FILATELIA: CASAS DE ESCRITORES EN SELLOS BELGAS

Posiblemente pocas cosas sean tan visitadas por los turistas en Bélgica [salvando determinados museos] como algunas casas de escritores o lugares sobre los que se basó una obra literaria que, a veces, adquieren personalidad propia en el lector que interioriza la obra, sigue las rutas en las que se desarrolla la trama o donde vivió el autor. Por ejemplo, el vallense Narcís Oller al que hoy se le honra con los bronces anclados en el suelo de algunas de las calles y plazas de Valls; recientemente entró en el Patrimonio Inmaterial de la UNESCO por sus “Castells” o torres humanas [Artículo: Los castillos humanos] o mi propia grabación en Radio Canadá Internacional hace un par de años cuando ni había llegado a imaginar que los “castillos humanos” entrarían a formar parte del célebre listado, el espaldarazo se dio en la reunión de Nairobi el mes de noviembre de 2010, pero volvamos al mundo literario.

El correo belga honra en su primera emisión del 2011 el patrimonio ecléctico de tres grandes de la literatura aunque tal vez podamos integrarlos en otros apartados temáticos, cada coleccionista es el propio artífice de su obra “filatélica”. Los sellos acifrados [un uno, a su alrededor las estrellas representando a Europa con el fondo azul], son tres efectos lanzados en minipliegos de cinco con un amplio margen derecho en la que va una fotografía de cada escritor [pintura en el caso de Erasmo], datos biográficos y alguna página manuscrita del legado literario que los visitantes pueden encontrar en sus respectivas casas museo; en los sellos fotografiadas en invierno, se complementan con la metopa o bronce de cada escritor en la parte inferior izquierda de cada estampilla.

Maurice Careme nació el 12 de mayo de 1899 en el seno de una modesta familia de Wavre [por cierto el lugar en donde estaba enclavado el complejo de antenas de la BRT -equivalente a nuestra Radio Exterior de España- cuando tenía emisiones en lengua española y una bien merecida fama de emisora seria y honesta, después vendría el desmantelamiento y el penoso panorama del reino de Bélgica que parece increíble sea el centro de la Unión Europea por el triste espectáculo que dan sus políticos] donde pasa su infancia y juventud que le acaban marcando su futuro; realiza su primaria y secundaria, en 1914 escribe sus primeros poemas dedicados a su amiga Bertha Detry [¿su primer amor?]. Esa incursión en la literatura parece premonitoria y ese año logra una beca para estudiar en la Escuela Normal de Tirlemont en donde su profesor [Julien Kuypers] le anima a escribir, se convierte en la revelación de la poesía francesa de su tiempo a comienzos del siglo XX, etapa en la que se ve atraído por los grandes poetas de Flandes a los que traduce.

En 1918 será nombrado profesor de una escuela primaria en el suburbio bruselense de Anderlecht y abandona definitivamente la tierra que le vio nacer. Un año después dirigirá la revista literaria Nos Jeunes, en 1920 rebautizada como La revista independiente, establece sus primeros contactos literarios con personajes del momento. En 1924 se casa con la institutriz Andrée Godrom y al año siguiente (1925) aparece su primer recopilatorio poético 63 ilustraciones para el juego de la oca; fue un lustro marcado por la fascinación que le producen los movimientos futuristas y surrealistas. En 1926 publica Hotel Burgués y en 1930 Canciones para Caprine [su esposa] donde queda patente el dolor de su vida sentimental. En 1931, junto a otros destacados jóvenes de su tiempo, funda el Journal des poètes, se concentra en el mundo de la enseñanza, completa sus estudios de declamación en el Conservatorio de Bruselas en 1933, donde logra el primer premio, ese mismo año se construye su casa en la que vivirá hasta su muerte, una finca a imagen y semejanza de su Brabante natal. En esa época simplifica el lenguaje con los materiales que recoge en sus clases, un ejemplo de esta etapa serán sus Poèmes de gosses et Proses d’enfants [Poemas de niños y prosa infantil] aparecidos en 1936.

Su recopilatorio Madre (1935) le valdrá un inusitado respaldo de los críticos literarios parisinos; se le concede el Mercurio de Francia y tres años más tarde el Premio de la Trienal Poética de Bélgica que inspira a Darius Milhaud que crea su célebre “Cantata del niño y su madre” que estrena el 18 de mayo de 1938 en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas.

Su pasión, su vida, explotarán en 1943 cuando decide abandonar su profesión en el mundo de la enseñanza y se une a Jeannine Burny [será su secretaria y dirigirá la Fundación hasta su muerte], para ella escribió La bienamada (1965), etapa íntegramente dedicada a la literatura y en la que traducirá los poetas flamencos al francés. Al morir fue enterrado en Wavre y en 1978 su casa se convierte en el Museo permanente que preserva su legado literario desde 1975 [Fundación].

Entre la juventud logró un gran éxito, especialmente con La linterna mágica (1947), a la que le seguirían años de reconocimientos en todo el mundo. La década de los cincuenta marca una inflexión en su obra, simplifica lo complejo gracias a la magia de la imagen que adapta a sus textos literarios; es el inicio de su misticismo, su enclaustramiento en la famosa Abadía de Orval [realizó 17 estancias entre 1954-1970] donde vivirá un período de gran creatividad. De esa etapa es su famosa Hora de gracia (1957), profundiza en los grandes místicos y filósofos clásicos junto a pensadores de todo el mundo.

El 9 de mayo de 1972 será reconocido con el título de Príncipe de la poesía en París, apenas le queda un lustro de vida que dedica íntegramente a su pasión poética, de esa etapa es su famoso romance fantástico Médua, se graban numerosos discos y se filman algunos de sus trabajos, gran parte de ese material está a la venta en su casa museo ubicada en la famosa avenida dedicada a la cantante Nellie Melba [otro nombre directamente relacionado con la historia de la radio en sus inicios].

Desiderio Erasmo de Rótterdam (Geert Geertsz), nació el 28 de octubre de 1466 y murió el 12 de julio de 1536 en Basilea (Suiza),  fruto de una unión ilegítima, de ahí el nombre de Gerardo hijo de Gerardo; finalmente adoptó el nombre grecolatino de Desiderio (deseado) y Erasmo (amado), costumbre muy extendida en la Europa de su tiempo.

Su infancia la pasó en Utrech (Holanda), donde era integrante del coro de la catedral; a los nueve años fue enviado a Deventer y a los catorce queda huérfano y sus tutores lo envían al seminario de Bois-le-Duc para pasar a los diecisiete al convento de Steyn. En esa época amplió considerablemente su formación académica y profundizó en los clásicos latinos continuando sus estudios como becado en el Colegio Montaigne (París) donde daba clases particulares para sobrevivir, conoce al lord William Mountjoy del que será su preceptor y amigo, en esa época arranca su fama y es cuando la marquesa de Nassau le asegura una pensión y se convierte en su protectora, ello le permitirá continuar estudios y viajar; completa su formación en griego en Oxford.

Tras su regreso a tierras galas aparece Adagiorum collectanea, obra de la que en 1500 se habían realizado más de 60 ediciones: un hecho sin precedentes en la literatura de su época. En Lovaina (Bélgica) dirigirá la publicación de las Adnotaciones. En 1506 logra el doctorado en Teología en Turín (Italia), consigue la dispensa papal [Julio II] y se aleja de los más altos destinos cardenalicios. En 1509 de nuevo lo encontramos por Inglaterra allí, dicen, escribió una de sus más grandes obras en sólo una semana, sin apuntes, sin libros: Elogio de la locura [una sátira crítica sobre las costumbres, todo un canto a la libertad del hombre que, evidentemente, chocaban, por su rebeldía, contra el sistema político-religioso imperante en su tiempo].

En 1521 se establece en Basilea que atravesaba una efervescente actividad en cuanto a libertad de pensamiento y religión, aunque él no comulgaba con la posición de Lutero, produjo La diatriba sobre el libre albedrío, su gabinete se convierte en uno de los lugares más famosos de la ciudad, en punto de encuentro de personajes de toda índole y condición hasta que el avance reformista le obliga a dejarla y se traslada a Friburgo donde vivirá seis años, allí escribe Eclesiastés. Regresa a Basilea donde muere poco después de su llegada, en su lápida se esculpió su célebre máxima “Nulli cedo”, allí reposan los restos de uno de los más grandes escritores en latín que produjo una verdadera revolución intelectual en la Europa de su tiempo aunque, sus obras sufrieron el rigor del Concilio de Trento [tampoco escapó a la propia censura protestante del momento] que las incluyó en su famoso Índice de Obras Prohibidas, aunque no pudo sepultar el legado del más grande de los humanistas del Renacimiento.

Stijn Streuvels pseudónimo que utilizó Frank Petrus Maria Lateur; Heule (Bélgica), el 3 de octubre de 1871 y falleció en Ingooigen el 15 de agosto de 1969, tenía 98 años, se casó con Alida Ataelenes con la que tuvo cuatro hijos. Inicialmente comenzó a publicar en la revista “De Jurgen Vlaming” en donde lo descubrirían los editores de una publicación posterior “Van Un en Straks” y, tras un primer encuentro con Emmanuel de Bom, éste se convierte en su mentor, maestro y amigo que lucharía para tratar de conseguir el Nobel para su protegido en 1936. Posiblemente uno de los más grandes autores flamencos del siglo XX pero, antes de su consagración, fue panadero hasta que en 1905 se establece en la ciudad en la que vivió 64 años, los más prolíficos, de su carrera literaria y en donde se dedicó por completo al mundo de las letras, seguramente su inspiración le llegó con el ejemplo de su tío, el famoso escritor Guido Gezelle. Podríamos decir que es un escritor costumbrista o especializado en su Flandes natal: es su propio techo en el mundo literario neerlandés.

El hecho de tratar el destino del hombre y su entorno le hizo consagrarse entre los lectores de la literatura universal. Inicialmente sus obras se centraron en los trabajadores del campo y el mundo de los marginados, quedó espléndidamente reflejado en La Siega (1900); aunque el hilo argumental sea un campesino rico que debe enfrentarse a sus demonios pasionales al margen de la naturaleza que le rodea y a la que habrá de extraerle sus frutos. Otro de sus magistrales textos fue Vida y muerte en el secadero (1926), un relato donde realidad y ficción crean una atmósfera de gran dramatismo; Streuvels explota toda su capacidad narrativa con una de las mejores líricas del momento y un ritmo narrativo propio dentro de la literatura que se realizaba en su época cuando alcanzó las más altas cotas de popularidad.

Su casa se convierte en museo permanente de su obra a partir de 1980. Fue honrado por las Universidades de Leuven, Münster y Pretoria con el título de Doctor Honoris Causa y algunos de sus trabajos acabaron en la gran pantalla; otras novelas que le dieron fama fueron El campo de lino (1907), Tierra y Vida en Flandes (1923), Los trabajadores (trilogía, 1927), o los autobiográficos Ingooigem (1957) y De carne y hueso (1966).

Se trata de tres estampillas que desde enero de 2011 prometen dar mucha “lectura adicional”, tanto por el tema como el particular formato de hojita-minipliego escogido por el correo belga para su emisión.

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