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Familia: Quenopodiáceas
Nombre científico: Beta vulgaris variedad cycla
Origen/distribución: Cuenca mediterránea / mundial

Introducción

a acelga es una variedad de la remolacha o betabel seleccionada por la producción de grandes hojas y tallos comestibles (pencas), en detrimento de la raíz o tubérculo que es la parte de la remolacha que normalmente se consume o se utiliza para su procesamiento industrial, como la producción de azúcar; la raíz de la acelga en vez de tubérculo forma pequeñas raíces leñosas.

Se trata de una planta bianual que se cultiva fácilmente como si fuera anual, y que por su escasa exigencia en cuanto a suelo y cuidados merece reservarse siempre un espacio en nuestra huerta.

Es una verdura con muchas propiedades beneficiosas: tiene una gran cantidad de betacarotenos (vitamina A), por tanto posee antioxidantes del organismo. También presenta altos niveles de vitamina C (muy importante en variados procesos y prevención de enfermedades), vitamina K (que interviene en el sistema circulatorio y los huesos), y minerales como potasio, magnesio, yodo y hierro.

Reproducción y cultivo

La reproducción de la acelga es por semillas. Se puede realizar previamente en semillero para el posterior trasplante, o directamente en el lugar definitivo si lo permite el clima de la zona, que deberá ser preferentemente en los meses más cálidos o templados, colocando las semillas en hileras de 45 cm. de ancho, dejando 8 cm. entre semillas y enterrándolas unos 3 cm. Puede ser útil remojar las semillas antes de sembrarlas.

Si el clima es suave se puede sembrar en otoño para recolectar en invierno. Lo habitual es trasplantar las plántulas en primavera desde el semillero a un suelo con bastante materia orgánica y trabajado profundamente, pues las raíces de las acelgas son muy largas. El suelo más adecuado es el casi neutro; si es ácido corregirlo añadiendo cal. Colocar las plantas a 50 cm. unas de otras, en hileras separadas 1 metro.

Si hay problemas con las malas hierbas acolchar el suelo con los productos típicos, tales como cortezas de pino trituradas. En el momento en que la planta tienda a florecer eliminar el tallo de la inflorescencia y podar casi a ras del suelo. Requiere riegos medios.

Algunas variedades se cultivan directamente en semillero; otras, como la acelga de hoja roja, tienen propiedades de mejor adaptación a los suelos compactos. Determinadas variedades napiformes se cultivan por sus ricos contenidos en carbohidratos o con destino a la alimentación de animales domésticos, ejemplo de la remolacha común, azucarera y forrajera.

Recolección

Se recolectan las hojas cortándolas desde la base. Si la planta se encuentra ya al final del periodo productivo se puede arrancar entera. Las hojas rizadas y pequeñas no deben recogerse, ya que es un indicativo de que pronto se producirá la floración, dando un sabor amargo. De las hojas también se consumen las pencas (nervios centrales de color blanco), se pueden presentar cocidas, o posteriormente rebozadas en harina y huevo, entre otras posibilidades culinarias, no obstante deben desecharse aquellas pencas cuyas hojas sean demasiado anchas, porque pueden volverse amargas, consumiendo sólo las partes verdes.

Plagas y enfermedades

Aunque la acelga es una planta muy resistente a las plagas y enfermedades, puede prevenirse el ataque de babosas y caracoles aplicando cenizas a su alrededor.

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