© Delegación Permanente ante la UNESCO de la República Arabe Siria En Lajat abundan los vestigios arqueológicos de poblados. Los más antiguos se remontan al siglo III. |
En el extremo sur de Siria, Lajat ofrece algunos de los paisajes más impresionantes de la región. Gracias a sus tradiciones agrícolas y a sus ruinas arqueológicas, esta nueva reserva de biosfera es un ejemplo de la interdependencia de la diversidad cultural y la biológica.
“Se diría un lago agitado por olas petrificadas en forma repentina”, así describe un investigador sirio, Jamal Abou Jahjah, el paisaje abrupto de Lajat con sus 120 km2 de colinas ondulantes de basalto en cimas que alcanzan entre 600 y 900 metros de altura.
A unos treinta kilómetros al sur de Damasco, la capital siria, en la provincia de Sweida, fronteriza de Jordania, Lajat se halla en la intersección de dos regiones, una de clima templado y otra de clima semidesértico. En la Red Mundial de Reservas de Biosfera –a la que acaba de ingresar–, figura como “cruce biogeográfico”.
Habitada desde hace milenios, la meseta de Lajat cuenta en la actualidad con unos 16.500 habitantes, repartidos en 13 aldeas que siguen viviendo como sus antepasados, esencialmente de la agricultura y la ganadería. Son testimonio del cultivo en terrazas, los numerosos pastizales rodeados por kilómetros de muros de piedra que sirven de abrigo a reptiles y pájaros. Al origen de esas tapias, la práctica antigua del pastoreo rotativo resultó ser esencial para el mantenimiento sostenible de esas tierras.
Gracias a sus reservas acuíferas y a la calidad de su suelo, Lajat es una de las regiones más fértiles de Siria. Se encuentran allí un tercio de las variedades vegetales del país. Olivo, palmera, higuera –plantas llamadas “coránicas” porque están mencionadas en el libro sagrado– florecen con el alfóncigo pródigo en pistachos, el almendro y otros árboles frutales en singular mezcla de especies mediterráneas e irano-turcas debido a la situación geográfica del sitio.
Estos frutos son fuente de actividad para la población desde épocas remotas. Prensas de olivos y pistachos de la época romana atestiguan la larga tradición en la producción de aceites y jabones. Actualmente se llevan a cabo estudios para la explotación de almendras amargas silvestres, perales y otras plantas reconocidas por sus virtudes medicinales.
Ruinas romanas
Entre 2003 y 2007 un equipo de expertos franceses catalogó 700 lugares históricos y arqueológicos en la región. Una treintena de éstos fueron excavados, revelando la existencia de ciudades grecorromanas en los alrededores de la aldea de Shahba, monasterios y casas de la época bizantina.
Vale decir que el potencial turístico de Lajat es muy prometedor. Sus paisajes, su flora y fauna silvestre, sus tradiciones pastorales pueden atraer a los aficionados al ecoturismo, aunque los apasionados de la historia tendrán también hartos elementos con los cuales satisfacer su curiosidad.
Restablecer el equilibrio
Se han elaborado proyectos con miras a la renovación de las antiguas viviendas y de las ruinas que, tras ser abandonadas y reconstruidas en varias oportunidades, sirven desde los años 1970 como cercado de pastoreo para las poblaciones seminómadas y como puntos de agua o de tenderetes para los artesanos.
Las autoridades no ven con buenos ojos esta situación y tratan de hallar situaciones que preserven los vestigios históricos, transformándolos en albergues turísticos. Se prevén también a tal efecto formaciones para guías e intérpretes oriundos de los diferentes pueblos de la meseta.
Por otra parte, se han establecido giras de observación ornitológica en colaboración con el Centro de Investigación de Sweida, la Comisión General para la Investigación Agrícolo-científica y las universidades vecinas que también desarrollaron otros proyectos cuyo objetivo es mejorar la vida de las poblaciones locales respetando el medio ambiente.
La tala de árboles y el pastoreo incontrolado constituyen las principales amenazas para el medio ambiente en Lajat. La población local está dividida entre quienes son favorables a la protección de los bosques pero no respetan las zonas de pastoreo y quienes desean un pastoreo controlado al mismo tiempo que una explotación forestal libre de obligaciones.
Cabe esperar que el estatuto de Reserva de Biosfera permitirá establecer un plan de gestión de Lajat que, al tiempo que regule la explotación forestal y la conservación de los pastizales, restablezca antiguas costumbres más respetuosas con el medio ambiente.
Hala Kodmani, periodista francosiria
Foto 2 : © Delegación Permanente ante la UNESCO de la República Arabe Siri. En Lajat se han localizado hasta la fecha unos 700 sitios históricos y arqueológicos.
Foto 3 : © Delegación Permanente ante la UNESCO de la República Arabe Siria. Lajat cifra sus esperanzas en el desarrollo del turismo cultural.
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