los matasellos de rigor en los lugares en que, posiblemente, estuvo. Dos códigos de barras en el anverso y otro más al reverso en donde también aparecen los códigos numéricos. ¿Acaso la dirección no era legible en el tratamiento postal automatizado? El país está en Inglés y Francés, por lo que difícilmente ese retraso podría ser achacable al correo francés.

2-3. Tarjetas QSL llegadas a Chile y respaldadas con el matasellos de llegada por las respectivas oficinas del correo de aquél país. Ahí tenemos constancia y piezas para cualquier historia postal que se precie y en donde se muestra claramente la diferencia de trato en materia postal. ¿Acaso la normativa de la UPU no obliga a los prestadores del servicio? No, si resulta que todo es cada vez más caro y el servicio es peor. ¿Estas eran las ventajas de pertenecer al club de los europeos? Yo que era muy escéptico siempre decía que sería difícil que eso, que teóricamente funcionaba al otro lado de los Pirineos, difícilmente funcionaría en la piel de toro… ¡Sólo nos querían para endilgarnos deuda por un tubo por obra y gracia de unos políticos ineptos e irresponsables! Una vez más el grito de: Virgencica, que me quede como estoy, tiene pleno cumplimiento (nos siguen prometiendo más miseria y mayores sacrificios y para postre, aquí en el Nordeste, también padecemos al “Virrey” de turno y su “Cosa Nostra” dispuestos a despeñarnos por el abismo de los cuatro iluminados que viven como príncipes sin haber dado nunca un palo al agua).

 

4. Y como si lo hubieran “olido”, aquí tenemos el sobre que me llegó (a pesar de ser depositado en agosto 2012) en enero del 2013. Evidentemente de exotismo, como dirían los prebostes postales que siempre han encontrado respuestas para eludir sus responsabilidades: bien poco. ¿O acaso Italia es un lugar exótico? ¿Qué es un lugar exótico? ¿Por qué ante una responsabilidad de utiliza esta coletilla? ¿Para qué se abonan las tarifas que ellos publican y cobran religiosamente cuando depositas un envío? ¿Es que ya no tenemos derecho a escribir a donde nos dé la real gana sin tener que pensar si el lugar puede ser considerado “exótico” por el empleado de turno del correo español? Sí, es cierto, algunos son tan obtusos que a veces no saben ni escribir el nombre del destino de la carta para que la máquina les muestre la tarifa postal correspondiente y es entonces cuando “te mueres de risa” por lo ineptos que llegan a ser. Pero eso es producto de aquella cantinela de “todos valen para todo” y a veces una cosa de dos minutos se convierte en media hora por arte y magia del “tonto” de turno (el chupóptero o meapilas como diría José María García “Butanito” en el programa deportivo por excelencia en la Cadena SER hace ya bastantes años).

JUAN FRANCO CRESPO
lacandon999@yahoo.es