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MANIPULACIÓN/APLICACIÓN DE PRODUCTOS FITOSANITARIOS
Riesgos de los productos fitosanitarios para el Medio Ambiente - 1ª parte
Fuente: Medio Rural / Xunta de Galicia
Peligrosidad de los fitosanitarios
os productos fitosanitarios se concibieron para ser usados en la protección de los cultivos. Por eso, pueden provocar efectos nocivos sobre la salud de las personas y sobre los animales, lo que se denomina toxicidad.
Cuando se manipulan estos productos, el riesgo que implican para la salud viene definido por la suma de la toxicidad propia del producto y por el grado de exposición a éste.
Riesgos para la fauna
Del mismo modo que existe un riesgo para las personas, también existe para la fauna que no es objetivo del tratamiento, ya que los productos fitosanitarios son sustancias tóxicas que también pueden afectar a los animales.
Riesgo para la fauna silvestre
Los productos fitosanitarios representan un peligro para la fauna silvestre como uno de los componentes del ambiente, especialmente en los cultivos que crecen cerca de estos animales, como por ejemplo, cultivos extensivos, praderas o pastizales, espacios naturales, etc. También el riesgo es elevado cuando los productos son lixiviados e incorporados accidentalmente a las aguas superficiales y subterráneas; en estos casos se incorporan de forma acumulativa a los distintos niveles de la cadena alimentaria. Estos riesgos son, en todo caso, difíciles de evaluar.
Riesgo para las abejas
Las abejas son insectos de especial interés por ser productoras de miel y por su papel polinizador, a lo que cada vez se le da más importancia. Por eso, los productos fitosanitarios incluyen una clasificación en función del riesgo que suponen para ellas, ya que como cualquier ser vivo están expuestos a sus efectos.
Las abejas, por su importancia económica y su papel
polinizador, tienen una clasificación especial en
los riesgos de los productos fitosanitarios
La clasificación incluye las siguientes categorías de productos:
Compatibles
Relativamente poco peligrosos
De peligrosidad controlable
Muy peligrosos
Independientemente de esto, es interesante actuar de acuerdo a los siguientes principios:
No realizar tratamientos en la época de floración
En el caso de tener que realizarlos en la época de floración, deben usarse productos que sean inocuos para los polinizadores y que así lo hagan constar en su etiquetaje.
Procurar efectuar las intervenciones en los momentos en los que las abejas estén menos activas (evitar por lo tanto las horas centrales del día)
Si la zona de tratamiento está próxima a un lugar donde existen colmenas, se deberá avisar a los apicultores para que tomen las medidas oportunas.
Riesgos para el ambiente
Durante los tratamientos, parte del producto fitosanitario puede no alcanzar su objetivo y derivar hacia el suelo, la atmósfera o las aguas, y esto entraña unos riesgos considerables para el medio y, como ya se indicó, para todos sus integrantes.
Contaminación del aire
Se produce cuando parte del producto no alcanza la superficie que interesa tratar y pasa a la atmósfera. En este tipo de contaminación influyen las variables ambientales (como la existencia de viento durante el tratamiento que pueda desplazar el producto a otras zonas o mantenerlo en suspensión), las técnicas de aplicación (más riesgo con tamaño de gota menor) y también las características del producto (más riesgo cuando se presenta en forma de micropartículas sólidas -polvo-).
Contaminación del agua
Puede producirse debido a lluvias que lavan los productos tras el tratamiento y los llevan a un curso de agua próximo, a pulverizar directamente sobre aguas fluviales (por ejemplo, al tratar desde un avión) o bien a vertidos accidentales. También las aguas subterráneas se pueden ver afectadas al incorporarse los productos tóxicos al suelo, y de ahí pasar a los acuíferos.
Contaminación del suelo
Los productos que caen directamente al suelo durante el tratamiento o el posterior lavado del material influyen directamente y destruyen la microfauna y microflora existente en esos suelos. En este sentido, hay que tener en cuenta que hay fitosanitarios más y menos persistentes en el terreno, o que incrementa o suaviza el riesgo de contaminación. También influyen las características del propio suelo, en el sentido de que los arcillosos y ricos en materia orgánica retienen más el fitosanitario.