Natureduca - Portal educativo de ciencia y cultura |
Conservación
GESTIÓN Y RESTAURACIÓN
La gestión ambiental - 3ª parte
La gestión de la vida salvaje
a gestión ambiental, en lo que respecta a conservación de especies salvajes tanto cinegéticas como piscícolas, y muy especialmente las que se encuentran en peligro de extinción, favorece un aprovechamiento sostenido de estos recursos animales, además de contribuir a su equilibrio ecológico y poblacional.
Se gestionan espacios reservados o protegidos, sea por las comunidades biológicas que alberga, por tratarse del hábitat de alguna especie amenazada, o también por sus valores naturales o paisajísticos
La gestión de los espacios en que viven y se desarrollan las especies salvajes o que gozan de alto valor natural o paisajístico, es considerada como la función más típica de la gestión ambiental.
Así, se gestionan espacios reservados o protegidos para propósitos de conservación, sea porque se trata del hábitat de alguna especie amenazada, de un ecosistema natural representativo e igualmente amenazado, o porque goza de otros valores geológicos, naturales, o desde el punto de vista de las comunidades biológicas que alberga. La gestión ambiental de estos espacios también se extiende a la organización y control de los usos que se realizan dentro de ellos.
Gestión en el hogar
La gestión ambiental también trasciende al hogar. Los ciudadanos somos responsables de cumplir con una pequeña parte del programa de gestión, concretamente los referidos a controlar el ahorro de energía y la producción excesiva de residuos.
En el hogar se generan diariamente varios kilogramos de basuras que terminan normalmente en los vertederos, y sólo una pequeña parte consigue alcanzar las plantas de reciclaje.
Sólo una pequeña parte de las basuras que terminan en los vertederos
consigue alcanzar las plantas de reciclaje
Realizando en nuestro hogar una selección previa de los residuos que van a ingresar en los contenedores, así como llevando a cabo una serie de actividades conducentes a reducir las materias desechables y contaminantes.
Por ejemplo, reduciendo al máximo el uso de embalajes, utilizando productos de limpieza ecológicos, separando el vidrio, papel, pilas y materias orgánicas, y en definitiva contribuyendo al reciclaje desde nuestro propio hogar, estaremos colaborando con una gestión ambiental eficaz.