Natureduca - Portal educativo de ciencia y cultura |
Química
ELEMENTOS QUÍMICOS Y SISTEMA PERIÓDICO
Los elementos químicos y su clasificación - 2ª parte
La clasificación de los elementos
l desarrollo que experimentó la química a finales del siglo XVIII llevó al descubrimiento de nuevos elementos químicos. En 1830 se conocían ya cincuenta y cinco elementos diferentes. Ante tal situación surgió la necesidad de encontrar algún procedimiento para ordenar o clasificar ese conjunto de elementos químicos, cada vez más numeroso, en función de sus propiedades.
El primero en intentar una clasificación fue el químico alemán Johann Wolfgang Döbereiner (1780-1849). Observó que algunas ternas de elementos presentaban una cierta regularidad en las variaciones de sus propiedades, por lo que propuso un sistema de «triadas». Así, por ejemplo, el cloro, el bromo y el yodo formaban una de esas triadas. La gradación observada afectaba al color, a su capacidad para reaccionar químicamente y, especialmente, a la masa atómica. El elemento intermedio tenía una masa atómica que era aproximadamente igual a la media aritmética de las de los extremos. Pero el sistema de triadas de Döbereiner sólo era aplicable a una sexta parte de los elementos entonces conocidos, por lo que tuvo una escasa repercusión.
En 1868 el químico inglés John Alexander Newlands (1837-1898) propuso tomar como criterio de ordenación la masa atómica. Así elaboró una tabla de siete filas y ocho columnas en la cual los elementos químicos entonces conocidos aparecían situados de arriba a abajo y de izquierda a derecha en orden creciente de sus masas atómicas.
Mediante esta ordenación los elementos situados en una misma columna presentaban con cierta frecuencia propiedades semejantes, y de hecho cada triada de Döbereiner aparecía situada en la misma columna de la tabla de Newlands. Aunque la regularidad distaba bastante de ser perfecta, Newlands la denominó ley de las octavas por la analogía con la escala musical. «El octavo elemento -escribiría Newlands-, partiendo de uno dado, es una especie de repetición del primero como la octava nota en una octava musical.»
Siguiendo esta línea de investigación tímidamente iniciada por Döbereiner, en 1871 el químico ruso Dimitri lvanovich Mendeleiev (1834-1907) elaboró una tabla de elementos ordenada según sus masas atómicas, pero que se diferenciaba de la de Newlands en que las columnas, también llamadas periodos, no tenían igual longitud.
El desarrollo de la
tabla periódica de los elementos tal como la conocemos, se atribuye
principalmente a D. Mendeleiev, que dispuso los elementos ordenados
según su peso atómico creciente.
Mendeleiev intuyó que la idea esencial que debería reflejar la tabla era la de periodicidad o repetición de las propiedades de los elementos si éstos se ordenaban convenientemente en función de sus masas atómicas. Para conseguir tal propósito Mendeleiev se vio forzado a dejar espacios vacíos o huecos en su tabla, mejorando así la periodicidad ya presente, aunque de forma precaria, en la tabla de Newlands.
Lejos de considerar tales huecos como defectos, Mendeleiev los identificó como elementos aún no descubiertos y, apoyado en esa ley de variación periódica contenida por construcción en su tabla, predijo cuáles deberían ser las propiedades y las masas atómicas de los nuevos elementos. Sus predicciones fueron ampliamente confirmadas por el descubrimiento, a lo largo de los siguientes quince años, de esos elementos incógnita; la coincidencia entre las propiedades observadas y las predichas por Mendeleiev convirtieron la tabla periódica en un elemento central de la química moderna.