Queridos amigos, hoy en vez de documentar alguno de los primeros platos que suelo elaborar, me he inclinado por un postre. He de decir, que no soy nada aficionado a los alimentos dulces de repostería: pasteles, tartas, etc, y en consecuencia nunca he tenido excesiva preocupación en documentarme sobre el tema, como no sea el bizcocho (eso sí lo bordo siempre). Pero, ayer mi hija me animó a que le sorprendiera con algún postre de mi autoría, así que me lo tomé muy en serio y me dije que ¡¡de mañana no pasa!!
Por tanto, voy a describiros cómo elaboré el postre que nombré como «Crema de fresa y plátano», pues son esos los ingredientes básicos que contiene. No consulté ninguna receta para su elaboración, sino que observé qué frutas y otros productos de repostería tenía en casa, y en base a ello me inventé este postre. El éxito ha sido total, y ese es el motivo de que lo comparta con todos vosotros.
Los ingredientes que he utilizado:
– 2 plátanos medianos (de Canarias ¿eh?, nada de bananas ni asimilados)
– 2 puñaditos de fresas bien maduras.
– 1 Chorrito de leche
– 1 Yogur natural
– Azúcar
– Caramelo líquido
– Algún producto para cuajar, como la cola de pescado, cuajada en polvo, etc.
Con estos ingredientes me ha dado justo para 3 raciones (1 copa por comensal)
Cómo lo elaboré:
Una vez pelados los plátanos y limpias y bien lavadas las fresas, lo corté todo en trozos adecuados para que pudieran ser procesadas en la batidora.
Añadí todo al vaso de la batidora (yo utilizo una tipo americana de jarra), y seguidamente le incorporé también un chorrito de leche, no mucho, lo suficiente para que los ingredientes se batan bien pero que no quede demasiado líquido. Si nos hemos quedado cortos siempre podemos añadir más tarde un poquito más de leche hasta obtener una consistencia cremosa.
El azúcar, dado que cada cual tiene sus gustos, yo no utilizo ninguna medida específica sino que lo voy añadiendo a la jarra y dando algunas vueltas más a la batidora para mezclarlo bien, después pruebo si quedó a mi gusto de dulce y si está escaso repito la operación.
Aparte, caliento en un cazo otro chorrito de leche y le añado el producto cuajante. Yo usé un sobre en polvo de cuajada, pero me valdría cola de pescado que ya se suministra en láminas en los comercios. Una vez disuelto añado esta mezcla al vaso de la batidora y le doy un par de vueltas más.
Aparte, voy preparando un yogur natural (no azucarado). Le añado azúcar en su mismo vasito original hasta que esté a mi gusto y lo reservo.
Los ingredientes ya están listos para llevarlos al recipiente en que se servirá, y para su decoración. Yo lo serví en lo que tenía a mano: unas tazas tipicas gallegas (cuncas para vino). Primero voy vertiendo el contenido del vaso de la batidora en cada taza dejando como el grosor de un dedo hasta el borde sin llenar. Seguidamente, con una cuchara añado yogur del que ya tengo aparte azucarado, en el centro de la taza formando una circunferencia.
Ahora clavo una par de láminas de fresa en el yogur y le espolvoreo por encima un poco de azúcar. Lo remato todo con unos hilos de caramelo líquido.
Antes de consumir el postre, sólo falta dejar que reposen las tazas en el frigorífico durante un par de horas mínimo para que cuaje bien la crema.
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