ANATOMÍA HUMANA - FUNCIONES INMUNOLÓGICAS: Inmunología - 2ª parte

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Anatomía humana

FUNCIONES INMUNOLÓGICAS

Inmunología - 2ª parte


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Tipos de inmunidad

egún su origen, se ha estimado conveniente clasificar la inmunidad (de animales y vegetales, y no sólo de los humanos) en congénita o natural y en adquirida:

Inmunidad congénita o natural

Como se deduce de su título, la inmunidad congénita o natural es la que se deriva del sistema inmunitario del propio ser. Pueden existir variantes en función de la raza, especie, o según las características de cada individuo. Así, algunas razas o especies están mejor preparadas frente a otras para resistir las infecciones, e incluso dentro de una misma raza o especie un individuo puede sobresalir por sus características defensivas en base a factores hereditarios.

Las diferencias inmunológicas existentes entre diferentes especies animales (y también vegetales), explican la resistencia a determinadas enfermedades y que sin embargo se sufran otras. Por ejemplo, mientras que los humanos no padecen algunas enfermedades propias de los animales, como la peste porcina o la aviar de las gallinas, éstos tampoco conocen otras enfermedades muy comunes en el hombre, como la gripe, o el sarampión.

Inmunidad adquirida

La inmunidad adquirida es aquella que sobreviene a lo largo de la vida después de una enfermedad (inmunidad adquirida natural), o tras una vacunación (inmunidad adquirida artificial). Técnicamente se trata de la formación de anticuerpos en el organismo que contrarrestan los antígenos que representan los microorganismos y sus toxinas.

Inmunidad adquirida natural

Cuando se ha sufrido una enfermedad o infección, tras la curación se puede adquirir inmunidad, en cuyo caso se denomina inmunidad adquirida natural. Este tipo de inmunidad puede ser total o parcial, según dure toda la vida o sólo unos meses o años. Ejemplo, en los humanos las enfermedades del sarampión y la tosferina una vez sufridas y curadas inmunizan para el resto de la vida, mientras que la gripe, el tifus o el cólera pueden ser sufridas varias veces a lo largo de la vida, ya que la inmunidad solo dura unos pocos años, o incluso meses.

La enfermedad del sarampión inmuniza para toda la vida después de sufrida y curada
La enfermedad del sarampión inmuniza para toda la vida después de sufrida y curada

Inmunidad adquirida artificial

La inmunidad puede ser inducida externamente mediante la aplicación de anticuerpos, en cuyo caso se denomina inmunidad adquirida artificial. A su vez, si esa administración se realiza mediante vacunas se le conoce como activa, y si es mediante sueros, pasiva.

  • Activa (vacunas)
    Las vacunas contienen los gérmenes que producen la enfermedad que se pretende inmunizar, pero cuando se introducen en el organismo se encuentran muertos o atenuados (adormilados), con objeto de que al ser detectados sus antígenos por el sistema inmunitario se comience a producir anticuerpos pero sin llegar a desarrollar la enfermedad. El resultado es la manifestación de una resistencia del organismo por un tiempo variable, o permanente, a ser invadido por los verdaderos gérmenes activos; por ello algunas enfermedades requieren revacunaciones periódicas para mantener la inmunidad. A algunas personas de riesgo, con un sistema inmunitario débil, se les suele administrar vacunas contra enfermedades de gravedad menor, como la gripe o el resfriado. Ejemplo de vacunas que se administran frecuentemente o con regularidad a los humanos, son las de enfermedades infantiles, como el sarampión, poliomielitis, rubeola y tosferina.

vacunación

  • Pasiva (sueros)
    Los sueros no contienen los gérmenes que producen la enfermedad, como sucede con las vacunas, sino que ya llevan los anticuerpos contra la propia enfermedad que se desea inmunizar. Estos anticuerpos se consiguen provocando su producción por otro animal, por ejemplo el caballo o el cerdo. A éstos se le inyectan los gérmenes patógenos para que sus organismos fabriquen los anticuerpos. Posteriormente, se le extrae la sangre cargada de ellos y una vez purificada se obtiene un suero contra la enfermedad, que ya puede ser inyectado a una persona enferma con objeto de estimular sus defensas y alcanzar la curación.

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