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Anatomía humana
NUTRICIÓN Y DIETÉTICA
Los nutrientes - 1ª parte
os humanos, al igual que el resto de los animales, somos seres heterótrofos, es decir, organismos incapaces de sintetizar nuestro propio alimento a partir de los minerales, agua, dióxido de carbono y la energía del sol.
Esta característica nos obliga a depender de otros animales y de los seres autótrofos (vegetales provistos de clorofila que sí sintetizan su propio alimento), para obtener todos los nutrientes que necesitamos para subsistir.
Qué son los nutrientes
Los nutrientes son sustancias nutritivas o componentes de los alimentos que necesitan los animales como aporte de energía, para el crecimiento, la reconstrucción de los tejidos, desarrollo de los huesos y, en general, para el mantenimiento normal de la salud (véase más abajo el apartado relativo a los nutrientes esenciales).
En muchos países del tercer mundo es generalizada la carencia de nutrientes a edades tempranas, dando lugar a la malnutrición de poblaciones enteras
La Organización Mundial de la Salud (OMS), y otras organizaciones internacionales, disponen de una guía o línea nutricional de las cantidades o requisitos nutricionales de las personas, con objeto de conseguir mantener una dieta sana y equilibrada (véase más abajo la pirámide de los alimentos más sanos).
Las líneas nutricionales
Las líneas o guías nutricionales son, como ya se dijo, recomendaciones o indicaciones formuladas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), otras organizaciones de la ONU, como la de Agricultura y Alimentación (FAO), y también unilateralmente por variados países, basadas en la información que aportan los científicos sobre los requisitos nutricionales de las poblaciones, y que sirven a los consumidores como guía para seleccionar los alimentos que contienen la cantidad de nutrientes recomendada, y que deben ingerir para mantener una dieta equilibrada.
Esta dieta puede variar según la edad, sexo y otros condicionantes, y existen unas líneas básicas de necesidades para las poblaciones, las cuales son en general superiores a las necesidades particulares de cada individuo (salvo las relativas a calorías, que tienden ser a la baja para evitar la obesidad), motivo por el cual estas líneas no se utilizan para su aplicación individual, sino colectiva.
La dieta en los países desarrollados suele ser suficiente en cantidad de nutrientes, dándose el raquitismo muy raramente. No obstante, muchas personas están expuestas a determinados riesgos y enfermedades por ausencia de una dieta equilibrada. Así, la obesidad, diabetes, la propensión a padecer una enfermedad cardiaca, e incluso determinados tipos de cáncer, pueden ser consecuencias derivadas de un desequilibrio en la dieta.
Además, el modo de vida de las sociedades desarrolladas ha creado en las últimas décadas un incremento de la obesidad de la población, que se registra ya en la propia infancia. Las comidas rápidas, por ejemplo, han suplido en muchas familias a la alimentación ordinaria y equilibrada, siendo habitual sustituir comidas, u ofrecer a los menores "premios" en forma de visitas regulares a estos establecimientos.
El modo de vida de las sociedades desarrolladas
ha fomentado un incremento de la obesidad
incluso desde edades tempranas