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Naturaleza y hechos de Hestia

estia (Vesta para los romanos), es la diosa del Hogar y en todas las viviendas particulares y casas municipales protege a los suplicantes que acuden a ella en busca de protección.

Hestia es la deidad más benigna, caritativa y recta de todas las olímpicas, siendo objeto de veneración universal no sólo por ello, sino también por haber inventado el arte de la construcción de casas; su fuego es tan sagrado que, si por accidente o en señal de duelo se enfría un hogar, las llamas se reavivan con la ayuda de una rueda de encender.

Hestia, representada en un vaso del 525-475 d.C. - Museo Nazionale Tarquiniese

Hestia tiene la gloria de ser la única de los grandes olímpicos que jamás interviene en guerras o disputas. Y como sucede con Atenea y Artemis, siempre ha resistido todas las propuestas amorosas de los dioses, Titanes y demás. Juró por la cabeza de Zeus permanecer siempre virgen, después del destronamiento de Crono, cuando Poseidón y Apolo surgieron como pretendientes rivales. Es por ello que Zeus, agradecido, le concedió la primera víctima en todos los sacrificios públicos, pues había mantenido la paz del Olimpo.

En una ocasión, durante una fiesta campestre a la que asistían los dioses, Príapo, borracho, trató de violarla cuando todos se habían quedado dormidos por hallarse ahítos. Pero un asno rebuznó fuertemente y Hestia se despertó; gritó al ver que Príapo estaba a punto de echarse sobre ella y le hizo huir corriendo presa de terror.

Fuentes: Robert Graves, Los Mitos Griegos; Isaac Asimov, Las palabras y los mitos; René Ménard, Mitología Greco-latina.

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