Cada invierno, mi arbolito de Hierba Luisa siempre me dice adiós. Yo lo despido, ignorante de si será la última vez que me alegra el alma y el olfato.
Su delicioso perfume alimonado le abandona para sumergirse en el sueño de las hadas del bosque. Sus estilizadas hojas desaparecen, al tiempo que los finos y frágiles tallos desecan y rompen con la facilidad de las ramas de un caki.
Entonces, su esqueleto gris y sinuoso se alía con los espíritus de la noche pareciendo imitar a un tétrico baobab en la penumbra.
Y le entierro. De nuevo le doy sepultura en algún túmulo de mi alma, esperando que halle refugio en el Universo esmeralda de los vegetales.
Pero, la primavera, como un elixir de la vida, siempre resucita a este viejo compañero de viaje. Sus brotes asoman tímidamente, como explorando con tiento los meteoros, por si una pedriza sin consuelo derriba su incipiente caminar.
Esta vez tampoco ha fenecido, simplemente dormía plácidamente el sueño vegetativo, y como esperando el encuentro con un viejo amigo, me ofrece de nuevo toda la belleza de sus flores y el fragante perfume de su espléndida copa foliar.
El 30 de junio del 2021 apareció el primer grupo de esta serie floral, entonces… Read More
Listo para el paseo de descubrimiento de la isla Este trío es una zona mucho… Read More
Pensaba que me encontraba en casa, habían pasado tantos años recibiendo correspondencia, oyendo regularmente emisoras… Read More
La provincia o la isla más occidental de Grecia ocupa una estratégica posición en el… Read More
Hoy nos detendremos en unas estampillas que te atrapan ante la tierna estampa de unos… Read More
Esta bella y frágil mariposa responde al nombre científico de Anthocharis cardamines, y específicamente se… Read More