GRANDES MARINOS: EL ALMIRANTE «CHUNGMUGONG» [YI SUN-SIN]

Uno de los grandes estrategas militares y héroe de la marina coreana es Yi Sun-sin (1545-1598) que protagonizó algunas de las victorias frente a la invasión japonesa de la península de Corea en Gwaneumpo; batallas que hoy son recordadas como una de las grandes epopeyas de aquella histórica etapa del XVI.

Yi Sun-sin nació en Seúl el 18 de abril de 1545, hijo de una familia perteneciente a la pequeña burguesía y se educó para entrar en la carrera diplomática, a los veintiún años se decide por la carrera militar. En 1576 supera las pruebas militares y desempeñó diferentes cargos en la zona fronteriza del norte [allí estuvo destinado 10 años] contra los guerreros Jürchen [originarios de Manchuria], poco después sería acusado de desertar y fue degradado a soldado raso. El general Yi fue recuperando su rango hasta alcanzar la comandancia naval en las costas del sur, estuvo al frente de una de las bases navales en la época de la Dinastía Joseon en la zona de Jeolla desde donde tenía una excelente posición para enfrentarse a la flota del Imperio del Sol Naciente.


Estatua de Yi Sun-sin, Seul
Fuente: Wikimedia Commons

Durante su carrera militar demostró su competencia y, a pesar de las intrigas que le hicieron caer en desgracia, siempre observó una gran atención por el proceso legal; base de su exitosa carrera y planificación posterior que acabó condicionándole hasta su muerte acaecida el 15 de diciembre de 1598 durante un combate naval contra la invasión nipona (1592-1598).

En 1832, 234 años después de su muerte, se levantó en su honor el monumento cuya inscripción realizó el estudiante Hong Seok-ju de la Academia Homgmun. Tras la liberación del yugo japonés en 1945, los vecinos del condado de Namhae [unos 7.000], costearon el ajardinamiento y los accesos que hoy son motivo de admiración para los miles de coreanos que visitan el santuario del gran marino y estratega militar. El monumento honra la memoria del héroe de la mayor batalla naval en la zona de Noryang y que infligió una fuerte derrota a la flota japonesa que acabó batiéndose en retirada tras perder casi todos sus barcos. Un francotirador [los japoneses estaban pertrechados con arcabuces de origen portugués] de la flota de Toyotomo Hideyoshi [tenían planificado invadir China a través de la península coreana] acabó con su vida en aquella épica batalla en la que el papel protagonista correspondió a los célebres barcos tortuga que había inventado.

No obstante, a pesar de ese final, a Yi Sun-sin se le recuerda por el aporte realizado al mundo de la navegación; navíos honrados en la filatelia coreana en varias ocasiones. Los barcos tortuga, esos poderosos ingenios de guerra pertrechados para la batalla y el transporte de las tropas, iniciaron su andadura histórica en 1591, cuando Yi era responsable de una de las cuatro flotas coreanas. Esa construcción en acero vino a revolucionar la propia dinámica bélica de su tiempo.

Cuando Yi diseñó sus célebres Barcos Tortuga [Geobukseon], probablemente los primeros navíos acorazados construidos en la historia de la navegación; tenían 33 metros de largo y tres de ancho, fueron armados con planchas hexagonales que hacían difícil subir a bordo a las fuerzas enemigas al tiempo de ofrecer una sustancial protección contra el fuego de la flota enemiga. Estaban pertrechados con 12 cañones, 22 aspilleras, lanzallamas y humos tóxicos, al margen de poder utilizarse en varias versiones, algunas bien sencillas, pero efectivas: su estructura le permitía avanzar contra los navíos enemigos y, al chocar, el acero abría vías de agua que acababa hundiendo a las tradicionales construcciones de madera que poseía la flota nipona de la época. Un gran dragón en la proa, por donde salía el humo, era su carta de presentación, además influía en el ánimo de la marinería enemiga que tenía una gran superstición con la presencia de ese animal mítico.

El primer encontronazo fue en Sachum, se destruyeron 13 barcos y Yi comenzó a forjar su aureola de marino imbatible. Las posteriores batallas de Dangpo y Danghangpo hundió 20 y 100 navíos; en la decisiva, [donde forjó su leyenda], prácticamente acabó con toda la flota nipona. Esta batalla se libró en la Bahía de la isla de Hansan, de los 73 barcos, hundió o dejó fuera de combate 59 navíos. Todos estos éxitos en la lucha contra las flota invasora le llevaron al cargo de Almirante de la marina coreana en 1593.

Su memoria quedó perpetuada en la organización militar: la tercera condecoración más alta que actualmente entrega Seúl, es la Banda al valor y al mérito militar, la célebre Ghungmu, instituida en su honor. En la parte alta de Seúl también podemos localizar la calle que le honra: Chungmuro; la ciudad de Chungmu sería también rebautizada como Tongyeong [uno de los títulos póstumos que se le concedieron]. Una gran estatua puede admirarse en el centro de Seúl [los que no tienen esa posibilidad pueden imaginarla en el sello que en su día le dedicó el correo coreano] y para los que quieran recrearse con su historia y leyenda, pueden visionar una cinta que realizó la TV coreana bajo el título «El inmortal Yi Soon-Shin» nos ofrece un placentero viaje a través de los aspectos más sobresalientes del «Hombre leal y valiente» o «La gran estrella que brilla sobre el mar», denominaciones con las que fue conocido.

YI SUN-SIN EN LOS SELLOS DE COREA DEL SUR

El primer sello que muestra al héroe nacional coreano, prácticamente desconocido para la historiografía occidental, apareció en 1949 dentro de la emisión básica. El sello muestra al almirante (en primer término), al fondo, lado izquierdo, su célebre navío acorazado lanzando su temible y famoso humo tóxico por la gigantesca boca del dragón que atemorizaba a los supersticiosos marinos nipones. Fue un sello bien sencillo, a dos colores: papel blanco y tinta azul [estamos al final de una larga lucha por la independencia y es época de escasez]. Prácticamente nunca lo vi en muestras filatélicas con entradas navales, ello indica que no siempre profundizamos en la búsqueda de materiales para nuestras colecciones, aunque realmente no es una de las estampillas caras dentro de la temática naval.

  

El segundo efecto apareció el 11 de noviembre de 1955, se trata del X aniversario de la fundación de la Marina de Guerra Coreana, recordemos que los japoneses estuvieron aquí hasta mediados del siglo XX. El sello muestra tres aspectos básicos: tres navíos tortuga tras el barco que está en el centro con sus velas desplegadas al viento, la bandera de la marina que, en parte, es también la bandera nacional y, finalmente, la gigantesca escultura de Yi [El Señor Almirante], éste fue uno de los valores que en su época alcanzó más éxito entre los coleccionistas interesados por los sellos coreanos.

  

La tercera emisión es de dos faciales de 2 y 4 won que muestra sendos costados de los barcos, en concreto los del Tongjeyeong y el Jwasuyeong, fueron puestos a la venta el 14 de agosto de 1962 cuando se estaba conmemorando el 370 aniversario de la victoria en las aguas de la isla de Hansan. Ambos faciales llevan un poema corto [Sijo le llaman allí] escrito por el Almirante, uno en caligrafía china y el otro en caracteres coreanos.

El 28 de abril de 1969 aparecían de nuevo los barcos tortuga en los sellos de este país del Lejano Oriente; en esta ocasión un efecto dedicado a la inauguración del gran templo-santuario en Hyeonchungsa. La parte derecha muestra cuatro navíos en su clásica posición de asalto; en la izquierda el célebre edificio que atrae a los amantes del legendario «Señor Leal y Valiente Yi Sun-sin».

En 1975 otro valor de la serie básica e nos volvería a recordar al personaje. Yi aparece de frente y a medio cuerpo con la clásica vestimenta ceremonial y el gorro coreano confeccionado con piel de caballo, semblante tranquilo, bastante serio, como corresponde a un acto ceremonial que, en cierta medida, también quedará reflejado en el siguiente valor y en la tarjeta entero postal aparecida años más tarde.

La serie del milenio que se lanzó en el 2000, sorprendió a la prensa especializada con unos diseños y formatos poco comunes. Fueron hojas o minipliegos de impacto que desde el Lejano Oriente nos informaban de hechos no siempre conocidos por nosotros: he ahí una de las grandes aportaciones de la filatelia a la historia universal, al transportar al más recóndito rincón del globo la historia poco común de épocas y pueblos que poco o nada se asemejan al mundo occidental, nos permite participar de ese legado universal que no está a nuestro alcance por las vías tradicionales. Fue un facial de 170 won que volvía a mostrar al almirante en traje ceremonial, en primer término su célebre aportación al mundo de la construcción naval, como fondo, difuminado, podemos distinguir más navíos que derrotaron a la marina enviada por Hideyoshi.

El último motivo fue una tarjeta entero postal de 140 won que apareció el 16 de diciembre de 1998, conmemora el 400 aniversario de su muerte, en primer plano va el retrato con ropa ceremonial. La ilustración de la misma en el lado inferior izquierdo [el superior es para los datos del remitente] nos muestra uno de sus apuntes recogidos en el diario de guerra o «Nanjungilgi», el barco tortuga en el lado izquierdo y, como fondo, los tejados tradicionales habituales en templos o casas de cierta categoría social en épocas pasadas, en el sello corresponden a su mausoleo filatelizado en 1969.

Esperamos haberle abierto otro mundo, otro marino célebre para su colección. Por supuesto, la marcofilia coreana es también famosa por su belleza, lástima que las dificultades idiomáticas no siempre nos faciliten la tarea, pero merece la pena buscar otros materiales para engrandecer nuestras colecciones, sobre todo porque no son ni caros ni difíciles, basta buscar algún comerciante coreano o cambista en aquel país que esté dispuesto a «intercambiar». Es un hecho sencillo, pero cada vez más difícil debido a la poca actividad que generan los escasos coleccionistas, aunque merece la pena realizar un esfuerzo que facilitará, a la larga, un nuevo giro a nuestras colecciones con piezas poco comunes.

Nota de agradecimiento:

Este artículo no habría sido posible sin la desinteresada colaboración del Servicio Filatélico de Seúl, la revista Korean Stamp Review nº 105 [Verano 2005] y la redacción española de Radio Corea Internacional. A todos nuestra gratitud.

JUAN FRANCO CRESPO
lacandon999@gmail.com

Etiqueta: chungmugong

Juan Franco Crespo

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