El amor cortés y la importancia de la mujer en la cultura trovadoresca

La cultura trovadoresca está dominada por un concepto de vida laico, no determinado por la iglesia, que se manifiesta en la concepción del amor y en la sátira. Su foco es Provenza, en el Sur de Francia, extendiéndose después a la Europa Occidental.

Entre las características de esta cultura están el carácter mundano y la importancia social de la mujer. La principal expresión de esta cultura es el amor cortés.

El amor cortés es una convención amorosa que traslada conceptos y formas del feudalismo a la expresión del amor en la literatura. La mujer es designada con una palabra de origen masculino, «midons» (mi dueño o mi señor), y el trovador se convierte en su vasallo. La fidelidad y respeto que el vasallo debe a su señor se refleja en el campo de la poesía, y el poeta o el trovador debe la misma fidelidad y respeto a «midons».

El amor cortés es, por tanto, una manifestación galante que tributa admiración a la belleza y nobleza de una dama, y supone un cambio radical tanto respecto del sentimiento cristiano como de la tradición clásica. La dama debía ser casada, tenía que ser la mujer del señor feudal, encontrándose en un lugar preeminente o venerado. El amor tenía poco que ver con el matrimonio, pues éste era sólo una alianza por intereses.

Escena de amor cortés en Provenza (Manuscrito del s. XIV – Biblioteca Nacional de París)

La idealización de la dama, además de explicarse por el concepto feudal y caballeresco de la vida, también está motivado por la influencia de los autores clásicos en la cultura medieval (platonismo), y el Cristianismo (la tradición mariana). El amor cortés aparece tanto en la prosa (novelas de caballería, ciclo artúrico) como en la poesía (canciones de amor).

Entre sus características destacan: el amor-vasallaje; los grados de aproximación del poeta enamorado a la dama; el ofrecimiento de prendas o dones, como anillos, vestidos, cintas, etc.; la mesura o comedimiento en la expresión del amor; la muerte del amor, producto de un exacerbado sentimiento, generalmente no correspondido.