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Botánica
CLASIFICACIÓN
Taxonomía vegetal - 1ª parte
Introducción
a taxonomía es la ciencia que trata de los principios de la clasificación de los seres vivos. El criterio actual aceptado como base de la taxonomía es el que refleja la filogenia de los seres vivos y que tiene en cuenta la comparación de los caracteres morfológicos, anatómicos, citogenéticos, etc.
La taxonomía clásica es la universalmente aceptada: agrupa los seres vivos en función de determinadas características comunes y hereditarias; así, considera cinco grandes grupos llamados taxones a los que da la categoría de reino (mónera, protistas, hongos, plantas o vegetales y animales); cada reino se divide en fila, filum en singular (que equivale a división en el caso de las plantas); los taxones básicos que siguen en orden decreciente son: clase, orden, familia, género y especie, admitiéndose otras categorías intermedias (subclase, superorden, etc.).
La botánica descriptiva o sistemática
La botánica descriptiva o sistemática, tiene por objeto la descripción científica y nomenclatura de las especies vegetales y su ordenación en un sistema. Por especie se entiende en Botánica el conjunto de individuos, que concuerdan en todos sus caracteres esenciales y no se pueden separar más por los no esenciales, que los descendientes de un mismo individuo. Todas aquellas especies, diferentes entre sí, que en los órganos de reproducción (flor y fruto o esporas y esporangios), o en otras relaciones morfológicas importantes concuerdan en lo esencial, hasta el punto de poder derivarse por alteración de algunas cualidades en el transcurso de las generaciones de una forma primitiva común, se reúnen en un género.Las diferentes visiones de la agrupación sistemática
La agrupación sistemática de las plantas puede emprenderse conforme a diferentes puntos de vista y proponiéndose diversos fines. Cada sistema construido según las leyes de la lógica, corresponde a la necesidad del espíritu humano de clasificar, para alcanzar una inspección del conjunto. También para determinar una planta, es decir, para hallar un lugar en el sistema y con ello asegurarse de su nombre genérico y específico, puede servir todo sistema construido sobre base lógica.En realidad, se han ideado muchos sistemas, y para la determinación de las plantas se han elaborado en forma de claves analíticas. De estos sistemas o clasificaciones, las artificiales (llamadas sistemas en sentido estricto) utilizan caracteres arbitrariamente elegidos para la distinción de las divisiones y subdivisiones. Las naturales (llamadas también métodos) parten del supuesto de que las plantas vivientes en la actualidad, se han derivado por evolución en diferentes direcciones de origen en comunes y así han de estar en relación de parentesco. Este parentesco debe llevarse a expresión en la agrupación metódica de la clasificación llamada natural. Para descubrir el grado de parentesco natural la paleontología del Reino vegetal no da puntos de apoyo esenciales por la escasez y los vacíos del material utilizable.
La nomenclatura botánica
Para la nomenclatura botánica sirven palabras latinas o latinizadas; la nomenclatura fundada por Linneo se llama binaria o binomial porque cada especie se nombra con dos palabras, la primera para designar el género y la segunda para la especie. Así, por ejemplo, en el género Viola distinguimos al pensamiento como Viola tricolor y a la violeta de los jardines como Viola odorata. Para precisar más se añade la autoridad, es decir, el nombre del botánico que primero describió la planta con tal nombre. Para ello se acostumbra usar abreviaturas y así, por ejemplo, L. significa Linneo, DC. De Candolle, Willd. Willdenow, Rehb. Reichenbach, etc.Los sinónimos
Puede ocurrir que una especie vegetal hayan descrito diversos autores con diferente nombre, por ejemplo, a causa de incluirla en diferente género, o por la diferencia de opinión sobre si constituye una especie independiente o no. Los nombres diferentes dados a una misma especie de plantas son sus sinónimos. Para disminuir algo la complicación de los sinónimos, el Congreso de 1868 en París acordó unas reglas internacionales, estableciendo el derecho de prioridad. Respecto de los nombres más antiguos no se ha de ir más allá de 1753, en que apareció la primera edición de la Species plantarum de Linneo con la nomenclatura binaria. Para los nombres genéricos vale 1752 como punto de partida. Los acuerdos de París no hicieron desaparecer todas las dudas, sin embargo, se observó que siguiendo con rigor las reglas acordadas habrían de desaparecer muchos nombres de largo tiempo arraigados, con lo cual se dificultaba la inteligencia recíproca y se originaba nueva confusión. Por esto se reunió un nuevo Congreso internacional de botánicos en 1905 en Viena con objeto de solventar estos inconvenientes.