Los usuarios de este medio que me conocen saben que mi temática habitual son los artículos sobre ciencia, particularmente electrónica y tecnología. Hoy voy a desvelar una de mis aficiones que quiero compartir con todos vosotros: la cocina y la gastronomía. Y digo afición, porque no me dedico a ello profesionalmente, aunque tampoco resulta algo puntual, pues lo practico a diario en el hogar –muchos/as odian cocinar, yo sin embargo disfruto haciéndolo–.
Casi nunca preparo un plato de acuerdo a una receta concreta, sino que me gusta innovar y darle a cada uno de ellos mi toque personal. Cocino, pues, a mi aire.
Así que, intentaré en lo sucesivo preparar artículos sobre esta temática, y presentar platos elaborados y documentados por mi mismo, con sus correspondientes fotos y descripciones de los pasos que voy realizando en cada receta.
Hoy toca «Bacalao a mi aire»:
Escribo este artículo una hora después de que mi familia y yo hayamos dado buena cuenta de mi plato de hoy, así que está todo muy fresco en mi memoria, aunque tengo ante mi un papel garabateado con los ingredientes y algunos apuntes que me interesa transcribiros.
Para empezar, debo decir que este plato lo he elaborado en múltiples ocasiones con otros pescados blancos, y todos salen muy sabrosos. Hoy elegí bacalao, pero queda igualmente bueno con merluza, rape, bertorella, abadejo y, en general, con una amplia variedad de pescados blancos.
Los ingredientes que vamos a necesitar:
No me complicaré la vida (ni tampoco a vosotros) dando cantidades en gramos o decilitros. Mis unidades de medida serán siempre: el puñado, la pizca, la puntita, el trozo, el dedo, la cucharada, el chorro, el chorrito, etc., unidades éstas que todo el mundo seguro conoce y entiende.
Como ingrediente principal yo utilicé lomos de bacalao fresco, pero también podría recurrir a un bacalao bien desalado. La cantidad, en mi caso, es para 3 personas.
Dispuse de unos lomos que corté en forma que diese al menos tres piezas para cada comensal, es decir unos 9 ó 10 trozos de aproximadamente tres dedos de ancho.
El resto de ingredientes:
— Cinco o seis patatas grandes.
— Un tomate pelado y envasado (entero al natural)
— Dos puñados de guisantes (recurrí a los congelados).
— Media cebolla o una cebolla pequeña.
— Un trozo de pimiento rojo.
— Dos dientes de ajo.
— Una pizca de pimienta blanca.
— Unas hebras de azafrán (hoy no tenía, usé colorante)
— Una puntita de laurel.
— Aceite de oliva vírgen extra.
— Sal.
— Bodega: sin dudarlo, un delicioso albariño de Bodegas Coto Redondo
Para el rebozado:
— Dos huevos.
— Medio sobre de levadura Royal.
— Tres o cuatro cucharadas de harina.
Para la decoración:
— Cinco espárragos de calibre medio.
— Dos pimientos del piquillo asados (recurrí a los de lata)
Para mi:
— Una cervecita bien fresquita.
— Un trozo de queso mezcla semicurado.
— Más cervecitas y queso en reserva si hiciera falta.
(estos ingredientes son fundamentales para mantener al cocinero siempre contento y que no se malogre el plato).
La elaboración:
Para este plato necesito una cazuela bien ancha, concretamente utilicé una tipo paella. Añado un buen chorro de aceite de oliva vírgen y pongo a sofreir la media cebolla, el trozo de pimiento y los dos dientes de ajo.
Cuando estén bien sofritos (con la cebolla transparente y no tostada), los convierto en una papilla mediante un pasapuré.
Incorporo todo de nuevo a la cazuela y añado unos dos o tres dedos de agua, los guisantes, el tomate entero, la pizca de pimienta, el colorante, la puntita de laurel y sal al gusto.
Le doy fuego vivo, y cuando hierve le bajo a la mitad para que no evapore demasiado rápido.
Mientras hierve, tras el correspondiente trago de cervecita, me dedico a preparar la pasta para el rebozado. En un bol pongo los dos huevos y medio sobre de levadura Royal. Despues de batir bien ambos, añado una par de cucharadas de harina y continúo batiendo.
La pasta debe quedar cremosa y caer de la varilla cuando la levanto; si queda demasiado líquida añado un poco más de harina y bato enérgicamente; si queda demasiado espesa, puedo corregirla añadiendo otro huevo, o un chorrito de leche. Incorporo al bol los trozos de bacalao y los dejo sumergidos en la pasta, reservando hasta el momento de freir.
Mientras los guisantes se van terminando de cocer pelo las patatas, las corto en rodajas gruesas (como de un dedo de anchas), y tras salarlas muy ligeramente las frío (en este caso utilicé una freidora eléctrica).
Entretanto, en una sartén voy friendo el pescado, colocándolo de forma holgada (que no se peguen los trozos entre sí); fue necesario freír en dos tandas.
Algo importante: no se debe freír el pescado en exceso, ya que se terminará de cocinar en la cazuela. Normalmente un minuto por cada lado debería ser suficiente (dependiendo de la fuerza del fuego); en cualquier caso, la pasta tiene que quedar bien cuajada y ligeramente tostada. Lo principal es que el pescado conserve la textura y no se rompa al moverlo hacia la cazuela.
Seguidamente incorporo los trozos de pescado a la cazuela y dejo que cuezan unos cinco minutos a fuego mediano.
Finalmente añado por encima las patatas fritas en rodajas y dejo cocer otros cinco minutos a fuego mediano. Si veo que se va a quedar sin líquido no añado nunca agua, es preferible bajar el fuego, o incluso tapar y dejar reposar.
El plato está hecho. Ahora lo puedo decorar de variadas formas. En este caso elegí algo sencillo y bien barato: unos pimientos del piquillo cortados en tiras, y unos espárragos de mediano calibre.
Presenté la cazuela directamente en la mesa, sobre una tabla de madera.
Así es como quedó una ración ya servida. Sólo falta regar todo con un buen albariño, naturalmente de Bodegas Coto Redondo. Mi familia me ha felicitado, como siempre (no es vanidad).
A quien quiera seguirme e intentarlo, ¡¡buen provecho!!
Acabado, por ahora, el periplo turco, vamos a tratar de encontrarnos con varias de las… Read More
El Mediterráneo griego tienen tantas islas que uno, a veces, no sabe hacia donde mirar.… Read More
En la confluencia de los ríos Andarax y Nacimiento (en Almería) comienza Sierra Nevada, extendiéndose… Read More
Demostración práctica de cómo injertar una vid por el método de cuña o hendidura. Es… Read More
El riego por capilaridad permite mantener hidratadas las plantas en nuestra ausencia sin utilizar bombas… Read More
DEMOSTRACIÓN DE CÓMO PODAR UNA VID QUE ESTÁ CONDUCIDA EN FORMA DE PARRAL O EMPARRADO… Read More