a atmósfera antártica, a causa de las bajas temperaturas, contiene concentraciones de vapor de agua sólo en las latitudes templadas. Esta agua atmosférica viene generalmente de las regiones libres de hielos de los océanos del sur, y es transportada hacia el sector 140º (80º Este, 140º Oeste) tierras de Wilkes y Marie Byrd.
La atmósfera antártica tiene aproximadamente una décima parte de la concentración del vapor de agua que se encuentran en latitudes más templadas; la
mayor parte de esta agua se precipita como nieve a lo largo del margen continental. Muy pocas tormentas llevan nevadas a las regiones interiores. Los aguaceros son casi desconocidos.
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La mayor parte del agua que se precipita en el
continente antártico sucede en su margen, en forma
de nieve
A pesar del tremendo volumen de agua potencial acumulada como nieve, se debe considerar a la Antártida como uno de los grandes desiertos del mundo. La precipitación media (en agua equivalente) es de sólo 50 mm. aproximadamente por año sobre la meseta polar, más bajo que la precipitación de muchos desiertos, aunque es considerablemente mayor (unas 10 veces más) en el cinturón costero, donde las tormentas durante el invierno son muy frecuentes. Desciende generalmente como nieve o cristales de hielo, y cuando se combinan con vientos fuertes se producen las condiciones para las ventiscas más feroces, que impiden prácticamente cualquier actividad humana; una ventisca severa puede superar los 180 km./hora de viento, mantener márgenes de visibilidad de sólo unos pocos metros, y mantenerse activa a lo largo de toda una semana.
En la Antártida falta una capa atmosférica de vapor de agua protectora, que en otras áreas absorben las radiaciones terrestres; se estima que por este hecho, el Antártico pierde energía en el espacio.