Marie Curie

Mujeres que dignificaron la condición femenina:

María Curie fue una mujer excepcional, una científica de primer orden que, a su muerte, no recibió en un primer momento el reconocimiento que se mereció por el trabajo y el gran descubrimiento científico que obtuvo, aunque sí lo recibió en los primeros años en que tales trabajos fueron dados a conocer.

Nació en Varsovia, Polonia, hija de padres docentes. Le pusieron el nombre de María Sklodowska. Desde el primer momento, a los cuatro años de edad, tuvo aficción por la lectura. Enseguida se interesó por la física, graduándose a los 15 años.

Su interés por acudir a la Universidad en Polonia topó con la intolerancia de su tiempo para con las mujeres, que les impedían el acceso. Por ello, algunas mujeres adquirían conocimientos universitarios gracias a la llamada Universidad volante, que consistía en clases clandestinas impartidas por antiguos universitarios.

Su afán de progresar en el estudio y obtener un título oficial se vio alimentada por su hermana mayor, Bronia, que emigró a París, donde se casó con un francés con recursos económicos, preparando así el camino para María.

En 1891 María se traslada a París. Estudió física y química en la Sorbona. Aprovechaba todo el poco dinero que su hermana y sus padres le entregaban, especialmente en libros, ya que su vestir era siempre muy austero y apenas cuidaba su alimentación, de hecho tuvo algunos episodios de anemia por esa causa.

Ocupaba siempre las primera filas del aula, y dedicaba muchísimas horas al estudio. A sus compañeros les llamó la atención esa mujer de nombre impronunciable, de caballera rubia y humilde forma de vestir; enseguida afrancesaron su nombre llamándola Marie. El progreso de Marie hizo que fuera la primera mujer en enseñar en la Sorbona.

En 1893 se licencia en física con primer puesto en su promoción, y en 1894 también en matemáticas, como segunda de su promoción. En 1894 también conoció a quien sería su marido, Pierre Curie, que era profesor de física; trabajaron juntos en los laboratorios y al año siguiente se casaron; en 1897 nació su primera hija Irene.

El matrimonio Curie estudió la radiactividad de algunas sustancias, especialmente el uranio. Pierre era sobre todo el encargado de suministrar a Marie el material y equipo necesario para que ella pudiera trabajar y proseguir sus estudios sobre los materiales radiactivos.

En 1898 consigue aislar dos nuevos elementos químicos, el polonio y el radio. Las consecuencias de estos materiales comenzaron a manifestares en la salud del matrimonio; Pierre se fatigaba muy a menudo, y ambos sufrían llagas y quemaduras. La conclusión de los trabajos fueron presentados en 1902, alcanzando tanto Marie como Pierre prestigio internacional. Ellos aceptaron prestar todas sus investigaciones, sin lucrarse de ello, lo que les valió el aplauso de todo el mundo científico.

Marie fue galardonada con el Premio Nóbel de Física en 1903, junto a Pierre Curie y Henri Becquerel. Fue la primera mujer en recibir este prestigioso galardón.

Marie llegó a tener una segunda hija, Eve, pero antes sufrió un aborto, probablemente por efecto de la radiactividad que estaba envenenando su cuerpo. En abril de 1906, tras once años de matrimonio, Marie sufre la tragedia de perder a su marido Pierre en un accidente de circulación, al ser atropellado y muerto por un carruaje de varias toneladas. A pesar de que Marie quedó muy afectada, prosiguió sus trabajos, incluso rechazando ser pensionada de forma vitalicia. Asumió la cátedra de su marido, siendo así la primera mujer desde que se constituyera la Universidad hacía más de 600 años antes.

Los galardones para Marie no cesaron, en 1911 obtuvo el Premio Nóbel de Química, siendo la primera persona que se le concedía dos Premios Nóbel en dos campos distintos. En su desinterés por obtener lucro de los descubrimientos conseguidos, dejó abierto a la investigación el proceso de aislamiento del radio, rechazando inscribir su patente. Su prestigio personal era tal que, con 55 años de edad, su simple presencia en cualquier acto u obra en que ella estuviera interesada, suponía un éxito asegurado.

Afectada por la radiactividad de los productos que estuvo manejando durante 35 años, Curie murió en Francia el 6 de julio de 1934 a causa de leucemia, tras una gripe que agravó su estado e hizo que fallara definitivamente su gran corazón.

En su entierro no hubo ni discursos ni desfiles, ni personajes políticos, ni siquiera funcionarios públicos. Sólo asistieron al sepelio los amigos, parientes y colaboradores de su obra científica, que le admiraban y profesaban un gran afecto. Su hija mayor Irene, prosiguió algunos de los estudios de su madre, siendo también galardonada con el Premio Nóbel de Química en 1935.

2 comentarios:

  1. pues estuvo muy chevere la lectura de marie curie,su esposo y sus dos hijas.

  2. Elba Elvira quispe fuentes

    Que prodigio de la naturaleza, que talento tan especial y amor por la ciencia, se aprecia en la vida de Mari Curie. Es un ejemplo de perseverancia en la vida, apesar las dificultades que vivio.

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