Jardinería
BOTÁNICOS
Jardín Botánico de Edimburgo - 2ª parte
El Jardín (continuación)
l jardín silvestre o forestal tiene una disposición muy poco formal, a imitación de un bosque. Los grupos de árboles están separados por praderas y aquí y allá están diseminados arbustos de hortensias (Hydrangea) y camelias (Camellia), que ocupan el lugar equivalente al sotobosque.
Entre las especies arbóreas de interés para el visitante, están las sequoias gigantes (Sequoiadendron giganteum), las sequoias rojas (Sequoia sempervirens) y las piceas de Brewer (Picea breweriana), así como diversas especies de magnolios. No faltan los rododendros, tan abundantes y variados en todo el jardín.De allí se pasa al jardín de turba, llamado así porque está dedicado a especies que sólo prosperan en medios de acusada acidez. Los bloques de turba, colocados en forma de terrazas, tienen un pH de 4 o menos, lo que da idea del valor de esta colección de arbustos y herbáceas, cultivados en condiciones que raramente se ven reproducidas en la naturaleza. Es posible contemplar maravillosos ejemplares de Trillium, orquídeas como Dactylorrhiza y arbustos como la chaura (Gaultheria) o Pernettya.
El arboretum es la zona más amplia del jardín y está dedicado a los árboles y arbustos. Contiene, entre otros, valiosos especimenes procedentes del Himalaya, China occidental y Norteamérica. Una de las colecciones más completas es la dedicada al género Quercus (al que pertenecen los robles y encinas). También pueden verse muchas especies y variedades de manzanos (Malus), serbales (Sorbus), arces (Acer), tilos (Tilia), álamos (Populus), etc.
Arboretum, la zona más
amplia del Jardín visto en otoño. En primer término se puede observar un
castaño (Castanea sativa)
Desde el arboretum se llega al paseo de los rododendros, uno de los orgullos de este de este Jardín Botánico. Allí puede contemplarse un verdadero despliegue de colores en casi todas las épocas del año, pues las floraciones se escalonan. Además de ser una colección bellísima y botánicamente muy completa, estos rododendros cumplen aquí una función: la de proporcionar sombra y abrigo a muchas especies de plantas herbáceas, entre ellas una colección de peonías (Paeonia), que sólo incluye especies silvestres y ningún híbrido cultivar.
También pueden contemplarse soberbios ejemplares de bambú (Arundinaria), Rodgersia, Sophora, Cotoneaster, etc. En el centro del paseo existe un salón de té donde puede hacerse una parada para tomar un refresco o una infusión. Luego se alcanza una zona llamada "copse" (corrupción de coppice, soto, bosquecillo). Rodeada por setos protectores de coníferas y acebos, engloba plantaciones de arbustos, arbolillos y árboles. Pueden verse ejemplares de rododendros, Eucryphia, Nothofagus, Araucaria, etc. A un lado de esta zona se encuentra el jardín de demostraciones, dedicado a plantas herbáceas perennes. Frente al bosquecillo se alza una serie de edificios, dedicados al cultivo y exhibición de plantas que requieren condiciones especiales debido a su origen.La casa nº 1 está dedicada a los cactos y crasas. Los ejemplares están colocados por su procedencia geográfica, y es curioso observar aquí la confirmación de lo que los biólogos llaman "evolución convergente": es el desarrollo de similares características en especies no emparentadas y geográficamente muy distantes. El ejemplo más asombroso lo constituyen los cactos columnares de América y las euforbias de África.
La casa nº 2 contiene plantas acuáticas de países cálidos, que se agrupan en torno a un estanque. También se han dispuesto, en las zonas más secas, cactos y crasas que requieren mayor humedad que la que les proporciona la casa nº 1, como Selenicereus (reina de la noche) e Hylocereus.
Plantas acuáticas Victoria regia
y Nymphaea
La casa nº 5 exhibe helechos de las más diversas procedencias. La nº 6 está dedicada a las Cicadáceas y a las orquídeas. En un edificio aparte, se encuentran las plantas tropicales de rocalla y de turba.
Los invernaderos de Palmáceas y plantas alpinas merecen una especial atención, así como la Sala de Exhibiciones, donada por un benefactor anónimo. Inaugurada en 1970, presenta exposiciones dedicadas a ilustrar diversos aspectos de la vida de las plantas.
Invernadero de plantas alpinas y de
palmáceas
Finalmente, haremos referencia al valioso herbario y a la importante biblioteca, que acoge a más de 75.000 volúmenes. Son el complemento indispensable para la investigación científica de un jardín como el Botánico de Edimburgo.