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Eslovaquia
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stado de Europa central. Limita al N con Polonia, al E con Ucrania, al S con Hungría y Austria y al O con la República Checa. La capital es Bratislava.
País eminentemente montañoso, presenta un territorio muy accidentado ya que en él se alzan los Cárpatos Occidentales, fraccionados en complejas unidades. La mayor altura es el pico Gerlachovsky, de 2 655 m, en el Gran Tatra, cerca de la frontera con Polonia. El Pequeño Tatra se eleva en la zona central del país, donde también se encuentran los Montes Metálicos; al SO se extiende un sector de la llanura panónica o húngara.El clima es continental y más pronunciado que en la República Checa, con ambiente frío en invierno --temperaturas inferiores a 0ºC en enero y febrero-- y relativamente cálidas en verano, sobre todo en los valles meridionales --medias de 17ºC en julio--. Las precipitaciones son más abundantes en las montañas que en las zonas llanas, con promedios de 500 mm.
Más de dos quintas partes del suelo se encuentran cubiertas por bosques y sólo un tercio del terreno es cultivable. Las montañas están recorridas por numerosos ríos que se dirigen hacia el S, y entre los que destacan el Váh, el Hron, el Hernad y el Bodrog. Los Montes Metálicos están limitados al S por la cuenca del Danubio, río que marca la frontera con Hungría.La población está formada en su mayoría por la etnia eslovaca, que representa el 85 %, además de una importante minoría húngara que suma casi 600 000 individuos, seguida por pequeñas comunidades de checos (26 000), rutenos, ucranianos, gitanos, alemanes y polacos. Bratislava, la capital, conocida antiguamente por su nombre alemán, Pressburg, o por el húngaro, Poszony, ocupa el extremo sudoccidental del país junto al Danubio, cerca de la frontera con Austria y Hungría.Una de las ciudades más bellas del Imperio austro-húngaro, en su iglesia de San Martín fueron coronados varios reyes húngaros; hoy es una ciudad industrial azotada por la crisis. Otras ciudades importantes son Košice, en la zona oriental, ZÄilina, sobre el río Váh, y Nitra, donde se estableció la primera iglesia cristiana del territorio, en el siglo IX.
La economía se ha asentado tradicionalmente en los bosques y en la agricultura, en tanto región productora de materias primas exportadas a Hungría. Posteriormente pasó a depender de la economía checa, ocupando el lugar de la región más pobre del estado unitario checoslovaco, y dedicada fundamentalmente al sector primario. Un tercio de la ganadería y la agricultura se vendía en Bohemia-Moravia.
A partir de la Segunda Guerra Mundial, se diseñó un cierto desarrollo industrial, en virtud de los intereses del Pacto de Varsovia, privilegiándose los sectores metalúrgico y de armamento, que se sumaron a los tradicionales de explotación de la madera (muebles y papel) y a la industria agroalimentaria. Pero la industrialización de los grandes valles del país ha tenido peligrosas consecuencias para el medio ambiente, cuya gravedad ha sido puesta de relieve con la caída del régimen socialista de estado.Desde principios de los años noventa, la economía se ha enfrentado a una serie de problemas de difícil solución. La decisión unilateral tomada por el gobierno de Praga de disminuir la producción de armamento en un 50 % ha tenido serias consecuencias para el nivel de ocupación eslovaco, que pasó a registrar una cifra de paro cercana al 20 %, el triple de la registrada en territorio checo.
País que formó sucesivamente parte de la gran Moravia medieval, de la Hungría renacentista y del imperio barroco de Austria, la historia de Eslovaquia es la historia de un pueblo sin estado. Sus territorios fueron ocupados inicialmente por las tribus de ilirios, celtas y germanos. Las tribus eslavas aparecieron alrededor del s. V, en la actual Eslovaquia.En el s. IX éstas pasaron a pertenecer al Imperio de la gran Moravia, que incluía también a Bohemia y los territorios vecinos. Con la disolución del Imperio, en el s. X, checos y eslovacos fueron divididos, y la llegada de los húngaros a la llanura danubiana obligó a los eslovacos a refugiarse en los Cárpatos, donde se mantuvieron aislados, lo que impidió su asimilación por los magiares. Eslovaquia permaneció bajo dominación húngara, bajo diferentes formas, durante más de 1.000 años, lo que hace que la historia de ambos pueblos se confunda a veces.
El país fue un lugar de repliegue para Hungría y una de sus fuentes de riqueza, sobre todo por las minas de oro y plata. La conciencia nacional eslovaca no emergió hasta el s. XVIII, a través de las primeras tratativas de codificación de una lengua escrita. El padre del eslovaco moderno es un protestante, Ludovit Stur; la primera gramática, de Martin Hattala, no apareció hasta 1852. Cuatro años antes, los intelectuales eslovacos habían reivindicado por primera vez la reunión de un territorio étnicamente eslovaco en un solo ámbito.En 1861, el Congreso Nacional de intelectuales solicitó en un Memorándum una mayor autonomía para el país. Todo este movimiento, animado por eclesiásticos (protestantes y católicos) y educadores, contaba con el apoyo de los Habsburgo, la familia real austríaca, que intentaba limitar la influencia de los húngaros apoyando el nacionalismo eslovaco. Sin embargo, tras el acuerdo de bicefalidad austro-húngaro, en 1867, los magiares recuperaron el pleno control sobre Eslovaquia e instituyeron una política de «magiarización». Ésta fue motivo de importantes migraciones de eslovacos, especialmente a los Estados Unidos, y provocó que éstos se volcasen hacia Praga en busca de apoyo.
La colaboración con los checos se acentuó durante la Primera Guerra Mundial y desembocó en la ruptura con Hungría y la posterior firma de los acuerdos de París de 1918, por los que se formó un Estado común. Durante la Primera República, las autoridades checas no permitieron la existencia de un verdadero autogobierno, a pesar de que el país fue dividido en cuatro zonas administrativas: Bohemia, Moravia-Silesia, Eslovaquia y Carpato-Rutenia. Durante el período de entreguerras la débil industria eslovaca sufrió los embates de la ruptura con Hungría, así como la competencia con la sólida industria checa, lo que significó un desarrollo desigual para las dos regiones. Mientras las tierras checas alcanzaban un relativo bienestar, Eslovaquia seguía sumida en el atraso y se resentía de la llegada de 120 000 funcionarios enviados por el gobierno central, hecho que fue vivido como una nueva sujeción.La política centralista de Praga alimentó el sentimiento de agravio histórico de los eslovacos y les hizo recibir con entusiasmo la posibilidad de convertirse en un Estado, a pesar de que éste fuera un títere de la Alemania nazi. Ello sucedió en 1938, cuando el Partido Nacional Eslovaco Hlinka, de ideología fascista mezclada con elementos católicos y nacionalistas, declaró la autonomía de Eslovaquia, y ya al año siguiente Hitler prohijó el establecimiento de un estado eslovaco con monseñor Josef Tizo a la cabeza. Durante los años de vida independiente (1939-1945) toda oposición fue prohibida por el régimen totalitario y los judíos fueron perseguidos con especial denuedo.
En 1945, la comunidad alemana fue expulsada violentamente en una operación de represalia impulsada en parte por los que habían colaborado con el régimen nazi. A finales de 1947 se produjo la llegada de los comunistas al poder en Eslovaquia, a finales de 1947, merced al golpe de timón dado por el eslovaco Gustav Husak, más tarde secretario general del Partido Comunista Checoslovaco (PCCh), bajo el pretexto de sofocar una posible vuelta de los seguidores de Tizo al poder. Durante el régimen comunista, el nacionalismo fue severamente reprimido y cualquier forma de poder eslovaco fue ahogada por la estructura centralizada del PCCh. Sólo en 1968, a raíz de las reformas puestas en marcha por Alexander Dubcek, también de origen eslovaco, se hicieron ciertas concesiones a la autonomía del país.A pesar de que la invasión de los tanques rusos acabó con la llamada Primavera de Praga, se introdujo un nuevo sistema federal por el que Eslovaquia se convirtió en la República Socialista Eslovaca, con un gobierno y un Consejo Nacional dotados de poderes constitucionales. El separatismo eslovaco se vio favorecido por la caída del muro de Berlín, en 1989, y el triunfo de la revolución que acabó con el régimen comunista en Checoslovaquia, en abril de 1990. A la renuncia pacífica de los dirigentes aliados de Moscú, le siguió la instauración de la República Federativa Checa y Eslovaca, en la que las dos partes federadas adquirieron una mayor personalidad jurídica. Pero el auge del nacionalismo eslovaco siguió en aumento, liderado por el populista Vladimir Meciar. Eslovaquia declaró su soberanía en julio de 1992, pactándose la separación definitiva y de forma pacífica en enero de 1993. La nueva situación hizo temer la ruina económica del país, agravada por la retracción de los capitales extranjeros.
Los temores fueron en aumento desde que el parlamento eslovaco aprobó una nueva Constitución en la que se excluyeron leyes de protección para la minoría húngara, así como para los gitanos y ucranianos. También la puesta en marcha de la presa de Gabcikovo sobre el Danubio, muy controvertida debido a las serias repercusiones ecológicas y a la alteración de la frontera húngaro-eslovaca, contribuyó a empeorar la relación con el gobierno de Budapest.En febrero de 1993 Michal Kovac fue elegido por el parlamento primer presidente de la Eslovaquia Independiente. En las primeras elecciones democráticas, en septiembre de 1994, Vladimir Meciar se alzó con el título, convirtiéndose en primer ministro. Pese al triunfo de su formación política, el Movimiento para una Eslovaquia democrática (MZHDS), tuvo que formar gobierno con el auxilio de dos partidos políticos más de signo muy diverso al no contar con mayoría absoluta en la cámara.
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