Extremadura, una tierra por descubrir y disfrutar

Hoy queremos hablaros acerca de una tierra por descubrir dentro de nuestras fronteras, al amparo de un reciente viaje que hemos realizado por ella: Extremadura, un lugar para disfrutar. Un lugar dónde podemos practicar distintos tipos de turismo y todos ellos de primera calidad, en un lugar único, mágico y dónde el tiempo pasa más despacio.

Vida salvaje.

Extremadura, hoy día, cuenta con uno de los sistemas naturales mejor conservados no solo de España, sino de toda Europa, gracias a su extensa geografía y su escasa industrialización. Maravillas como el Parque Nacional de Monfragüe, uno de los mejores sitios del mundo para realizar birdwatching, el Geoparque de Las Villuercas-Ibores-Jara, incluidas por la UNESCO en la red mundial de Geoparques, o parque naturales como el de Cornalvo y el Tajo Internacional, hacen de ésta región un lujo al alcance de la mano para los amantes de la naturaleza, encontrando dentro de Europa una de los mejores y menor devastados medios naturales del continente.

Turismo monumental

Extremadura es una región mayoritariamente rural, pero no por ello deja de tener un turismo monumental y un patrimonio cultural digno de admirar. El Casco Antiguo de Cáceres (uno de los conjuntos medievales mejor conservados de Europa), el Conjunto Arqueológico de Mérida (principal ciudad romana en la antigua Hispania) o el Real Monasterio de Nuestra Señora de Yuste (un monumento religioso que combina el arte gótico, mudéjar, renacentista, barroco y neoclásico), son dignos de visitar tranquila y relajadamente.

Turismo gastronómico

Por si fuera poco, en Extremadura se come de lujo, gracias a la mezcla de cocina tradicional e innovación con productos de primera calidad. Como prueba de ello tenemos a Cáceres 2015, Capital Gastronómica Española, así como los miles de restaurantes repartidos por toda la región, donde podremos degustar platos y comidas realizados con productos de calidad como los vinos de Ribera del Guadiana, los jamones de la Dehesa de Extremadura, las tortas del casar, los quesos de La Serena o el aceite de Oliva de Monterrubio, todos ellos con Denominación de Origen, acompañados de otros manjares como la repostería extremeña artesana.

En definitiva, una tierra de conquistadores (Francisco Pizarro, Hernán Cortés y Pedro de Valdivia) que conquistará el corazón de todo viajero que recorra sus tierras, gracias a la mezcla de tradición, naturaleza y modernidad por las que se caracteriza la región, pero sobre todo, gracias al carácter amable y bondadoso de sus gentes, el verdadero valor de Extremadura.

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