• Quien se enfada por las críticas, reconoce que las tenía merecidas.
• La verdad se robustece con la investigación y la dilación; la falsedad, con el apresuramiento y la incertidumbre.
• Cuando gozamos de salud, fácilmente damos buenos consejos a los enfermos.
• Para quienes ambicionan el poder, no existe una vía media entre la cumbre y el precipicio.
• La fidelidad comprada siempre es sospechosa y, por lo general, de corta duración.
• En un espíritu corrompido no cabe el honor.
• Comenzó por regir su casa, lo que, para la mayor parte de los hombres, no es menos arduo que gobernar una provincia.
• A las mujeres les está bien llorar, a los hombres recordar.
• Los peores enemigos son los que aprueban siempre todo.
• El poder nunca es estable cuando es ilimitado.



       



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