Blog Naturaleza educativa

La salud, un estilo de vida

Artículos seleccionados del boletín mensual

Isabel Pérez i Pérez
Profesora de la Escuela de Enfermería de la Universitat Blanquerna

La salud es una necesidad íntimamente ligada al derecho fundamental de todo ser humano a la vida. Hoy en día, desde una concepción amplia del concepto, se entiende la salud como un valor propio, una forma de vivir la vida. La salud como bienestar, es inherente a una forma o estilo de vida saludable.

Se puede definir la salud como la capacidad de desarrollar las potencialidades de las personas para poder responder de forma activa y positiva a los retos del contexto social donde vivimos.

Cuando una persona puede satisfacer sus necesidades básicas, es capaz de adoptar responsabilidades propias o compartidas, es capaz de dar y recibir afecto, es capaz de identificar y realizar sus aspiraciones y sabe hacer un análisis crítico de los comportamientos propios que pueden incidir sobre su salud y la de la colectividad, podemos afirmar que disfruta de un nivel de salud que le permite alcanzar y mantener el sentimiento de bienestar.

La salud puede percibirse, no como un objetivo, sino como la fuente de riqueza de la vida cotidiana. Se trata, pues, de un concepto positivo que acentúa los recursos sociales y personales, así como las aptitudes físicas. El concepto de salud no existe como realidad objetiva, pero sí en nuestro pensamiento y nuestras creencias, por lo tanto, su vivencia está sujeta al marco cultural de la época y al desarrollo de la ciencia. Podemos afirmar que el nivel de salud de una población, es el resultado de un conjunto de factores políticos, culturales, sociales y económicos que confluyen en un contexto determinado.

Para poder disfrutar de salud son necesarias unas condiciones sociales y ambientales tales como, un entorno saludable, la educación, el trabajo digno y un medio social y físico apropiados. Junto con estas condiciones, la mejora de la salud es una responsabilidad individual, ya que los estilos de vida condicionan los comportamientos relacionados con la salud, tales como la dieta, el consumo de sustancias adictivas y la actividad física, los cuales favorecen o comprometen la salud, también es una responsabilidad colectiva, que incluye el compromiso de los estados para garantizar la salud de los ciudadanos y de otras instituciones sociales que pueden incidir de forma directa en el logro de la salud.

Podemos entender la salud como el mejor recurso para el desarrollo personal, económico y social, que ayuda a mejorar la percepción de la calidad de vida.

La salud individual, al margen de procesos concretos, depende de los recursos personales que son necesarios para vivir en una sociedad con un nivel tecnológico determinado. Estos recursos son: autoconciencia, capacidad de tomar decisiones, saber identificar lo que sentimos, saber realizar la gestión de las emociones, entendiendo esta gestión no como una inhibición sino como una expresión apropiada de las mismas, de manera que sean adecuadas a las circunstancias, y también aprender las estrategias para afrontar las situaciones de dificultad.

Educar para la salud significa desarrollar las capacidades personales que permitan satisfacer las necesidades básicas, poder hacer un análisis crítico de las decisiones a tomar y responsabilizarnos de los comportamientos que comprometen nuestra salud.

La salud forma parte de la realidad del ser humano y, como realidad humana, es compleja y multicausal, es por este motivo que es necesaria la participación de los diferentes sectores de la vida social en total coordinación. Los agentes de educación para la salud son todas las personas de la comunidad que contribuyen a que los individuos adopten conductas positivas de salud, no obstante, hay una serie de profesiones que por sus características y/o actividades, tienen más oportunidades, conocimientos y facilidades para proporcionar la adquisición de hábitos saludables.

La familia, la escuela, el trabajo y el tiempo libre deben constituirse como fuentes de salud para la población. La salud se ha de crear en el marco de la vida cotidiana, y la manera de organizar estos ámbitos contribuirá o no a la creación de una sociedad saludable.

Los centros educativos, además de funciones culturales y sociales, tienen la función de promover la salud. La educación para la salud puede entenderse como una herramienta socializadora y culturalizadora que ha de estar presente en los diferentes programas educativos, desde una perspectiva integral y no solamente como respuesta a demandas sanitarias específicas relacionadas con la enfermedad. El papel de los educadores implica enseñar a vivir, ayudar a reconocer la realidad personal del alumno y la de su contexto, e intentar desarrollar la capacidad de escoger unos valores que le ayuden a vivir saludablemente.

La educación para la salud es un proceso ligado al ciclo vital y que no sólo se configura con actividades concretas, sino que necesita ser planificada desde una perspectiva cultural que refuerce los valores que favorecen el desarrollo de hábitos saludables. No podemos hablar de la educación para la salud como una especialidad, ni planificar actividades aisladas, sino que es una herramienta que confiere un estilo de trabajo.

En la mayoría de ocasiones, la educación para la salud se concreta en una transmisión de informaciones o conocimientos que ya son conocidos por la mayoría de destinatarios de la información y generalmente éstos continúan manteniendo las conductas de riesgo a pesar de saber sus consecuencias.

El objetivo de la educación para la salud es provocar procesos de aprendizaje que ayuden a mejorar los estilos de vida, teniendo en cuenta que la enseñanza de la educación para la salud conlleva generar estrategias de intervención dirigidas a reforzar:

* Un conjunto de conocimientos «saber».

* La práctica de las habilidades aprendidas «saber hacer».

* El desarrollo de actitudes y valores positivos que permitan la adquisición de hábitos y comportamientos saludables «saber ser».

* La capacidad de escoger las decisiones que nos ayuden a desarrollar los proyectos personales.

* La resolución de conflictos.

* Incrementar la responsabilidad y reforzar la autoestima.

Para llevar a término con éxito las acciones que se deriven de esta orientación, es necesario disponer de profesionales que tengan conocimientos, motivación y capacidades. Es muy importante que los programas de formación de los profesionales de la salud, así como los de los educadores, incorporen una visión multidisciplinar que permita el trabajo conjunto de estos sectores sociales.

El Pla de Salut de Catalunya, en las propuestas sanitarias para el siglo XXI, continua describiendo como uno de los objetivos prioritarios el desarrollo de las actividades de educación para la salud en los centros de enseñanza, y su incorporación como eje transversal en los proyectos curriculares.El programa de educación para la salud en la escuela debe implicar a todos los sectores, escuela, familia y centros de salud, y dar coherencia a los programas dirigidos a modificar los factores riesgo de las enfermedades relacionadas con la conducta. Los problemas de salud cardiovasculares, cáncer de pulmón, de colon, enfermedades de transmisión sexual entre otras, van ligados a los hábitos cotidianos. Por lo tanto, es imprescindible incidir desde diferentes ámbitos sobre la salud conductual ya que la sociedad del futuro depende en parte de los progresos educativos, sociales, sanitarios y su aplicación a la población.

Bibliografia

Boixareu, R, Cardona, X, Fatjo, J, Pérez, I et al. (pendent de publicació) Antropologia de la salut. Barcelona Ed Universitat Ramon Llull.

Fortuny, M i Cruz Molina, M. (1998). Educació per a la salut. Barcelona: Edicions Universitat de Barcelona.

Generalitat de Catalunya. Departament de Sanitat i Seguretat Social. (1999). Pla de Salut de Catalunya. Barcelona: PublicacionsGeneralitat de Catalunya.

Gonzalez Dagnino, A. (1990). Teoria y práctica de la Atención Primaria en España. Madrid: Instituto Nacional de Salud.

Rochon,A. (1992). Educación para la salut: guia práctica para realizar un proyecto. Barcelona: Masson SA.

Rojas, E (1994). La conquista de la voluntad. Madrid: Temas de Hoy.

Salleras Sanmarti, L (1985). Educación Sanitaria: principios, métodos y aplicaciones. Madrid: Diaz de Santos.

 
 

Más información en la web de la Institución –>

¿Te gusta? pincha para compartir en tus redes sociales….
Salir de la versión móvil