Natureduca - Portal educativo de ciencia y cultura |
Tecnología
AERONÁUTICA
Ramas de la aviación - 14ª parte
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15
La aviación general (continuación)
El vuelo deportivo y recreativo (continuación)
El vuelo sin motor
l vuelo sin motor es un deporte consistente en volar con
una nave carente de motor llamada velero o planeador, lo suficientemente ligera
para permitir que se deslice o planee en el aire. Estas naves aprovechan las
corrientes ascendentes de aire para conseguir ganar o mantener la altitud.
Las primeras naves planeadoras estaban construidas con madera, el precursor fue el inventor alemán Otto Lilienthal, que realizó estudios y diseños sobre la dinámica de las alas en la década de 1890. Lilienthal realizó más de 200 vuelos utilizando su prototipo. Posteriormente, los hermanos Orville y Wilbur Wright desarrollaron y mejoraron estos diseños, consiguiendo en 1903 hacer volar el primer planeador dotado con un motor de combustión interna.
El inventor alemán
Otto Lilienthal fue el precursor del planeador en la década de 1890
En la actualidad, los modernos planeadores sin motor son fabricados con materiales muy ligeros, como la fibra de vidrio, y alas muy finas y extremadamente largas, de hasta 20 metros de longitud. Suelen llevar los controles e instrumentos típicos de cualquier avión, como son el timón de dirección, profundidad, flaps, altímetro, brújula, radio, etc.
El velero suele ser catapultado o remolcado por un avión con motor mediante un cable sujeto al morro, hasta altitudes de hasta 900 metros, donde es soltado para que se gobierne de forma autónoma. El tiempo de vuelo depende de las corrientes térmicas y las corrientes de alta presión. Las corrientes térmicas ascendentes suelen formarse por efecto del calor que se despide del suelo, en las laderas de las montañas y otras superficies propicias, como los terrenos áridos y proximidades de los cúmulos de nubes.
Los modernos planeadores
para vuelo sin motor son fabricados con materiales muy ligeros y alas
muy finas y extremadamente largas
La técnica para volar sin motor sin perder altura consiste en buscar las citadas corrientes térmicas o de presión una vez soltado del remolcador. Para permanecer en el aire el piloto pude volar de un lado a otro de una montaña donde exista una corriente de alta presión. Si el vuelo se realiza en campo abierto, entonces el piloto deberá ir tocando térmicas o a la caza de nubes de cúmulos, con objeto de impulsar a la nave hacia arriba. Dentro de la corriente, el piloto puede girar, desplazarse o ganar altitud. Una vez alcanzada la altura máxima dentro de una corriente, el piloto deberá dirigirse a la caza de una nueva térmica si desea mantenerse sin aterrizar.
Los modernos planeadores permiten alcanzar grandes velocidades y permanecer en el aire más tiempo, incluso en ausencia de corrientes, gracias a los diseños de las alas y materiales ligeros con que están construidos. Los planeadores utilizados en competiciones pueden llegar a mantener velocidades de vuelo superiores a los 160 km/h, en carreras de 300 km.
El vuelo sin motor se ha hecho muy popular en todo el mundo. Comenzó como deporte en 1910 en Alemania y en 1922 ya se realizaron las primeras competiciones. En 1937 se celebró el primer campeonato mundial. El premio más distinguido lleva precisamente el nombre del precursor del planeador e inventor de este deporte, el alemán Otto Lilienthal.
El ala delta
El ala delta nos recuerda en cierta medida a las clásicas cometas infantiles. Se trata de una superficie en forma de delta recubierta con una tela, y con una estructura normalmente metálica de aluminio o de fibra pero muy ligera. El piloto va suspendido en el centro de la estructura mediante un arnés y en una posición habitualmente tendida. A través de una serie de posiciones y movimientos puede controlar y dirigir el aparato. Generalmente se despega lanzándose desde zonas elevadas, tales como colinas, cerros o acantilados.
En el ala delta el piloto
va suspendido en el centro de la estructura y en una posición
habitualmente tendida
Los fundamentos de vuelo de un ala delta, como sucede con las cometas, son sencillos y semejantes a los de cualquier otra aeronave. El ala aprovecha las corrientes de aire que se desplazan alrededor de la superficie de sustentación, creando una fuerza ascensional en la parte superior del ala. La velocidad de descenso es muy baja, y aprovechando las corrientes ascendentes se puede mantener el vuelo durante largos periodos de tiempo, recorrer largas distancias e incluso realizar acrobacias.