ANATOMÍA HUMANA - FUNCIONES NUTRICIÓN: El sistema circulatorio - 2ª parte

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Anatomía humana

FUNCIONES DE LA NUTRICIÓN

El sistema circulatorio - 2ª parte


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El corazón (continuación)

Cavidades y válvulas auriculoventriculares

letra capitular El corazón humano está dividido en dos mitades independientes que albergan las cavidades auriculoventriculares.

La parte izquierda bombea sangre a todo el organismo, y la derecha lo hace sólo hacia los pulmones. Cada una de estas partes consta de una aurícula y un ventrículo comunicados entre sí mediante las válvulas auriculoventriculares.

La válvula del lado derecho, es decir, la situada entre la aurícula y el ventrículo derechos, se llama tricúspide, en referencia a que está compuesta por tres láminas terminadas en tres cúspides o puntas.

Cavidades del corazón. Aurículas y ventrículos
Cavidades del corazón

La válvula del lado izquierdo, es decir, la que está entre la aurícula y ventrículo izquierdos, se llama bicúspide, porque posee dos láminas; también se llama válvula mitral, en referencia a que tiene forma semejante al de una mitra. Las láminas valvulares están sujetas a las paredes interventriculares mediante fibras tendinosas. El cierre y apertura de las válvulas se realiza en función de las contracciones del corazón, dejando pasar la sangre de las aurículas a los ventrículos.

Ciclo cardíaco

El latido cardiaco es el resultado del ciclo de sístoles (contracciones) y diástoles (relajaciones) alternativos de las cámaras del corazón. Este latido tiene una duración aproximada de 0,8 segundos.

Durante la sístole auricular, que dura unos 0,15 segundos, las dos aurículas se contraen para impulsar la sangre a los ventrículos, los cuales están en ese momento en la fase de diástole ventricular (relajados). En esos instantes las venas que entran en el corazón están cerradas, evitándose así que la sangre retroceda.

Durante la sístole ventricular, que dura una 0,3 segundos, los ventrículos se contraen para expulsar la sangre hacia las arterias; en ese momento las aurículas están en la fase de diástole auricular (relajadas), y las válvulas bicúspide y tricúspide se cierran para evitar que la sangre retroceda hacia ellas. Finalmente, se produce una fase de relajación de las aurículas y ventrículos (diástole general) que dura unos 0,4 segundos, a partir de la cual se iniciará un nuevo ciclo.

Estímulo y ritmo cardíaco

El corazón regula las contracciones mediante un exclusivo sistema de tejido nervioso, el tejido nodal, que se localiza en varias zonas del miocardio. El estímulo nervioso que propicia el latido se inicia en el llamado nódulo senoauricular (marcapasos del corazón), localizado en la aurícula derecha, en la base de la vena cava superior. A través de la pared auricular, el estímulo llega al nódulo auriculoventricular, localizado en la base del tabique interauricular, continúa por el fascículo de His, se ramifica en dos a ambos lados del tabique interventricular, y se distribuye finalmente al miocardio de ambos ventrículos a través de las fibras de Purkinje.

El nódulo senoauricular es el marcapasos del corazón, su estímulo nervioso propicia el latido, que se inicia en la base de la vena cava superior, en la aurícula derecha
El nódulo senoauricular es el marcapasos del corazón, su estímulo nervioso propicia el latido, que se inicia en la base de la vena cava superior, en la aurícula derecha

El ritmo cardíaco es normalmente de 60-70 latidos por minuto, pero puede verse alterado (acelerado o retardado) a través del sistema nervioso simpático y parasimpático, por la acción de centros localizados en la médula espinal y el bulbo raquídeo.

Con un fonendoscopio aplicado al pecho se pueden escuchar e identificar los sonidos producidos por el corazón durante las distintas fases de contracción y relajación. El ruido de la contracción indica que se manifiesta la sístole ventricular, es un sonido más largo y menos perceptible que la diástole, y en la cual se produce una tensión de la musculatura.

Por su parte, en la diástole se percibe un sonido más corto y claro, indicativo de que se cierran las válvulas de las arterias aorta y pulmonar. El médico o cardiólogo puede detectar algunas lesiones del corazón con sólo escuchar estos sonidos; por ejemplo, si las válvulas no efectúan sus funciones de apertura y cierre con normalidad, se manifiestan unos ruidos característicos en forma de "soplos" cardiacos.

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